George W. Hegel: "La historia es el progreso de la conciencia de la libertad".
Estamos a 25 años del CARACAZO, a la distancia en el tiempo nos acerca el amargo recuerdo de la anarquía, la desesperación y la falta de rumbo de los sectores populares ante un estado entregado a la barbarie y a la exclusión, sometido a los designios de élites corruptas, esclavas del lucro, la hegemonía y el poder por el poder. No es fácil hacer comparaciones entre dos momentos históricos. El simplismo no puede borrar las perspectivas.
Hoy nos encontramos en la etapa más difícil del intento de revolución, con avances sociales innegables, estamos en presencia de un movimiento popular insurgente, politizado, crítico y consiente. Un Movimiento popular con cuadros intermedios, portadores de un nivel de conciencia y compromiso, quizás superior a gran parte de la burocracia gobernante y de la nueva clase política surgida en medio del proceso, contradicción que alimenta la posibilidad de enderezar los entuertos y retomar el camino. Son como dos fuerzas encontradas, una es la desesperanza que crece de la mano de factores burócratas, inmorales y corruptos, que secuestran las políticas públicas y desconocen el principal legado del comandante "COMUNAS O NADA" ,por encima de la comuna, no hay burocracia ni militarismo que valga, la COMUNA es el resultado de la democratización del poder político, la segunda es la esperanza popular del pueblo organizado, del liderazgo emergente, parafraseando a Núñez Tenorio, la presencia activa de la metódica desde abajo, desde las entrañas del pueblo, inspirada en el grito de Chávez "SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO" es el pueblo organizado, consciente el que tiene que luchar por los espacios de poder y construir la nueva alternativa, impulsar el nuevo rumbo, oxigenar la lucha social, imponer los correctivos hasta lograr la eficiencia, la transparencia y la democratización de la acción de gobierno.
La oposición Venezolana, esa que cabalga sobre los errores, sobre la omisión y sobre la ineficiencia y el burocratismo, no tiene vela en este entierro, no entiende el proceso, está fuera del hecho social de los barrios y desconoce el nivel de conciencia y grado de compromiso del liderazgo intermedio y popular que sostiene y sostendrá éste proceso revolucionario. Esa oposición bobalicona, entreguista, corrupta y desfasada, sueña con el poder para retrotraer los tiempos y volver al colaboracionismo de clases, a un gobierno bonapartista, o a otro pacto de punto fijo que traicione las esperanzas del pueblo. Eso no está planteado. Lo que viene es una reorganización de las fuerzas populares, es retomar las 3R, la democracia participativa y protagónica, la democracia directa. "Todo el poder para el pueblo" así les duela a las elites de la derecha y de la izquierda, así les duela a los burócratas y a los enchufados del hoy y del ayer, o los que sueñan por enchufarse. La solución la tiene el pueblo y saldrá en su momento.
Sin comprometer las directrices nacionales de REDES, entiendo a este complejo partidista como un gran movimiento de movimientos que sirve de articulador de las diversas fuerzas sociales que hacen vida en las entrañas del pueblo. es un gran tejido nacional de interacción de inquietudes, de sueños, de esperanzas y de propuestas por hacer más y mejor revolución, con alto sentido crítico, pero con gran compromiso de lealtad y colaboración para avanzar en el logro de las metas y tareas que se desprenden de la discusión y la construcción colectiva.
Es de altísima responsabilidad patriota prepararse para la lucha, para los diversos escenarios que se presenten y estar junto al pueblo para resistir y acumular fuerzas que nos permitan vencer los obstáculos y avanzar en un modelo social forjado por nosotros mismos. Hago este señalamiento sobre REDES, por el aporte que como movimiento de movimientos puede prestar en la coyuntura política actual y en los escenarios por venir.