Érase una vez que el boxeo se había convertido en una plataforma para rechazar las guerras a nivel mundial, corría la década de los años 1960 cuando Muhammad Ali era el máximo exponente de ese deporte y un héroe internacional por oponerse a la agresión injusta de su país contra la República de Viet Nam. Dijo Ali:
"No iré a bombardear a los amarillos en Asia para complacer a los blancos que matan a los negros en EEUU".
Ali es hasta el día de hoy, para quienes amamos el boxeo, el más grande en esa disciplina pero también un admirable personaje que arriesgó su título mundial de campeón, fama y fortuna a cambio de defender sus convicciones de paz. Ali se retiró del boxeo en 1981, desde entonces nunca más se ha visto un deportista tan sobresaliente en asuntos de la comunidad internacional. El boxeo ha perdido calidad, tanto por el escaso talento de sus campeones como por la castración ideológica, voluntaria o impuesta, que pesa sobre los atletas. Ya ninguno habla de más allá de su deporte.
Recientemente vimos la esperada pelea entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, ambos se tuvieron demasiado respeto y casi no se aporrearon. Ni deportivamente ni en cualquier otro plano este par de boxeadores se aproxima al brillo de Ali y otros de su época como George Foreman, Joe Frazier y Ken Norton. Lo que si ha crecido es la industria especulativa del boxeo, alrededor de 300 millones de dólares se repartieron entre estos pugilistas, una cifra astronómica que no se corresponde con la calidad del boxeo actual. Seguramente habrá revancha pues existen grandes intereses económicos de por medio.
Por lo pronto, extrañamos a héroes como Ali. Mientras llega uno que se aproxime a su grandeza, como intelectual que aplica todas las formas de lucha y que con mente abierta usa la tecnología para que su mensaje llegue más lejos, he realizado un video con calidad de exportación, dirigido al pueblo de EEUU, donde se combina deporte, humor, belleza y un sólido mensaje de paz, a propósito de la pelea Mayweather Pacquiao.
En el video me acompañaron las artistas Andreina Veliz y Karina Jaimes.