En una guerra cualquiera

Ganar o perder es obvio, pero no podemos considerar esa dicotomía porque ya estaríamos perdidos

Ribas, insigne militar y Sociólogo: Nos alertó y dijo que "vencer o vencer" debe ser la consigna de todo guerrero.

Cuidémonos del agorerismo, sus mutaciones y presentaciones son infinitas como el amor que puede ser diabólico o divino, pero al que excluyentemente tendemos a considerar adorable.

Hablar de debilidades, de inoperancia y afines por parte de la actual Administración es poco menos que una fuerte y subliminal dosificación de pesimismo posible y probablemente interesado.

Si nos sentimos mal, no podemos decírselo "sin anestesia" al ser querido a sabiendas de que él sufriría cuando, consciente de nuestro estado y preocupado por el suyo propio, podríamos mermarle sus posibles fuerzas y modificarle en negativo su buen estado de ánimo que tanto necesitamos para que siga protegiéndonos.

Aupar, aupar, aupar; rezar y orar, r. y orar, han sido tradicionalmente las formas más eficaces de obtener la victoria en toda contienda bélica o deportiva.

En toda guerra suele haber bajas de parte y parte, pero no porque se sufran podría darse por perdida, ya que esa pesimista actitud sería una renuncia ex ante a la posible victoria que por naturaleza propia tira siempre al futuro incierto, que siempre es ex post...



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Manuel C. Martínez


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