Lo complejo busca profundizar en los rasgos constitutivos del mundo real la experiencia humana y su relación con su medio ambiente. La complejidad se fundamenta desde el átomo como materia simple primigenia de todo lo real, y se va descubriendo, así mismo, desde un principio de degradación y de desorden; la existencia microfísica de partículas cada vez más pequeñas y complejas, muestran la percepción del mundo desde una carga de caos e incertidumbre, ante la cual nos hemos hecho los indiferentes pretendiendo comprender el mundo desde una perspectiva rígida y simple que permite develar ante nuestros ojos las leyes que lo rigen. No hay una palabra que defina la complejidad y sus elementos; no se puede explicarse a través de la formulación de una ley, en fin no puede reducirse a una idea simple.
En este aspecto, el todo y sus partes conforman los elementos de la complejidad, al mismo tiempo, la concepción del conocimiento científico, surgida a raíz de la modernidad en el siglo XVI después de Cristo, le confiere a la ciencia, entre sus objetivos, la misión de disipar la aparente complejidad de los fenómenos, a fin de develar el orden simple al que se supone obedecen los fenómenos que se suceden. Este acercamiento a los elementos de la complejidad que se presentan difusos e inciertos, se complementa con el enfoque de sistemas, el cual se convierte en el canal de interconexión entre esa complejidad y las acciones humanas. Lo sistémico no concibe, explica Oscar Bertoglio (Introducción a la teoría general de sistema, México, Editorial Limusa), la posibilidad de explicar un elemento si no es precisamente en su relación con el todo; metodológicamente, por tanto el enfoque sistémico es lo opuesto al individualismo metodológico, aunque esto no implique necesariamente que estén en contradicción. Una exposición moderna del enfoque sistémico es la llamada Teoría General de Sistemas (TGS), que fue propuesta por Karl Ludwig von Bertalanffy (General System theory: Foundations, Development, and Applications, New York, editada por George Braziller, 1976), donde propone una terminología y unos métodos de análisis que se han generalizado en todos los campos del conocimiento y están siendo usados extensamente por tecnólogos y por científicos de la Física, la Biología y las Ciencias Sociales. Es esta teoría la que busca unificar los elementos de la complejidad, recorriendo diversos campos científicos que incluyen, entre otros, los conceptos de sistemas y subsistemas, entradas (inputs) y salidas (outputs), cajas negras y realimentación (feed-back).
En una palabra, la complejidad valora lo sistémico como un conjunto organizado de elementos que interactúan entre sí o son interdependientes, formando un todo complejo, identificable y distinto. Esto lleva a otro concepto fundamental en la percepción de la teoría de la complejidad, el de conectividad. La conectividad, viene a ser un modelo emergente e innovador, según Carlos García (Teorías de la conectividad como solución emergente a las estrategias de aprendizaje innovadoras, Revista Electrónica de Humanidades, Educación, y Comunicación Social. Revisado). Ante una sociedad de la información en donde hay tantos cambios, esta teoría es orientada por las decisiones a tomar ante los nuevos principios y las nuevas informaciones. La conectividad, es primordial conocer las características que subyacen a las diferentes teorías ya que esto además de permitir también comprende lo que ha pasado en la educación y hacia dónde va, entender el planteamiento metodológico, de las estrategias de aprendizaje utilizado. Se analizan como marco de referencia de los paradigmas, las características esenciales de los más representativos, según la psicología cognitiva: el conductista, el constructivismo y el pensamiento complejo.
Es decir, la conectividad, como expone Carlos García, ya mencionado, es el epicentro de la reflexión de la teoría de la complejidad, poniendo de manifiesto profundos cambios en el saber humano, que rompe tanto con los modos cotidianos anteriores como con la ciencia y la filosofía anterior. La conectividad promueven un nuevo saber que no consiste en la desaparición de las disciplinas ni en la creación de una ciencia única, sino en una tendencia hacia la superación de las barreras disciplinarias, metodológicas y el establecimiento de un cuadro del mundo nuevo, que reconozca su diversidad y defienda la vida.
En concreto, la conectividad, en el pensamiento complejo, intenta articular dominios disciplinarios quebrados por el pensamiento disgregador y aspira al conocimiento multidimensional. En esa conectividad se presentan los sistemas complejos, que no son más que elementos de lo complejo a través de los fenómenos que se suceden y que van creando nodos interactivos. Es allí donde la adaptación toma cuerpo y se articula como el efecto solidificador de las relaciones sistémica en el contexto complejo. La adaptación va simplificando las relaciones y las adecua a las necesidades propias de cada sistema o subsistema. Igualmente en ese proceso se presentan las entradas, salidas y ciclos, que conforman el esquema conectivo de un sistema autopoietico (auto productivo), siendo el punto de Inflexión aquél en donde el sistema pierde conectividad y se desarticula las conexiones o vínculos entre todos sus elementos. Se da el caos, la no linealidad, y por ende lo incierto.
En este aspecto, el ecosistema comienza a autorregularse y busca alternativas para volverse a conectar y seguir desarrollando sus capacidades. Cuando el ecosistema alcanza cierto grado de conectividad se dan los sistemas socio ecológicos. Dado que el fin último de los sistemas socio ecológico, es conectar disciplinas, hacía la consiliencia y la unidad de conocimientos, partiendo de la idea de que el socio-ecosistema se plantea como un marco integrador para el estudio de la realidad.
En una palabra, lo complejo en el paradigma de la sostenibilidad ha sido muy útil para interrelacionar varias disciplinas de ciencias naturales y ciencias sociales y para la comprensión de las dinámicas socio-ecológicas y lo que actualmente se reconoce como el marco de los sistemas socio ecológico. En el contexto de la complejidad de estos sistemas, es la trans-disciplinariedad como enfoque que hace que haya varias aproximaciones acerca del socio-ecosistema, donde el pensamiento se asienta y se proyecta más allá de la propia existencia humana.