Hace poco, en la avenida Andrés Bello, comprando charcutería en un lugar que tenía los precios más bajos de la zona, un opositor atribuía ligeramente la cola al presidente Maduro. Entonces, le dije: Y qué de la oposición, si ganara qué pasaría, él respondió: "La oposición da asco".
Lo anterior se prueba con la vocería de uno de los líderes oposicionista en su espacio acostumbrado. Me refiero a las palabras del secretario de la MUD para convencer de que, supuestamente, altos funcionarios del Gobierno hacen maletas tras "inminente derrota del chavismo este 6 de diciembre en parlamentarias". El débil argumento: sus hijos se retiran de la nómina de prestigiosos colegios por viaje familiar, que bien puede deberse a festividad navideña.
Una conclusión de lo anterior: Chúo es tan aliado de esos colegios del Este que le facilitan tales datos. La argumentación es absurda, dirigida a un sector enfermo de la oposición, incapaz de someter la información a un mínimo análisis. Por ello, asume lo dicho como una verdad absoluta. De ahí, un discurso identificado con la irracionalidad, además de la negación, ya aquí comentada.
Los resultados electorales de las primarias del PSUV, en los que más de tres millones salieron a elegir sus diputados para la AN, certifican el triunfo electoral del 6/12 de la Revolución Bolivariana. La conciencia en el pueblo está sembrada. El resto sobra.
A pesar de lo anterior, para crear desconcierto, la arremetida de la guerra económica con el dólar ficticio que sigue subiendo sin excusa, con la venia de los especuladores, que incrementan alegremente los precios, incluso los de los alimentos, como los huevos dolarizados, se debe atacar de inmediato para ratificar ese triunfo electoral que garantiza la continuidad del legado de Chávez. Por lo demás, con su letanía e irracionalidad, la oposición aburre hasta sus propios seguidores.