Articulo publicado originalmente en El Estímulo
El resultado electoral de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre no es tan clara como la muestran las encuestas, pero ellas si reflejan algo muy claro: el mapa político electoral del 7 de diciembre no será el mismo del 6 de diciembre y de hecho su modificación será como para reconfigurar el mapa de tal manera que la polarización tal como hoy la vivimos no podrá mantenerse por mucho tiempo.
Ingenuo sería pensar que el gobierno con todo el poderío que aún tiene tanto económico como burocrático no haga todo su esfuerzo por imponer su necesidad por encima de lo que exige la realidad del pueblo venezolano. El descontento es real, concreto, y representa un tercio de la población venezolana en crecimiento, pero no migra a la oposición, que tiene hoy un techo más bajo que en el 2002 o el 2007.
Antes los llamaban "ni-ni", hoy esos tienen postura, quieren otra cosa que no sea la polarización, pero ésta, la impuesta, prácticamente no permitirá que este sector, el único verdaderamente creciente tenga expresión concreta en el resultado electoral.
Por ejemplo Marea Socialista, que hace un mes Venebarómetro reflejaba ser el 10,7% de la esperanza del pueblo venezolano como un liderazgo emergente con planteamientos concretos ante la crisis que hoy vivimos, hoy, un mes después representa el 17,2% según la misma consultora, pero no le permitieron tener tarjeta propia, y eliminaron más del 50% de sus candidaturas a través de otras tarjetas electorales (en el próximo artículo espero desplegar todos los datos de estas candidaturas).
Por otra parte, otras organizaciones con posiciones eclépticas aunque aparentemente fuera de la polarización, no lograr captar ni movilizar la expectativa militante o pragmática de ese sector independiente, corriendo el riesgo de que se diluya en la polarización impuesta por la estafa normativa preelectoral. En este sentido aclaro: no tengo duda de los resultados electorales, pero si cuestiono la ausencia intencional del control de la precampaña y todas las normas impuestas para impedir por ejemplo, que 283 candidatos fuesen borrados de un plumazo por el organismo electoral con justificaciones inverosímiles acordadas entre la oposición y el gobierno quienes descaradamente no se vieron afectadas por tales medidas.
