Chávez, discurso y digresión

Lo admirable de los hombres y mujeres en la Historia Universal, ha sido la capacidad para entender su tiempo y empinarse por encima de las dificultades, desbrozar caminos, caerse y levantarse; y siendo seres terrenales ,mortales, como nosotros, soñadores, idealistas; identificados con nuestras modestas querencias, el mérito se acrecienta.

Simón Bolívar pudo haber sido un terrateniente más, pero las circunstancias, familiares, personales, relaciones humanas, formación intelectual y contexto histórico nacional e internacional, lo llevaron a abrazar la más noble causa de su tiempo, la redención de su pueblo en lo social y en lo político.

En la década del 80, conocí al capitán Hugo Chávez en la Academia Militar de Venezuela, en ese entonces estaba a mi cargo la Cátedra de Museología que se impartía como actividad complementaria. Tenía Chávez asignada una pequeña oficina donde en varias ocasiones sostuvimos largas y amenas conversaciones sobre Arte y Cultura. Recuerdo su pasión por la Geografía, y los buenos chistes.

Esas amigables conversaciones no pasaban de la “Cultura general”, salvo comentarios muy generales sobre el país, pero nada complicado, seguramente había dos razones, mucha prudencia de Chávez, y cautela de mi parte, pues tenía en mi haber una larga reclusión política por sentencia de una corte marcial.

Pasaron varios años, la situación económico-social y ética del país se fue deteriorando, se produjo en febrero de 1989 el “Caracazo”, había una situación delicada de efervescencia, de inquietud en la Academia como en todo el país, y tres años después el 4 de febrero de 1992, veo en los medios al antiguo compañero de trabajo que con el grado de Teniente-Coronel; aparecía como el jefe de la insurgencia militar protagonizada en esa fecha contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez.

La grandeza de Hugo Rafael Chávez Frías, con certeza la podemos ubicar en la fuerza derivada de su estrecho vínculo con la Pacha mama, que le dotaba de esa extraordinaria plataforma , con lo cual hizo posible la asunción del espacio con libertad y audacia (esa es la historia de los grandes árboles). Por otra parte, la permanencia de los ancestros mediante el cultivo de la tradición oral, lo lúdico en su infancia y juventud, y la responsabilidad en modestas labores.

Hay una habilidad que sorprendía a los oidores de Chávez, en sus habituales alocuciones, y que era esa capacidad, para salirse del discurso y abordar otros temas, o declamar y cantar, y luego le entraba fino y continuaba como si nada ¿Buena memoria? ¿Técnicas oratorias?, es posible, sin embargo hay otros elementos que se me ocurre agregar.
Chávez tuvo temprana conciencia de que la reproducción de la vida, estaba indisolublemente vinculada a la naturaleza; por ello tanta querencia con sus espacios llaneros, por sus ríos, flora, fauna y la cultura de sus habitantes. Con esa conciencia de su entorno y el pensamiento académico hizo una extraordinaria simbiosis, construyendo una geografía viva. No resulta casual que en el Artículo 11, Capítulo I, Título II de la Constitución Bolivariana de 1999, se plantee una nueva y amplia visión de una Geografía Moderna, Nacional y Soberana.

Tuvo Chávez que fijar muchos referentes visuales y memorísticos, para trasladarse en aquellos anchurosos paisajes llaneros sin perder el rumbo. Y esa habilidad para el desplazamiento en el terreno lo reflejó también en el discurso: la cita histórica, la expresión coloquial, las interrogantes y dudas sobre el pensar y el hacer de las comunidades y el gobierno; el discurso como cátedra de formación social y política y todo eso en un lenguaje fluido que mantuviese el interés de la audiencia.

Pero esa construcción discursiva de Chávez, no se da como acto milagroso, realmente fue un titánico esfuerzo de estudio, lectura y aprendizaje, seguramente de muchos amaneceres de consultas bibliográficas; de infinitas páginas subrayadas, de relecturas, de reflexión, placer y angustias.

Los factores de poder en Venezuela, llámese oligarquía, burguesía, capitalismo, ya desde el 4 de febrero sabían que no era Chávez, el hombre que les convenía en la Presidencia de la República, sin embargo era tanto el desprestigio y el despelote en que habían sumido la nación a lo largo de 40 años (Punto fijismo) que no tenían fuerzas de ninguna naturaleza para impedir la instalación del proceso político liderado por Chávez. Pero los intereses eran muchos y rápidamente comenzaron a reorganizarse.

Pareciera que aquí en nuestro país, la gran empresa o el mejor negocio de los factores de poder, ayudaditos por nuestras debilidades, ha sido la captura de la renta petrolera. Y el funcionamiento de algunas empresas no sería más que otros ingresos,( el sencillo pues). Estos números y las respectivas comparaciones para revelar estas verdades del tamaño de una catedral no serían difíciles para nuestros avezados economistas.

El caso es, que los factores de poder decidieron tocar los tambores de la guerra, el zambo y rebelde Hugo Chávez Frías, para la dignidad de esta nación, abrió la caja de Pandora y surgió por una parte un grupito venezolano y extranjero, dueño de todo, un sector mayoritario empobrecido, y una esperanza de redención colectiva: el Socialismo. Ese es el reto.

Ahora no se trata de Chávez, y Maduro; los de siempre vienen por el País, ya no es su tajada, quieren cobrar completo, y su triunfo por la vía que fuere significaría el quiebre de esta República! Ojalá! Que el regodeo entre nosotros , el triunfalismo, la ausencia de discusión , el consignísmo, y la incomprensión, no nos haga perder la capacidad de hurgar en la realidad, para entenderla y actuar asertivamente..
LA REVOLUCION ES CULTURAL



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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