Algo grave está pasando en la nación y el gobierno aplica aquel absurdo: "de lo que no se habla no existe, lo que no se pública no existe". El dólar sube, vuelve shannon escondido, las compañías hablan de vender carros en dólares, los obreros desquiciados exigen salarios en dólares, las encuestas están mal, las colas siguen, la escasez se afirma, la inseguridad escala de nivel, las mafias sustituyen al delito individual, se convierte en problema de Estado, se come a la nación. El Partido reconoce que la ética electorera de la cuarta, que la podredumbre lo contamina, y lo único que hace es firmar un acuerdo simbólico que evita ir a la raíz, la causa del deterioro ético…
Y el gobierno y el Partido no se declaran en emergencia, siguen andando como un autobús destartalado, sólo se ven el ombligo, sólo oyen los cantos propicios, nadie explica; se amenaza con anunciar algo misterioso que resolverá todo, pasan los días y el anuncio no aparece; mientras, se duerme tranquilo.
En Maracay pasó algo que es confuso, hay poquísima información, pero algunas conclusiones podemos sacar: sea lo que sea que pasó, movilizó a mucha fuerza armada, hubo fuerte enfrentamiento, un número de muertos indeterminado, detenidos por cientos. El hecho fue precedido por asaltos a prefecturas, podemos deducir que fue su respuesta.
El Ministro del Interior declara que en Aragua hay un problema de seguridad, ¿cuál es, por qué no se informa? Este operativo está enmarcado en ese problema. ¿Quién hace frente al problema de seguridad? Sería un grave error dejar la solución sólo en lo policial, como parece que está siendo. Es urgente una discusión de la nueva situación que avanza y de la cual Maracay es sólo una alerta.
El país adolece de una epidemia moral que crece en el vacío de valores revolucionarios golpeados por el egoísmo, el consumismo, el logro fácil, la recompensa inmerecida, el prestigio a la lógica del capital.
Es así, luego del asesinato del Comandante se creó un vacío moral que lo llena espontáneamente lo peor del capitalismo, el egoísmo elevado a niveles de deshumanismo. Es la base psíquica para el fascismo; el pranismo ya se había anunciado en las cárceles y no se oyó la alerta. El fenómeno se extiende a la república y la respuesta sólo policial es un error, crea justificaciones para su escalada, no combate el fenómeno en su base ética, al contrario, fortalece la lógica de la muerte.
Caro estamos pagando el abandono de la espiritualidad revolucionaria, su sustitución por el clientelismo mercenario.Es necesario, urgente, volver a Chávez, a su espiritualidad, a su lucha contra la lógica del capital, al camino del Socialismo, a la elevación de sus valores morales; dejar claro los perfiles éticos de la Revolución, sus valores, sus símbolos de éxito social. Parece ser una ley histórica que el regreso de un intento socialista, la restauración del capitalismo desde el camino socialista, no es pacífica, requiere de un periodo de violencia social, de fascismo… ¿Será eso lo que asoma en nuestro horizonte? ¿Aún hay tiempo para detenerlo?