Bachaqueo a millón

El que se queje del bacaqueo como tal, vive en otro planeta con
consideraciones de atraso, sobre el particular, porque a decir verdad
en nuestro país: el nuevo riquismo que abarca a un conjunto grande de
personas que él que no lo es está pensando serlo y, es que es más
fácil que pelar mandarinas y su primer colaborador es él mismo
Gobierno Nacional con los benditos subsidios y dólares por el suelo,
no así el dólar paralelo.


Al que se le ocurra buscar trabajo con la situación presente de que
todo está caro, está pelando y pelará en lo adelante por muy decente
que sea y si está atrapado con el sueldo mínimo, no le da ni para
aguantar una semana de paciencia y si tiene familia más que, en la
práctica es la mayoría del pueblo venezolano que está en esas
condiciones, ¿y, entonces, lo va a pensar? Ni se le ocurra y, pase de
inmediato a formar filas de los nuevos forjadores que buscan tener más
sin trabajar mucho y sin exprimirse el coco. ¿Estudiar, y qué es eso?


La frase de la cancillera colombiana: de que mientras el gobierno
venezolano subsidie, la frontera seguirá siendo la misma y, hasta
razón tendrá, porque, para donde van a coger los colombianos,
teniéndolo acá todo y fácil, debe pasar para allá, ¿entonces? Será
posible que le pongan el cascabel al gato, bien por Holguin. Mientras
nosotros seguimos, nosotros no, miento. Si no los involucrados en
acabar y mejorar tales situaciones de darle un poco de paz económica
al pueblo fronterizo y en general.


Actualmente, uno oye a mujeres y hombres que se expresan con cierto
desprecio por el trabajo y, posible es que, tengan razón cuando, una
mujer venezolana en particular que vive limpiando o cuidando lo que
sea como su forma de trabajo como oficio que, es lo que ella sabe
hacer y, siempre lo ha hecho, para obtener el sustento o el sostén de
ella y los suyos se exprese diciendo que, no va a trabajar más sobre
eso, porque lo poco que gana no le alcanza para la comida y en su
lugar más bien se dedique a bachaquear con lo que sea que, lo más
seguro ganará más sin exponer mucho esfuerzo en esa actividad y, con
los precios que ellos mismos imponen sobre el artículo que vendan que,
la gente lo compra, para evitar las colas y los malos ratos que, el
dinero se hizo para eso.


¿Se podrá acabar con esa turbulencia de estafa y cómo? Si el facilismo
es tal que lo que hay es que ubicarse bien, ya que generalmente los
negocios le dan ciertos precios en los corotos que no ofertan y los
esconden para vendérselos a ellos con sobreprecio, lo que le permitirá
al bachaquero obtener buenas gracias y satisfacer el ocio de lucrarse
fácilmente sin exponer mucho que, habilidad al venezolano es lo que le
sobra y, la frase quítate tú para ponerme yo, no le va, sino quiero
más y más sin importarle el sufrimiento, la amargura, el desespero, ¿y
qué le doy de comer hoy a mis hijos? Eso queda a la buena de dios. Que
dios proveerá. ¿Verdad que sí cardenal Urosa?


Y, así tranquilamente, sucede el día a día del pueblo con sus
necesidades incluidas, pero como en democracia todo se vale y en
socialismo más, ¿para qué estudiar o especializarse en alguna carrera?
Si el que se gradúa ahorita no consigue trabajo y si es buen
profesional tiene que irse del país, ya que los entes educativos del
Estado no pagan lo suficiente para que ese ciudadano o ciudadana
obtenga un sueldo holgado que, le permita llevar una vida decente con
solidez hacia un gran futuro. ¿Y, entonces, a bachaquear? Que si no
bachaquea le cae.



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Esteban Rojas


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