Hoy cuando se celebra el día internacional de la mujer, nos declaramos profundamente feministas, así como lo hizo siempre el Comandante eterno de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez Frías y el presidente Nicolás Maduro, y como lo establece en todo sus artículos nuestra constitución, única en el mundo, que le da el verdadero valor, igualdad y derechos que tienen las mujeres en todo el ámbito nacional e internacional. Creemos que el movimiento femenino organizado como fuerza en cada país y en todo el mundo debe hacerle y le haría un gran bien a la humanidad.
Todo, absolutamente todo en este mundo contemporáneo, ha sido hecho según la medida del hombre y esto debemos reconocerlo.
Muchas mujeres todavía están ausentes en gran cantidad de gobiernos, en parlamentos, en las organizaciones internacionales, no están ni en el vaticano ni en el Kremlin, ni en los Estados Mayores de los imperialismos , ni en las ‘ comisiones de la energía atómica ‘, ni en los grandes consorcios, ni en la masonería, ni en las sociedades secretas no están en ninguno de los grandes centros que constituyen un poder en el mundo.
Y sin embargo han estado presente siempre en la hora de la agonía y en todas las horas amargas de la humanidad . Parece que su vocación no fuese sustancialmente las de crear sino la del sacrificio. Su símbolo debería ser el de la madre de Cristo al pie de la cruz.
Queremos rendirle hoy un gran homenaje a ella, a la mujer, el mayor homenaje de nuestros corazones . A la mujer autentica que vive en el pueblo y que va creando, todos los días, un poco de pueblo. Nosotros sabemos que ella, solamente ella, tiene en sus manos el porvenir del pueblo. No será tanto en las escuelas sino en los hogares donde se ha de formar la nueva generación que quiere el socialismo.
Por eso nos preocupa que la mujer auténtica del pueblo se capacite en todos los sentidos, porque la escuela es como esos talleres que pintan cuadros en serie, pero el hogar es un taller de artista donde cada cuadro es un poco de su alma y de su vida. Allí se forman los hombres y mujeres excepcionales. La nueva generación socialista necesita muchos hombres y mujeres así.
Escritores y poetas han hablado mucho de las mujeres bellas y elegantes, y han cantado a las mujeres viendo solamente a esa clase de mujeres cuya feminidad es indiscutible.
Solo a esa mujer han visto solamente. Por eso escritores y poetas no han dicho la autentica verdad respecto a la mujer.
La mujer no es eso. No es vacía, ligera, superficial y vanidosa. No es lo que ellos han escrito: egoísta, fatal y romántica. No. No es como ellos la pintaron: charlatana y envidiosa.
Ellos la vieron así porque no supieron ver nunca a la mujer auténtica que, por ser precisamente auténtica, se refugia silenciosa en los hogares del pueblo, donde la humanidad se hace eterna.
Esa mujer no ha sido aclamada por los intelectuales. No tiene historia. No ofrece recepciones. No juega a las cartas. No fuma. No pasea en autos lujosos.
Es la heroína que nadie conoce. Ni siquiera su marido. Ni siquiera sus hijos. De ella no se dirá nunca nada elegante, nada ingenioso. A lo sumo , después de muerta, sus hijos dirán: Ahora nos damos cuenta de lo que ella era para nosotros. Y ese lamento tardío será su único elogio.
Nosotros creemos firmemente que la mujer al revés de lo que puedan opinar muchos hombres, vive mejor en la acción que en la inactividad. Lo vemos todos los días en su trabajo de acción política y de acción social. La razón es muy simple: el hombre puede vivir exclusivamente para sí mismo. La mujer no.
Un hombre de acción es el que triunfa sobre los demás. Una mujer de acción es la que triunfa para los demás. La felicidad de una mujer no es su felicidad sino la de otros.
El problema de la mujer es siempre en todas partes el hondo y fundamental problema del hogar. Es su gran destino. Su irremediable destino. Necesita tener un hogar, cuando no puede construirlo con su carne lo hará con su alma, o no es mujer.