Ante las recientes muertes y en especial, la muerte-asesinato de los chamos Faddul, la pregunta que casi se queda en mi garganta, es ¿quién será el próximo? Porque al parecer, ninguno estamos a salvo.
A raíz de los recientes asesinatos, en Internet circularon algunas notas especulativas sobre la posible relación entre todas como parte de un tinglado para intentar una vez, desestabilizar al país. Y la verdad, me pareció atroz, diabólico, perverso, pero… no imposible. La oposición venezolana nos ha venido acostumbrando a que nos preparemos para lo peor, pero como siempre, la imaginación supera a la realidad y en este momento, este casi axioma… se volvió a cumplir.
Si la muerte de Sindoni, fue terrible por lo que él significó para Aragua, la de los hermanitos Faddul es devastadora y la del fotógrafo de El Mundo, me deja casi palabras. Esta cadena, esta atroz cadena, lo vacía a una, lo deja en el sitio, una siente entonces que la barbarie no solo fue contra esa familia, contra Sindoni y contra el fotógrafo. Esa muerte fue contra todos nosotros/as. Y ese dolor, me hizo recordar el dolor de Danilo, certero, con puntería, sin escapatoria…, donde por cierto, “la SC del este caraqueño” no dijo ni pió.
Y es en medio de ese dolor, que me surge la pregunta que encabeza este artículo: ¿Quién será el próximo? ¿A quién le tocará esa ruleta rusa? ¿A quién han seleccionado? Quisiera equivocarme, pero comienzo a temer que sea un político, preferiblemente ligado al chavismo, para equilibrar “el plan”. O tal vez un periodista, para beneplácito de la SIP.
Ojalá esté equivocada. Ojalá mi intuición falle y con ella, la de muchos venezolanos que estamos comenzando a pensar así. Pero las declaraciones previas de algunos “connotados políticos de la cuarta república”, junto a “las manifestaciones en el este de Caracas”, los comentarios de los fablistanes que trabajan para la oposición, que desde ahora me niego a llamar periodistas y mucho menos, colegas, la opinión “de los vecinos”, hacen temer que están muertes formen parte de un plan, de un macabro plan. Que Dios nos agarre confesados.
Sin embargo, más allá de todas las muertes, más allá de todos los planes de muerte que puedan tener planificados, está la voluntad de un pueblo que no se la va a “quebrar” nadie. Está el sueño de millones de venezolanos que no, nos lo van a oscurece, ni mucho menos doblegar. Una vez más se volverán a equivocar, una vez más…
¡CON CHÁVEZ TODO!
¡SIN CHÁVEZ NADA!
