Por apego a la verdad hemos señalado errores en el proceso revolucionario, pero también destacado su infinita superioridad.
No hay suficiente espacio para rememorar sus realizaciones, pero traeré dos citas a título de muestra. 1a: "el Inces ha identificado para este año un total de 45 cadenas productivas, que equivalen a 1.853 entidades de trabajo de propiedad social, partiendo del esquema de los once motores fundamentales que impulsa el Gobierno Bolivariano". 2a: "la Venezuela Bolivariana y Chavista dedica 62% del ingreso nacional a obras en educación, salud, vivienda y bienestar para nuestro pueblo".
Todos los demás gobiernos distribuían el ingreso en función del capital.
Y en razón de ello, frente a la ofensiva in crescendo de la contra no puede haber cabida para tremendismos y proporcionarle armas es inaceptable. Abstenerse es mortal. En estos momentos la opción única para las y los revolucionarios es apretar las filas, firmemente aferrados a la disciplina que nace de la conciencia.
La incomparable grandeza del Libertador se cimienta en el hecho de haber sido "el hombre de las dificultades", capaz de levantarse de todas las caídas mientras la envoltura perecedera lo acompañó. El mariscal Pablo Morillo, máxima expresión guerrera del imperio español en América, le escribió al rey: "Bolívar vencido es más temible que vencedor".
Ese atributo lo aprendió y asumió nuestro Presidente inmortal, por lo cual es un legado de doble ascendencia heroica, abierto para los revolucionarios que quieran y puedan recibirlo.
Con tales antecedentes no hace falta la derrota para probar el temple. Sembrarlos en el corazón y la conciencia es suficiente (y necesario) para tomar el impulso que nos lleve a recuperar lo perdido en el trayecto, mantener lo formidable conquistado y seguir desbrozando el camino del Plan de la Patria con sus cinco objetivos iluminadores.
¡Hacia la gran victoria del 6-D!