Los capitales que tenían identidad con respecto al país donde pertenecían cambiaron sus estrategias, desaparecen los imperialismos protagonizados por países como Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Inglaterra –entre los más voraces- para darle cabida a la fusión e integración de esos capitales, de esta manera el capital financiero y el capital industrial se integran para formar los conglomerados y darle origen al capital imperial, que va más allá del imperialismo.
Particularmente siempre he creído, al igual que muchos compatriotas, que en el mundo del capitalismo-ahora globalizado- se programan estrategias y tácticas, para asentarse en cualquier modelo de sociedad independientemente de la tendencia ideológica y política que sus gobiernos tengan.
Los dueños de ese capital, ante las masas nunca aparece culpable de la explotación humana, del hambre y la miseria de los pueblos, por el contrario, esa responsabilidad le toca asumirla los gobiernos, que en cada país se dan, bajo el asesoramiento y la dirección del FMI, el BM, la OMC y otras instituciones y conglomerados que en el escenario de las finanzas, la industria y el comercio operan en el mundo. Y la responsabilidad la asumen los grupos y clases dominantes que gobiernan por su condición de celestinos ante el imperio del capital, por resguardar sus cuotas de poder, no importándoles incluso entregar los recursos naturales y la soberanía de los países que rigen, colocándose ante la historia como falsarios, rémoras y verdugos de sus propias patrias.
Éste escenario, que arropa a inmensos sectores de la población sin que estos se den cuenta del mal que le ocasionan a los pueblos, no los deja ver más allá de su propia cotidianidad enajenada, enajenación que convierte a los seres humanos en analfabetas funcionales, analfabetismo que forma parte de la estrategia del gran capital hacia la población, de allí su necesidad de estudiar a través de la psicología, pedagogía, sociología, teorías de la comunicación y de la guerra-entre otras ciencias- las características de vida de los pueblos, no para mejorar sus condiciones de vida, sino para establecer la relación dominante- dominado, relación que se manifiesta tanto en los países llamados capitalistas como socialistas.
PODER REAL
En América Latina, las estructuras jurídico- políticas, ideológicas-.culturales y sobre todo económicas, se hallan bajo el dominio del modo de producción capitalista globalizado y por lo tanto bajo la dirección del gran capital y sus conglomerados. De allí, que sus gobiernos sin excepción responden a estos intereses, llámense países capitalistas o socialistas.
Parte del antecedente de esta situación, podemos ubicarla, a partir del año 1989, cuando el Instituto de Economía Internacional de Washington (W.I.E.I.), reunió en una conferencia extraordinaria a economistas del congreso norteamericano y del gobierno, a los líderes y ejecutivos de las principales empresas trasnacionales en especial las petroleras, a miembros de las comunidades académicas y centros de estudio, a los representantes de las instituciones internacionales multilaterales más importantes como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio, todo esto con el firme propósito de sentarse a discutir acerca de las reformas necesarias a ser impulsadas para que el continente latinoamericano saliese de la llamada "década perdida", la década de la inflación y la recesión y pudiese retomar el camino del "crecimiento y la estabilidad". A esta reunión, se le calificó como el consenso de Washington.
Bajo éste "argumento" el imperio del gran capital marcó el camino a seguir y se comenzó a establecer los diversos programas impuestos por el Fondo Monetario Internacional y el Banco-Mundial.
En el caso de Venezuela se comienza a ejecutar estas políticas, desde el momento que se nombra la Comisión para la Reforma del Estado (Gobierno de CAP) y por razones de inestabilidad política para ese entonces y que todos conocemos, esta desaparece, asumiendo este papel la Asamblea Nacional Constituyente derivada del poder constituido y no originaria, que impulsara el Presidente Chávez.
Estas Constituyentes derivadas del poder constituido se comienzan a dar en toda América Latina. La poderosa y rápida expansión del capitalismo globalizado y su teoría económica del neoliberalismo en nuestro Continente, chocaban frecuentemente con el ordenamiento jurídico de las naciones de nuestra región. De allí que ese imperio del gran capital se planteó la necesidad de las reformas constitucionales, para darle bases jurídicas a sus inversiones ya que las anteriores constituciones en su mayoría aún en el marco del capitalismo, tenían un carácter estadístico aunque se quedara en el plano de la teoría, que amparaban innegablemente ciertas posturas nacionalistas.
"Adam Smith, el economista británico, escribió en 1776 lo siguiente: "Todo para nosotros y nada para los demás, parece, en todas las épocas del mundo, que ha sido la vil máxima de los amos de la humanidad." Las corporaciones han aumentado la dominación global, encabezada por sectores financieros. Como todas las élites de poder, usan las emociones, la "razón" y el interés propio para alcanzar sus objetivos como amos de la humanidad". (Tomado del artículo GLOBALIZACIÓN-NEOLIBERALISMO-CORPORATISMO de los Profesores, Quigley y Sutton y otros autores.)
Argentina, Colombia, Brasil, Chile, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Venezuela y ahora Cuba -entre otros países- son las naciones que mejor han asumido la orientación del Consenso de Washington, sus constituciones han sido modificadas y reformadas para adaptarlas al mandato del imperio, Constituyentes derivadas del poder constituido y reformas para "modernizar" el Estado, que sólo han servido para consolidar los intereses económicos de las multinacionales del gran capital, que ahora aparecen en el caso concreto venezolano como empresas mixtas. De esta manera, la predica de la modernización capitalista que ofrece la "gran oportunidad del desarrollo económico", se armoniza únicamente en función de las ventajas del mercado global, un mercado global controlado y dirigido por los grandes conglomerados.
Todo este panorama siguen desarticulando los procesos jurídicos de los Estados nación, para darle paso, a nuevas formas "jurídicas" de subordinación de los pueblos a las potencias que los dominan, al mismo tiempo que coloca en crisis, el llamado estado de derecho ante el nacimiento del Estado Moderno, las filosofías jurídicas y políticas que orientaban el derecho positivo de los Estados-nación, se transformó en la modernidad, en aras de abrirle camino a la legalidad de nuevas formas del "derecho internacional" facilitando la legitimidad al mundo globalizado con nuevas interpretaciones jurídicas acerca de la soberanía, democracia, justicia, integración, desarrollo, libertad -entre otros conceptos- y así ajustarlos a los intereses de quienes dominan y justificar en el plano internacional las aberraciones que cometen contra los pueblos, sus economías, ecosistemas a través del extractivismo irracional incluyendo los crímenes de guerra.
"Las transformaciones jurídicas apuntan efectivamente hacia cambios en la constitución material del orden y poder mundial. La transición que hoy observamos, desde la ley internacional tradicional, que fue definida por contratos y tratados, hacia la definición y constitución de un nuevo poder mundial supranacional, soberano (y así hacia una noción imperial del derecho), aunque incompleta, nos da un marco en el cual leer los procesos sociales totalizantes del Imperio. En efecto la transformación jurídica funciona como un síntoma de las modificaciones de la constitución material biopolítica de nuestras sociedades. (Toni Negri y Michael Hardt. IMPERIO. Edit. Desde Abajo (2001). PP. 55).
Es dentro de éste marco, donde se encuentra el poder real, el poder que domina, el que impone las reglas de juego y que los gobiernos de nuestra región aceptan dócilmente, se subordinan en aras de mantener sus respectivas cuotas de poder (poder formal), no importándoles vender la patria al precio que los grandes conglomerados del gran capital les imponga.
DESCOLONIZAR PARA COLONIZAR
Hemos afirmado que el mundo globalizado, se plantea la recolonización del planeta, es un nuevo paradigma que cambia las reglas de juego del capitalismo tradicional. Los capitales que tenían identidad con respecto al país donde pertenecían cambiaron sus estrategias, desaparecen los imperialismos protagonizados por países como Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Inglaterra –entre los más voraces- para darle cabida a la fusión e integración de esos capitales, se congregan de esta manera el capital financiero y el capital industrial y surgen los conglomerados para convertirse en un imperio para controlar y recolonizar el planeta en todos sus planos, que no es otra cosa que el imperio del gran capital. Es aquí donde surge la diferencia entre imperialismo e imperio, escenario poco abordado por los economistas nuestros por su formación académica dogmática y colonizada dentro de las escuelas y corrientes económicas donde se formaron. Al respecto John Holloway nos dice: "En el discurso académico no hay lugar para el grito. Más que eso el estudio académico nos proporciona un lenguaje y una manera de pensar que dificulta expresar nuestro grito. El grito, si es que aparece, lo hace bajo la forma de algo que debe ser explicado, no como algo a ser articulado. De ser el sujeto de nuestra pregunta por la sociedad se convierte en objeto de análisis". (HOLLOWAY, John. Edit. Vadell Hermanos (2005).PP. 16).
Esta es la respuesta que el imperio del capital, le da a la crisis de las economías domésticas de los países llamados desarrollados, para evitar la debacle de todo el sistema que por muchos años han mantenido, Toni Negri y Michael Hardt al respecto plantean lo siguiente: "Como resultado del proyecto de reforma económica y social iniciado bajo la hegemonía de Estados Unidos, las políticas imperialistas de los países capitalistas dominantes se transformó en el período de posguerra. La nueva escena global fue definida y organizada principalmente alrededor de tres mecanismos o aparatos: 1) el proceso de descolonización que recompuso gradualmente al mercado mundial a lo largo de líneas jerárquicas ramificadas desde los Estados Unidos; 2) la descentralización gradual de la producción; y 3) la construcción de una red de relaciones internacionales que distribuyen por todo el planeta el régimen productivo disciplinario y la sociedad disciplinada en sus sucesivas evoluciones. Cada uno de estos aspectos constituyen un paso en la evolución del imperialismo al Imperio". (Toni Negri y Michael Hardt. Ibídem. PP. 247).
LOS PLANES Y EJECUTORIAS DEL GRAN CAPITAL
Esa nueva escena global de las que nos habla Negri y Hardt, se traduce en América Latina en el Plan Colombia; Plan Puebla Panamá y el ALCA (IIRSA). De estos proyectos o planes generados por el imperio del capital surge el megaproyecto aurífero Pascua-Lama en completo desarrollo en la frontera de Chile con Argentina, igualmente la Iniciativa de Integración de la Infraestructura regional de Sudamérica (IIRSA) y el acaparamiento por desposesión que permite relacionar los dos proyectos anteriores.
El proyecto Pascua–Lama es una propuesta ya en ejecución en la frontera entre Chile y Argentina, pues allí se inició la explotación de una mina de oro a cielo abierto que está causando un daño ecológico de tal magnitud que se encuentra contaminando el agua de los glaciares con cianuro a pesar del rechazo que grupos organizados ecológicos de Chile y Argentina le han hecho a ambos gobiernos. La empresa minera Barrick Gold de origen canadiense comenzó sus operaciones en la región de Atacama (Chile) y no solamente explota el oro, sino también encontraron cobre, plata y otros minerales, los mismos se encuentran a 4.500 mts sobre el nivel del mar. En Argentina se ubica la explotación en la provincia de San Juan que corresponde al Departamento de Iglesia.
El capital invertido por la empresa encargada de la explotación se estima entre 2.300-2.400 millones de dólares, con una vida útil de al menos 23 años. La cantidad de reservas calculadas es de 18 millones de onzas de oro, 731 millones de onzas de plata y 662 millones de libras de cobre. Con un porcentaje de depósitos del 75% del lado chileno y 25% del argentino, datos que la misma empresa ha suministrado en los informes y estudios respectivos.
Así como se está ejecutando el plan Pascua-Lama, sin importarles el daño ecológico que le están causando al Continente con ese extractivismo sin control y bajo el aval de los respectivos gobiernos, de igual manera se ejecuta la propuesta de Integración Regional Suramericana (IIRSA), bajo el discurso retorcido del desarrollo, dibujando sobre nuestros territorios un nuevo mapa para el extractivismo donde se proyecta nuestro espacio geoeconómicamente integrado, sin obstáculos de ninguna naturaleza para la explotación irracional de los recursos naturales, sin restricción del comercio, sin inconvenientes de infraestructura, ni incoherencias en los sistemas normativos de regulación y operación que sostienen las diligencias productivas de escala regional. Precisamente en función de esta visión geo-económica de la región, el área sudamericana ha sido dividido en torno a diez franjas multinacionales que se describen por un determinado tipo de riqueza en recursos naturales y que agrupan flujos de comercio fortalecidos o potenciales, en los cuales se busca instituir un estándar mínimo común de calidad de la infraestructura de transportes, energía y telecomunicaciones. De esta forma la región ha sido subdividido en 10 "Ejes de Integración y Desarrollo" (EID), con más de 500 proyectos organizados que revelan el afán y la voracidad del gran capital de agilizar el aprovechamiento y la explotación de recursos y la compraventa de mercancías, buscando salidas al mar para las riquezas que se encuentran en zonas interiores, aligerando el acceso a las relaciones comerciales del mercado mundial.
Es así, como la propuesta globalizadora del imperio del gran capital devora el futuro de los pueblos en América Latina, bajo la "permisologia y acuerdos" con los gobiernos de la región a nombre de la integración, que beneficia a una minoría (1%) dueños de esos conglomerados que saquean los recursos naturales de nuestro continente en nombre del desarrollo.