¿Cómo puede pensarse que solucionar el déficit fiscal
pueda ser más urgente e importante que acabar con
el hambre de millones de seres humanos?
Hugo Chávez Frías
La crisis producto del fracaso del modelo de sustitución de importaciones, promovido por la CEPAL en toda América Latina más como respuesta a la dinámica del proceso de acumulación de capital de los EEUU que como proyecto regional de desarrollo, fue enfrentada en Venezuela por las elites dominantes con un programa economicista de ajustes, convenido con el FMI.
Resultados de los recortes presupuestarios y de las privatizaciones impuestos por el FMI para recuperar los desequilibrios macroeconómicos:
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agravamiento del caos socio político,
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incremento acelerado de la pobreza,
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insurgencia popular en 1989,
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rebeliones cívico - militares en febrero y noviembre de 1992,
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propuesta de una asamblea constituyente ese mismo año,
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Agenda Alternativa Bolivariana (AAB) en 1996 y
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arribo del Comandante Chávez al poder en 1998.
¿Agenda Alternativa a qué? Proyecto de organización social alternativo al modelo fracasado de la IV República planteado en "agendas" fondomonetaristas adoptadas por Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera en sus segundos gobiernos.
En la AAB el Comandante Chávez propone un modelo humanista que antepone lo social a lo económico. Un modelo, centrado en la corrección de los profundos desequilibrios macro-sociales generados por capitalismo salvaje.
Los objetivos fundamentales de la ABB son: elevar en el corto plazo el nivel y la calidad de vida de la población y reivindicar nuestra independencia y soberanía, condiciones necesarias para poder definir nuestro propio destino.
Ahora bien, es a ese modelo humanista exitoso que el gran capital y sus lacayos pretenden sustituir por uno ya fracasado en nuestro país (y en todas partes del mundo) porque no toleran que, a pesar del constante asedio, los gobiernos de los Presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro hayan logrado satisfacer como nunca antes necesidades físicas, sociales, culturales y políticas de compatriotas estructuralmente marginados y empobrecidos. Y más grave aún a los ojos del imperio, que hayan podido reafirmar la soberanía e independencia de nuestra nación y se la hayan contagiado a toda la región.
Falta mucho, sí. Pero hemos avanzado un montón.
