Describir la economía venezolana de hoy día pasa por considerar el pasado reciente y las medidas que se han venido tomando en la actualidad, en principio y es bueno decirlo la elaboración política de la economía ha pasado por un distanciamiento manifiesto de los organismos internacionales veamos, FMI, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, eso ha originado como sabemos todo un extraordinario movimiento internacional a través de la acción mediática mundial y nacional.
Igualmente en lo interno, por vez primera se elabora política económica fuera del alcance del lobby de la oligarquía criolla, ningún representante de ella, ha estado al frente de algún ministerio u organismo público hacedor e implementador de política económica, esto hay que repetirlo reiteradamente. Es público y notorio el casi abandono por la inversión productiva en el aparato venezolano fabril, esto viene presentándose mucho antes de la asunción al poder de Hugo Chávez y hasta la fecha, se aduce que la renta petrolera creo una dependencia tal que coadyuvó a que esto fuera de esta manera, el facilismo del acompañamiento del Estado en otorgar beneficios tanto en recursos como en la omisión y no obligaciones tributarias de manera cierta, produjo lo anteriormente descrito, he allí, una de las causas aparentes del ataque al gobierno del presidente Chávez y ahora al presidente Maduro.
Ciertamente, la política monetaria y cambiaria ha jugado un papel determinante en el curso de la economía todos estos años, provocando desviaciones alarmantes en cuanto el verdadero valor del bolívar y su referencia en al ámbito internacional, conduciendo a la indefectible decisión de un control cambiario, necesario, el cual lamentablemente lo decimos, ha introducido elementos si se quiere contradictorios en su desarrollo y sobremanera la falta de controles adecuados y la aplicación de sanciones ejemplarizantes, lo que consideramos de extrema perentoriedad, no obstante el sistema dual actual.
No todo se corresponde con la marcha de una economía sana y productiva, por el contrario, se deben ajustar ciertos pasajes de la política económica que conlleven a una definición de los actores económicos y de los agentes que se mueven en su seno. Tanto es de esta manera, que el gobierno y en correspondencia con la política de corte socialista productiva, ha tenido que crear mecanismos de abrir la economía a sectores comunitarios de pequeño y mediano alcance, de manera tal que, nuevos emprendedores ejerzan la economía desde un punto de vista social que a pequeña y mediana escala vayan construyendo una nueva economía, ocupando los espacios que han dejado por no inversión, abandono o desestabilización, los que suponemos son empresarios, que inclusive han sobrepuesto su pensamiento político por encima de su labor primaria.
Para terminar, es necesario en la hora actual unir esfuerzos pueblo y gobierno para terminar de derrotar la denominada guerra económica que aún permanece atada a ciertos sectores que no abandonan el deseo de acabar con la revolución bolivariana.
Por otra parte, importante es colocar la mira, el ojo visor, en las empresas regentadas por el Estado, su gerencia, la eficiencia, el papel que están cumpliendo o no en el mercado nacional, determinar con exactitud cual es su alcance e incidencia para conminar de alguna manera a regularizar el desabastecimiento y sobremanera la especulación. Ahora bien, en cuanto a la fijación de precios justos se deben preparar de mejor manera a los fiscales en un proceso de inducción técnica científica que apuntale la certitud a la hora de fijar un precio; sabemos que un estudio de costos no es algo sencillo, por ello, necesario es, incorporar a conocedores de la materia que den al traste con la vaciladera de los precios en productos derivados de la carne y la leche, tal es el caso de productos de charcutería como quesos, jamones, etc y que no se nos escape que está pasando con la importación de harina de trigo, dado que los productos en los cuales se utiliza como pan, pastelitos, tortas, etc, el desprendimiento de los precios hacia arriba es casi semanal.