¡No nos van a amedrentar porque no los vamos a dejar y porque no tienen el poder de hacerlo! De la mano de nuestro Comandante Chávez rescatamos nuestras raíces, reavivamos nuestro espíritu libertario, recuperamos nuestro poder constituyente e iniciamos la construcción de una nueva Venezuela socialista, bolivariana y Nuestro–Americana.
¿Qué tal lo estamos haciendo? Bien, con errores, marchas y contramarchas sí, pero BIEN. Si después de 16 años de andar nuestro proceso fuera frágil e inofensivo, no tendría tantos enemigos internos y externos ni fuera blanco del terrorismo económico, mediático y psicológico de los capos del capital-sionismo y sus secuaces.
Que lo que quieren es apoderarse de la riqueza generada por nuestro petróleo, sí. Pero tanto o más quieren detener el avance del Poder Popular en nuestro país, la proyección de Venezuela en América Latina y el Caribe, y el ejemplo que damos a otros pueblos del mundo. Prueba de ello, a pesar de que hasta ahora no hemos impedido que se sigan apoderando de gran parte de nuestra riqueza, arrecian cada vez más sus ataques contra el Gobierno y el chavismo, sus dirigentes y militantes.
¿Por qué atacan al presidente Nicolás Maduro y al diputado Diosdado Cabello? Porque son importantes, porque liderizan nuestro proceso independentista. ¿Por qué se empeñan en desesperar y exasperar al pueblo chavista? Porque somos poderosos, porque somos un halo de luz en la oscuridad del Nuevo Desorden Mundial1
El enemigo ha adoptado diversas tácticas para destruirnos y ha fracasado. Ahora está tratando de manipular nuestras mentes y debilitar nuestras convicciones, incomodándonos la vida y dificultándonos el acceso a bienes y servicios pero ¡no lo va a conseguir!
Somos los mismos chavistas, civiles y militares, que pusimos y repusimos a Hugo Chávez en el Palacio de Miraflores, que rescatamos la industria petrolera, que aguantamos los paros, que llevamos a Maduro a la Presidencia, etc.
Los mismos pero más despabilados. Más conocedores de nuestras fortalezas y debilidades. Más conocedores de los objetivos y tácticas del enemigo. No somos borregos manipulables por quienes nos desconocen y desprecian. No caemos en provocaciones, no traicionamos la causa, ni cambiamos nuestra dignidad y poder por un kilo de azúcar o un rollo de papel.
Unidos juramos ser Chávez y unidos triunfaremos una vez más.
¡Viviremos y Venceremos!