"Hay que ganar tiempo en la preparación de la organización popular y la unión entre todos los factores revolucionarios"

Hugo Rafael Chávez Frías

Luego de conocer los resultados de las elecciones para la Asamblea Nacional del pasado 6 de diciembre, las cuales favorecieron a la oposición con una respetada mayoría, se espera una nueva etapa en la Revolución Bolivariana de acuerdo a las Leyes de la Constitución de 1999.

El pueblo de Venezuela se expresó en las urnas y un CNE, institución fortalecida en Revolución, cumplió su papel y enterró los pronósticos de una oposición acostumbrada a cantar fraude; pero que guarda silencio cuando el resultado le es favorable y mucho más, cuando gana con gallos tapados.

Ya no hay vuelta atrás y como dijo el maestro de Nazaret "todo está consumado". Una vez más el pueblo dijo "crucifícalo, crucifícalo" aunque el Hijo del Hombre resucitara al tercer día.

Las experiencias en nuestro país, sobretodo en el campo político, siempre han sido sorprendentes y en este momento la estrategia parece ser victoriosa, como respuesta a una situación de "guerra económica" manipulada artificialmente por la oposición.

Ya lo decíamos - en las redes sociales - al momento de conocer los resultados, los cuales fueron adversos, que las razones eran múltiples y entre algunas de ellas estaban el exceso de confianza en la maquinaria y en el show mediático; lo advertimos pero no tuvo eco.

Toda derrota arrastra consigo - como en el despecho - varias fases y formas de asimilarla y ello, entre los revolucionarios, debe ser motivo de reflexión; si vale el término, cuando se tiene conciencia de la responsabilidad asumida más allá de un cargo burocrático.

Desde el momento mismo de conocer los resultados los cuales nos resultaron adversos, apenas comenzamos a decantar el análisis y a clasificar las causas que los generaron, algunas ya sabidas o anunciadas.

En mi caso - como revolucionarios – pensamos que las causas están a la vista y a veces, en nuestra propia manera de actuar, en el exceso de confianza y en la manía de confiarnos sólo en la maquinaria (que es importante como lo decía Chávez)

El Comandante nos advertía - mosca, no sólo debemos dejar en ella toda la responsabilidad, hay que cuidar hasta los detalles de una victoria, para luego no echarle la culpa a otros por la derrota.

Es cierto que "del árbol caído todo el mundo hace leña" (refrán popular) pero en este momento no debemos detenernos a buscar culpables afuera o mirarnos al ombligo, sino de forma inmediata resolver las causas que generaron nuestra derrota; esa es nuestra responsabilidad para avanzar.

La oposición venezolana navegó en el descontento y lo capitalizó, más allá de lo que ellos mismos esperaban. Ahora más que nunca el pueblo los conocerá y sabrá quiénes son.

Es tiempo de actuar y corregir errores. De manera inmediata debemos proceder y no hacernos los pendejos, dentro de las instituciones burocráticas. Debemos dar la cara al pueblo, incluso a quienes nos adversan.

Hay que decir como el maestro de Nazaret, a quien citamos de nuevo: "quien se sienta sin pecado que lance la primera piedra". La defensa de la Revolución debe estar ahora inspirada en la lealtad y en la unidad, reto lanzado por nuestro Comandante antes de su partida.

En la actualidad - a pesar de invocarlo - debemos también reconocer y asumir de una vez por todas, el cumplimiento de su mandato. Muchos revolucionarios (lo confesamos) asumimos responsabilidades bajo el escudo de Chávez, pero debemos saber que él cumplió y muy bien sus responsabilidades y lo dio todo por la Patria, aun su vida.

El legado que nos dejó para defender debemos asumirlo todos con responsabilidad (Unión cívico-militar). Vendrán nuevas batallas (como las del 6D) y como sea, debemos evitar el paso a la contrarrevolución.

Ahora más que nunca la fuerza del chavismo y de todas las que apoyamos a la Revolución, nos esperan para nuevas batallas. La consigna debe ser siempre: "Unidad, lucha, batalla y victoria" y debemos hacerla realidad.

Las causas de la reciente derrota, las cuales influyeron en el resultado de las pasadas elecciones, al parecer todos las conocíamos y no debería habernos tomado por sorpresa. Qué hicimos o qué no dejamos de hacer para impedirlo, debe ser una respuesta de nuestras conciencias; es un análisis para la historia.

En esta oportunidad la oposición - que ya conocemos - con el más mínimo esfuerzo nos derrotó en nuestras propias narices y jugó sucio, como siempre. Capitalizó el desagrado y el castigo por hambre a un pueblo indefenso, por el cual el propio Gobierno del Comandante Maduro, a pesar del esfuerzo no pudo salvar. Ahora vendrán con todo.

En el futuro inmediato todos los chavistas y los revolucionarios tenemos un solo objetivo, defender todas las conquistas alcanzadas por el pueblo y por nuestra revolución (al pueblo también lo suelen confundir).

Por Ahora los revolucionarios estamos en el Gobierno y en la Oposición; un rol único en la historia de Venezuela y del mundo.

Debemos recordar a nuestro Comandante, a quien quizá nunca dejaremos tranquilo para amargura de los opositores:

"Compañeros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de evitar más derramamiento de sangre. Ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Así que oigan mi palabra. Oigan al Comandante Chávez quien les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las armas porque ya, en verdad, los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional, es imposible que los logremos. Compañeros, oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento, y yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este Movimiento militar Bolivariano. Muchas gracias."

Hugo Rafael Chávez Frías
4 de febrero de 1992