Digo economía callejera púes esa es la que usamos los que no fuimos a una universidad a estudiar cómo funciona el mundo de los economistas, pero que andamos en la calle todos los días viendo a ver que logramos comprar con lo que tenemos, sin quedar limpios.
El panorama económico del país no es tan relevante como el bochinche en que nos encontramos; el peo no es si la macroeconomía nacional funciona según lo establecido en los modelos establecidos por los eruditos de la materia o si los índices de inflación son los adecuados para el buen funcionamiento de la actividad económica nacional o si las formulas usadas por los "expertos" que manejan ese misterioso mundo de algoritmos indescifrables son las correctas.
El común de los ciudadanos no entendemos de esos cálculos, solo entendemos que lo que hay en el bolsillo no es suficiente para comprar lo que hay en los anaqueles; esa es la verdadera realidad.
Con ese panorama el pueblo chavista saldrá a elegir a los candidatos que se medirán con la oposición en las venideras elecciones para diputados a la Asamblea Nacional.
Nuestro compromiso es participar, pero ¿Y el compromiso del estado de proteger nuestros bolsillos donde está?; se siente una irresponsable falta de supervisión y más allá de eso una cómplice actuación de los organismos oficiales que están encargados de la protección de nuestros bolsillos.
Pasamos por cualquier tienda y vemos etiquetas de supervisiones recientes de los encargados de cuidarnos y nos sentimos confortados hasta que vemos los precios que hay dentro de ellas; ¿Si el sueldo mínimo está en poco más de 7.000Bs., cómo puede costar un par de zapatos (de los baratos) no menos de 5.000? ¿Cómo puede costar una camisa (de las baratas) no menos de 3.000?. Pregunto cómo puede costar, asumiendo que no me están robando pues en la puerta de la tienda hay una etiqueta roja con letras blancas que aseguran que un funcionario estuvo allí y que todo está en regla en ese lugar.
Nuestro compromiso es participar, pero ¿Donde está el compromiso de quienes permiten que la guerra económica nos tenga el dedo metido más allá de hasta donde el chileno se lo metió al uruguayo?.
Hay cansancio en la calle y pareciera que los que tienen la responsabilidad de protegernos no escuchan o son cómplices, algunos nos preguntamos si estarán trabajando para el equipo contrario, ¿Cuál es el nivel de compromiso del funcionario que va con su chalequito rojo a supervisar y termina siendo chalequeado por el propietario o gerente de una tienda?
La cosa va desde lo más simple hasta lo más complejo; los precios se disparan todos los días bajo la impotencia de un estado que cada día nos llama a participar y defender a la revolución mientras no hay manera de eliminar el horror de las colas (no por el precio de los productos, sino por la aparición momentánea de estos).
¿Si el sueldo mínimo es de poco más de 7.000 como puede costar un alquiler más de 10.000 en una zona de poca seguridad o de pocos servicios públicos?
El pueblo chavista todavía esta decididamente enfrentado al opositor y está decidido a no dejarse quitar lo logrado, pero también está evaluando la presente gestión y no es cuestión de ideología sino de eficiencia (o ineficiencia, mejor dicho).
Los nuevos miembros de la Asamblea Nacional deberán tener claro que están siendo elegidos en un momento de crisis, en un momento donde la gente en la calle se siente burlada por un empresariado criminal o por unos administradores ineficientes.
La mayoría de los aspirantes a la Asamblea Nacional aun andan en la calle, en carritos baratos (de menos de 2.000.000, otro absurdo) o en transporte público; ojala no se les olvide cuando lleguen a Caracas y no sigan el ejemplo de algunos que llegaron ya.
Es una buena noticia saber que gente nueva ocupara los espacios viejos, la majestad de la Asamblea ha sido reivindicada desde 1999 por quienes se irán dentro de poco, ojala los que se quedan y que están dese ufff (como dice mi hija) no acoquinen a los bisoños y el bochinche continúe.
La Asamblea Nacional es la voz del pueblo, es la voz de las regiones y allá llegarán entonces las quejas de lo que hoy vivimos en la viva voz de los nuevos diputados que seguramente también están viviéndolo.
Es pues una oportunidad de llevar las voces del pueblo de manera fresca y directa una vez más, si la oposición y sus candidatos refritos ocupan ese espacio perderemos la oportunidad de oxigenar al proceso revolucionario.
Tenemos en contra la paliza que nos está dando la guerra económica, tenemos a favor nuestra fe en que el socialismo es el camino y la esperanza de que nuevas voces lleven nuevos conceptos, nuevas ideas y nuevos mensajes.
Tenemos a favor el espíritu de lucha que nos impulsa a renovar al equipo que nos representa, tenemos a favor la desorganización de la oposición y sus abusos a la hora de elegir a los representantes de su bando, tenemos a favor nuestro corazón chavista, tenemos a favor nuestra conciencia patria, tenemos a favor la oportunidad de oxigenar nuestra fuerzas para derrotar a los saboteadores que alimentan a la guerra económica desde adentro.
Estas elecciones internas son la oportunidad de demostrarle al gobierno y a la oposición que los chavistas estamos firmes en el camino al socialismo y apostamos por el relevo democrático de nuestros representantes con la esperanza puesta en el bienestar de todos y todas.