Todas y todos somos afectados por la carga moral, psicológica, económica y paramilitar que deriva de la guerra económica.
Su finalidad insurreccional y golpista es para ponerle "la mano invisible del mercado" a nuestra economía y materia prima, volver a escamotearnos nuestras industrias básicas justificando la eliminación de la inversión social.

El escenario actual es de guerra y no hay términos medio, aquí solo hay dos modelos en conflicto: el Socialismo Chavista para la satisfacción de nuestros derechos históricamente postergados y el capitalismo que tiene su lógica "en la acumulación de capital económico de una minoría sobre el infortunio de las mayorías".

¿Me invita la derecha a que vaya a las colas a hablarle a la gente? sin su invitación yo voy porque soy padre, en las colas escucho y hablo con la gente, paso la misma incomodidad del sol y la rabia del tiempo perdido, la impotencia de no encontrar el producto buscado y el repudio por la presencia de bachaqueros y funcionarios corruptos que con su aporte contribuyen con el imperio y sus lacayos.

¡Pero pretender que todo este malestar generado me haga contrarrevolucionario! Nojoda, Chávez tenía "las bolas cuadradas" y nos dejo como herencia su astucia para interpretar situaciones conspirativas como estás y ponernos a la altura para enfrentarlas, sean del tamaño que sean y llámense como se llamen.

En la calle veo a mi pueblo desesperado, muy angustiado por una situación que tiene su epicentro desde Colombia, el Gobierno de ese país hermano y las mafias paramilitares "jefeadas" por Álvaro Uribe Vélez, arremeten sistemáticamente contra nuestro Bolívar, afectando nuestro salario, nuestra economía y estimulando el contrabando.

El origen de esta conspiración es desde la época de independencia, incrementada desde que llego nuestro Comandante Eterno a Miraflores.

La oligarquía y mafias de Colombia ven EL CHAVISMO como una amenaza para la continuación de su hegemonía en el vecino país, pero llego la hora y el compañero Presidente Nicolás Maduro asumió la MEDIDA REVOLUCIONARIA de decretar Estado de ESEPCION y cierre de nuestra frontera que debería ser permanente hasta que el Presidente Juan Manuel Santos aparte el cinismo y asuma la derogación de la resolución número 08 del 05 de mayo del 2002 del Banco de la Republica de Colombia con la que tienen legitimado el ataque sistemático contra nuestra moneda estimulando el contrabando.

No es casual que los primeros en oponerse a esta medida sean Capriles, Álvaro Uribe y Felipe González, ya vendrán con el descaro de acusar a nuestro Gobierno de xenofobia y anti colombianos, pero tampoco se nos olvidara que ellos también hicieron una campaña diciendo que nuestro Presidente obrero era Colombiano.

El cierre total de fronteras le dá un DURO GOLPE a las mafias ligadas al contrabando de todos los rubros que son de la mejor calidad y más económicos que en Colombia, "se les acabo la diversión" al Gobierno y la oligarquía colombiana que pretendían continuar resolviendo por la vía informal, las contradicciones derivadas del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que solo le ha generado al pueblo colombiano hambre, desempleo y miseria.

Pero de este lado de la frontera también hay que revisar casos y cosas; la OLP tiene que trascender hasta convertirse en un movimiento cívico militar que nos permita la continuación de un 13 de abril antiimperialista.

Ya veremos aparecer los productos de la cesta básica y otros rubros, esto también será resultado del cierre de frontera pero hay que poner bajo estricta vigilancia revolucionaria la creación de un nuevo sistema de distribución y control para que no se reproduzcan las roscas desplegadas que ya están corrompidas.

Chávez nos dejó como herencia LA PATRIA, las coordenadas para preservarla, la astucia para interpretar los ataques del imperio y ponernos a la altura de los mismos para derrotarlos en el terreno que sea.

Desde el PPT estamos RESTEADOS CON LA PATRIA; en defensa de la herencia Chavista y apoyo a nuestro Presidente obrero Nicolás Maduro.