Demos por verdadera la fuga indiscriminada de divisas de cara al Golpe financiero planeado
por los corruptos y vividores del Estado que fueron desplazados con la llegada y la actitud sorpresiva y defraudadora del Presidente Chávez.
Demos por cierta la necesidad del acopio y reforzamiento de nuestras Reservas Internacionales a fin de mejorar nuestra confianza comercial en el exterior.
Demos un voto de alta probabilidad al libre desbordamiento inflacionario de la divisa norteamericana dentro e la política librecambista.
Fue sobre esas bases que surgió el Control de cambio conocido como CADIVI (Comisión administrativa de divisas), una comisión ad hoc que acelerada y eficazmente dio cuenta parcial de aquella fuga, que batió récord en materia de Reservas Internacionales a tal punto que hasta excedentarias resultaron en una considerable suma que todavía carece de precisión y de un método tecnocietífico confiable para su más acertada determinación cuantitativa.
Pero, CADIVI nos está resultando improcedente e incongruente con las generosas *ayudas* financieras que para América Latina emprendió el Presidente Chávez, ayudas que han rayado en el absurdo de comprar bonos en el exterior de dudosa recuperación, de ayudar a los EE UU, un país que por excelencia es el principal ayudante con el que han contado los países pobres (Venezuela incluida, ¿o en verdad nos seguimos creyendo muy ricos?, a los países caídos en desgracia o víctimas de calamidades de toda índole.
¿De qué nos sirve la continuidad de un control de cambio anquilosador de la Economía, favorecedor de los contrabandistas del llamado y racista *mercado negro*, si las divisas numerosa y sigilosamente acopiadas por CADIVI el Presidente Chávez los expulsa a manos llenas fuera el país?
