No hay oposición pero si hiperinflación

Aunque somos cuidadosos de "no meternos en camisas de once varas", como decía nuestra mamá Eloisa allá en los andes, en los últimos días hemos estado atentos al comportamiento de nuestra economía y si bien, los economistas de la oposición hacen fiesta con sus cifras, el BCV ha sido cauteloso en publicarlas mientras la economía doméstica nos ilustra y el bolsillo de los venezolanos también marca la pauta. (www.erroreshistoricos.com/.../646-origen-y-significado-de-meterse-en-camisa-de-once-varas.html)

Según cifras del FMI la inflación para Venezuela en el 2015 ronda el 96,8 % y las últimas del BCV en enero de este año estarían en el orden de un 68%, niveles que afectan la economía de los venezolanos y lo cual parece haber disparado las alarmas y se intercala con la política para poner a los estudiosos a hablar de hiperinflación; un término que engloba indicadores que superan el 100 % de los índices del costo de la vida y sirven además de marcador a las instituciones que llevan el pulso de la economía de un país.

En este orden de ideas cobra importancia pasearnos por las experiencias cercanas de los países del cono sur, quienes vivieron situaciones parecidas en el campo inflacionario, las cuales a pesar de tener características muy distintas a las nuestras y ser creadas por políticas erradas del FMI y el BM, hicieron estragos en los estados financieros que atravesaron dichos países (Brasil, Argentina, Uruguay, Chile) en la década de los 80 y terminaron postrados y agobiados por sus inmensas deudas externas.

Vale la pena recordar un concepto que recogimos de la página de Wikipedia y que nos llama a reflexión sobre estos fenómenos a los cuales no estábamos acostumbrados los venezolanos, pero que ahora han sido atizados por el imperio y por la oposición lacaya, más por razones políticas que económicas y por estar atados a la economía mundial y a la dependencia de nuestro país a los precios del petróleo, los cuales bajaron abruptamente en el mercado internacional afectando nuestro presupuesto que fue calculado a 50 dólares el barril.

"La hiperinflación abrió un profundo surco en la mentalidad colectiva (1989): creando angustia, impotencia y búsqueda desesperada de soluciones" Esta situación nos describe la Argentina en los tiempos de Alfonsín y nos recuerda lo que también posteriormente ocurriría en los tiempos de Carlos Menem y Fernando De la Rúa.

En el caso venezolano la situación es totalmente diferente. Están lejanos los fantasmas del FMI y el BM pero tenemos una inflación que cruza la frontera de la hiperinflación. La nuestra es totalmente inducida y manejada por empresas trasnacionales y la oligarquía criolla como una estrategia dirigida desde el imperio; lo cual si bien no ha tenido unas consecuencias a lo chileno o similar al modelo argentino en el país, si busca a la larga perjudicar el resultado de las próximas elecciones parlamentarias a realizarse en Venezuela antes de fin de año, según anuncio de la presidenta del CNE, Tibisay Lucena.

La acción premeditada de la oposición y la injerencia externa ha incidido en el comportamiento de nuestra economía, también motorizada por intereses turbios y muy oscuros. Es obvio, además de nuestras debilidades, que el actuar de una mano peluda desde Colombia ha manipulado la devaluación de nuestra moneda y el valor de las divisas, unido a la estrategia de Dólar Today desde Miami dirigida por los "auto-exilados" enemigos de la Revolución Bolivariana.

A pesar de toda esta maniobra contra nuestro país, el gobierno del Presidente Nicolás Maduro se ha mantenido imperturbable ante los ataques económicos y ha respondido con una inyección de recursos a la economía venezolana, con una inversión social durante este año 2015 que asciende a una cifra superior a los 550 mil millones de dólares.

Esta acción ha estado acompañada de medidas como aumentos de sueldos a la clase trabajadora y un activo control del contrabando hacia Colombia (el cual debemos incrementar a través de las FANB), claramente descrito con cifras por el gobernador del estado Táchira José Gregorio Vielma Mora, quien lo calificó como "un ingrediente nefasto para el pueblo venezolano" y que hemos tratado de superar.

Ante todo este cuadro, el cual raya en la hiperinflación, hay que sumar la reacción antipatriótica y mercenaria que ha tenido la oposición, como por ejemplo la del líder devaluado Henrique Capriles Radonski quien manifestó su alegría por el daño causado al pueblo venezolano a través de la escasez y el desabastecimiento y además, celebró la caída de los precios del petróleo.

Ante esta trampa de la oposición y el plan del imperio contra nuestro país para apoderarse de la Asamblea Nacional a costa de una inflación inducida, debemos todos echar el resto junto al gobierno del Presidente Nicolás Maduro y el pueblo chavista en la calle para defender la Revolución Bolivariana.

En nuestro país, lamentablemente, no existe oposición pero si existe una hiperinflación inducida. La misma ha sido creada artificialmente como un ingrediente para acabar con nuestra Revolución. Esta hiperinflación debemos vencerla y erradicarla para siempre de Venezuela.

Ante esta nueva batalla contra la hiperinflación y la guerra económica debemos todos enfrentarla con: ¡Unidad, lucha batalla y victoria!... ¡Venceremos!

 



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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