1.- Desde el mismo momento en que Hugo Chávez se perfila como potencial Presidente de la República (en 1998), existen planes de los sectores económicos poderosos y del gobierno de los Estados Unidos para no permitir la Revolución Bolivariana en Venezuela.
2.- Los días 11-12 de abril del 2002 se impuso un golpe de estado de ultraderecha, con participación de sectores de centro-derecha que en las 28 horas del reparto gubernamental fueron desplazados por los elementos más reaccionarios y fascistas. Involucrados en el golpe de estado contra la Constitución y el gobierno bolivariano, están: militares de alto rango, gente vinculada a Carlos Andrés Pérez, Fedecámaras, Fedenaga, la CTV, el Opus Dei, cierta cúpula eclesiástica antipatriota, el partido Primero Justicia, sectores de Copei y socialcristianos, sectores de AD, el miquilenismo, y los grandes medios de difusión. Detrás de todo, el gobierno del país más experto en promover golpes y magnicidios en América: USA.
3.- La Guardia Nacional, con sus honrosas excepciones, fue el componente militar más antidemocrático y desleal al Presidente y a la Constitución.
4.- Saber que Chávez nunca renunció, sino que estaba preso, estimuló la rebelión de un pueblo que despertó convencido que su Presidente no le había traicionado.
5.- Los sectores populares de Caracas, Guarenas-Guatire, Maracay y Valencia, junto a los militares patrióticos (estimulados por la decisión de esa gente humilde de defender a su Presidente), derrotaron el golpe fascista.
6.- El contragolpe, en lo militar, partió de los mandos medios de la FAN (Tenientes Coroneles, Capitanes , Mayores, Tenientes) y unos pocos Coroneles y Generales patriotas.
7.- A lo largo de tres años de gobierno, el Presidente Chávez sobreestimó, en forma general, el carácter institucional y patriótico de los mandos militares en el proceso de transformación y en la gestión de gobierno. Por el contrario, subestimó el papel de las organizaciones políticas, organizaciones populares y líderes “civiles” en la conducción del proceso y del gobierno.
8.- El golpe de estado deja muchas lecciones y reflexiones. Dejó ver debilidades y fortalezas del proceso y del gobierno bolivariano. Surgieron actos de traición, como el Gobernador de Anzoátegui (David D Lima); el Gobernador de Bolívar (Antonio Rojas); el general Rosendo; el Vice-Ministro de Seguridad, general Camacho Kairuz; el Ministro de Finanzas, general Uson Ramírez. Pero también afloraron actos de valentía y lealtad en plena arremetida de la oligarquía, como la firmeza de algunos gobernadores y gobernadoras, ministros y ministras, diputados y diputadas, alcaldes y alcaldesas, cuadros políticos (en verdad, pocos); y tantos héroes anónimos del pueblo sencillo.
9.- No todos los altos funcionarios del gobierno demostraron ser leales y comprometidos con la Constitución y el proceso de cambios. Por otra parte, mucha gente de nuestro pueblo, sin cargos de gobierno o desempleada, salió a rescatar la esperanza colectiva.
10.- Además de Caracas, cada región e institución de gobierno vivió su propia historia del golpe de estado; no faltaron los seguidores de los golpistas: empresarios, ganaderos, periodistas, sindicalistas, políticos, alcaldes, legisladores, policías, y no pocos empleados públicos. Celebraban y se asignaban cargos. Pero, esa es otra historia, que no ha terminado un día 13.
Por cierto, es asombroso el espíritu unitario, de humildad y de respeto mutuo entre los dirigentes bolivarianos cuando se está acorralado en abril.
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