La participación de 3.162.400 votantes en las elecciones primarias del PSUV es un éxito. Sólo una oposición acostumbrada a mercantilizar todo, incluida la política, es capaz de negarlo o de tratar de desvirtuarlo con argumentos infantiles, ruines y discriminatorios.
El 28 de junio el chavismo le dio un espaldarazo al Presidente Maduro y, como dijera Jordan Rodríguez en El Desayuno del día 29, ahora le toca al Presidente apoyar al pueblo, tomar las medidas necesarias para frenar la guerra económica. Apreciación compartida por muchos y ratificada por Schémel “la gente no quiere un cambio de gobierno sino que el Gobierno funcione”.
Quienes gritaban hace años “con hambre y sin empleo, con Chávez me resteo” no lo hacían por masoquistas sino para aupar la lucha del Comandante por sus derechos. Así, los chavistas que votamos el domingo pasado, no lo hicimos por el placer de hacer cola o pagar precios exorbitantes, sino para indicarle al Presidente Maduro que estamos dispuestos a acompañarlo en su lucha contra quienes pretenden desestabilizar el país y vaciar los bolsillos de los venezolanos.
Pero para poder trabajar de la mano con Maduro en defensa de nuestra economía, los chavistas duros y los 7 millones adicionales de venezolanos que firmamos contra el Decreto del presidente Obama necesitamos conocer el alcance de la guerra financiera y del bloqueo light que le está aplicando el capital sionismo a Venezuela así como el detalle operativo de las expresiones locales de esta guerra.
El poder popular organizado no puede asumir la deuda externa ni modificar la calificación de riesgo políticamente manipulada, pero sí puede colaborar con el Gobierno en el seguimiento y contraloría distinto tipo de operaciones y recursos. Puede distribuir directamente las importaciones de productos básicos, fortalecer la producción local, reorientar sus hábitos de consumo, etc.
Tenemos unas elecciones cruciales en puerta. De la composición de la nueva Asamblea va a depender si avanzamos hacia el socialismo o nos sumergimos en el caos fondomonetarista. Los chavistas duros lo sabemos y por eso acudimos masivamente a las primarias. Pero ello no basta. Somos un país presidencialista, el pueblo está esperando que el Presidente ejerza su poder, para acompañarlo. Es hora de tomar las medidas drásticas que se vienen anunciando desde hace semanas.