El presidente Maduro y el Esequibo: lo que faltó

Me causó una profunda satisfacción escuchar al Presidente Nicolás Maduro abordando el tema del Esequibo. Hilvanando los hechos históricos que marcan la controversia y hurgando en la complejidad del contencioso que se deriva de este histórico reclamo. El país lo estaba esperando. Los anuncios marcan un rumbo y reafirman nuestra disposición a defender la Soberanía Territorial. La necesaria prudencia política y la cautela diplomática impregnaron decisiones y convocaron a la acción necesaria, de tal manera, que hasta se pudiera pensar que faltó algo.

La alocución presidencial reafirmó, categóricamente, nuestro reclamo del Territorio Esequibo despojado por el imperio británico en connivencia con el gobierno norteamericano y su nefasta "Doctrina Monroe". Quedó claro, nuestro apego al "Acuerdo de Ginebra" y el reimpulso al procedimiento de los "Buenos Oficios" como vía diplomática para buscar una salida pacifica a la controversia territorial.

El Presidente de la República ratifica el "Carácter de Estado" que tiene el tema al nombrar una Comisión Presidencial para su divulgación ante los organismos multilaterales y al promulgar un Decreto con Rango de Ley para atender los problemas limítrofes con los países vecinos, previa consideración de la opinión del Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo de Estado.

Resultan determinantes las acciones diplomáticas que implican llamar a consulta a la Embajadora, bajar el nivel de la embajada y revisar, minuciosamente, las relaciones, acuerdos, convenios y cooperación contemplada en la Agenda Bilateral; tal como ordenó el Presidente de la República.

La "corrección" del Decreto 1.787 que define nuestras fachadas fronterizas y crea las Zonas Operativas de Defensa Integral Marítimas e Insulares -ZODIMAIN- y la promulgación de un nuevo Decreto abren amplías expectativas en distintos sectores políticos dentro y fuera del país. Nos obliga a conocer su contenido para comprender las implicaciones y compromisos que de él se derivan.

La denuncia contra la Exxon Mobil, presente a lo largo de la alocución, aún sin profundizar detalles y explicaciones, nos permite comprender que se trata de un Plan para Desestabilizar la Región. Un plan impulsado desde el Departamento de Estado con participación activa del capital transnacional y la anuencia cómplice del Gobierno de Guyana, hoy liderizado por David Granger.

Este Plan de Desestabilización de la Región, que pasa por destruir PETROCARIBE, comenzó a desarrollarse desde comienzos del año 2010 cuando David Goldwyn, para ese momento, Coordinador de Asuntos Energéticos Internacionales del Departamento de Estado visitó Guyana (por 4 días) junto con los más conspicuos representantes del capital transnacional petrolero. Se reunió con el Alto Gobierno de Guyana, con la Dirección Nacional del Partido Progresista del Pueblo (PPP), Con el Partido Nacional del Congreso (PNC), la Alianza para el Cambio (AFC) y distintas Misiones Diplomáticas acreditadas en Georgetown. Quedando al descubierto que detrás de las acciones de Guyana en el Esequibo estaba el Departamento de Estado.

En junio de ese mismo año (2010) Hillary Clinton se reúne en Barbados con los Ministros de Asuntos Exteriores de los países de la CARICOM y presenta un plan conocido como "Iniciativas para la Seguridad de la Cuenca del Caribe" (CBSI, por sus siglas en inglés) donde se contemplan, discretamente, los objetivos desestabilizadores. Inicialmente, se pensó en tomar Trinidad y Tobago como epicentro del plan y posteriormente se consideraron las ventajas de Guyana por ser sede de la Secretaria Permanente de la CARICOM y la sensibilidad que proyecta a nivel internacional la controversia territorial por el Esequibo.

En enero del año 2012, Donald Ramotar, firma la entrega del Bloque Stabroek a la Exxon Mobil, representada por Svein Utskot, Paul Brown y Milton Chaves. Se entrega el Bloque Pomeron a la CGX Energy y el Bloque Roraima a Andarko. Los tres bloques ubicados en las adyacencias del Delta del Orinoco. Violentando no sólo el territorio en reclamación, sino tomando territorio venezolano estratégico como es la desembocadura del Orinoco. Nuestra salida comercial al Atlántico.

En junio del 2014, se presenta a consideración del Departamento de Estado el documento: "Energía Incierta: La apuesta del Caribe con Venezuela". Plan de Desestabilización y destrucción de PETROCARIBE elaborado por "Goldwyn Global Strategies" y "New Atlantic Council Global Center" dos equipos que trabajan como asesores (tanques de pensamiento) del Departamento de Estado bajo la conducción de David Golwyn.

El documento "Energía Incierta: La apuesta del Caribe con Venezuela" sirvió de base para la Cumbre de Seguridad Energética del Caribe convocada por el Gobierno Norteamericano en enero de este año, donde participaron todos los países miembros de la CARICOM. Allí se delinearon acciones que nos han llevado a esta coyuntura compleja y delicada que pone en peligro el Delta del Orinoco, el avance de PETROCARIBE, la salida comercial de las Empresas Básicas de Guayana, los proyectos de la Faja Petrolifica del Orinoco y la instalación de la Plataforma Deltana.

Queda claro que, en este momento, el Esequibo es utilizado como una estrategia desestabilizadora. La presencia de la Exxon Mobil, Shell, Andarko, Tullow Oil Company, CGX Energy, Canacol, Groundstar en el territorio en reclamación y la ocupación de parte del Delta del Orinoco va más allá de una provocación. Es un plan bien concebido con objetivos muy precisos.

La otra cara de este plan es que ha logrado la incorporación activa de la Alianza Pacifico con las acciones diplomáticas de Colombia y la campaña mediática desatada en estos países contra Venezuela.

Las desmesuradas declaraciones de David Granger lo desnudan como un simple peón del Departamento de Estado y el capital transnacional. Es tan compleja esta situación que estamos obligados a considerar, como variables del análisis, la reconstrucción de las relaciones diplomáticas con EEUU y la situación interna del país con todos los bemoles de la "guerra económica" en el contexto de unas elecciones parlamentarias de mucha trascendencia política...

Quizás lo impone la realidad política, pero si hay algo que faltó, lo debemos colocar nosotros. El Presidente de la República ha marcado la pauta, colocando muchas cosas en su lugar. Convocando a la unidad nacional en medio de un gran debate por la defensa de la Soberanía Nacional y la integridad territorial...



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Darío Morandy


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