Democracia participativa y protagónica

Artículo 62 Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica.

Muchas son las lecturas que después de las elecciones del pasado 6 de diciembre se ha hecho el pueblo venezolano, algunos - desde luego - a favor de quienes pregonaron un "cambio" y otros, a favor de la Revolución Bolivariana, proceso político iniciado en nuestro país desde la llegada al poder del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, en diciembre de 1998.

Desde aquella histórica fecha de la cual se cumplieron justamente 17 años el 6D, han ocurrido variados episodios en la vida republicana (paros, intentos de golpe, guarimbas, etc.) y numerosas transformaciones que por la dinámica que las caracteriza; muchas han pasado a ser cotidianas y en la mayoría de los casos el pueblo mismo las ha adoptado, sin todavía medir la magnitud y sus alcances.

El desenlace de las elecciones ha servido para impulsar la reflexión en el chavismo y para acallar aullidos de la derecha internacional, quienes sólo esperaban el canto de fraude a través de sus testigos oculares (el club de ex presidentes desempleados) auto invitados a la contienda, quienes pusieron la cómica y salieron de nuestro país con el rabo entre las piernas.

Igualmente los resultados que fueron adversos al gobierno revolucionario, le mataron el piojo en la cabeza a los propios líderes de la oposición, quienes unidos al coro externo del fraude tuvieron que meterse la lengua en el bolsillo, después de anunciar en repetidas oportunidades que el árbitro electoral estaba parcializado, es decir el CNE (El Consejo Nacional Electoral venezolano).

En realidad el acontecimiento político marcó un nuevo parámetro al proceso revolucionario una vez que el líder, Comandante Hugo Chávez decidió transitar el camino de una Revolución pacífica y democrática, única en el mundo por la vía electoral.

Si bien los resultados fueron transparentes, gracias a la pulcritud del sistema electoral venezolano, con un veredicto de 112 diputados para la oposición y 55 para el chavismo. Ahora es cuando comienza la verdadera revolución gracias a este resultado, calificado por el Presidente Maduro como contrarrevolución.

El perfecto funcionamiento del CNE despejó todas las dudas. Como todo sistema automatizado y con la mejor tecnología de punta reflejó a través de su programación, en las máquinas utilizadas para el manejo de los datos y los números, un resultado transparente; el mismo en lo cuantitativo fue efectivo, más no así en lo cualitativo.

Es en este último aspecto, el cualitativo ( que debe ser perfeccionado), donde se definieron los resultados de las pasadas elecciones del 6D en cada uno de los estados del país, pues fueron electos parlamentarios encapuchados.

Una cantidad no calificada de individuos de la oposición, fueron electos gracias a la estrategia del engaño y la manipulación gracias a la guerra económica, expresada en el contrabando, el desabastecimiento, la escasez de alimentos y de productos de primera necesidad para los venezolanos, lo cual influyó de manera determinante en la conducta de los votantes.

Las expectativas creadas por la oposición en la población y que capitalizaron el voto han comenzado a caerse de manera inmediata, porque la mentira tiene patas cortas y el pueblo ya lo califica como un engaño.

Desde luego que las esperanzas de los electores siguen siendo manipuladas por el discurso. Ahora las colas y el desabastecimiento que los indujo a votar no han desaparecido de inmediato, sino que – según los opositores - es a partir de enero, al tomar posesión cuando supuestamente desaparecerá la pesadilla de las colas y el hambre a la cual ha sido sometido el pueblo venezolano, por estos farsantes y paquetes chilenos de la política.

La reacción del pueblo venezolano no se ha hecho esperar. Las calles han sido tomadas masivamente y de todos los sectores de la vida pública se manifiestan las voces de rechazo a una oposición que, ya ha asomado sus garras antes de asumir sus funciones en la nueva Asamblea Nacional.

Los principales líderes de Acción Democrática, Primero Justicia, Alianza al Bravo Pueblo y Voluntad Popular ya han vomitado sus primeras intenciones. En boca de Ramos Allup, Julio Borges, Guanipa, Enrique Capriles, Chuo Ramos y de los voceros de Fedecámaras y de Consecomercio han mostrado su bojote.

Esto no era de extrañar. Es por eso que ahora el gobierno socialista enarbolará sus banderas y retomará con mayor brío su verdadero camino en defensa de las conquistas del pueblo.

La Constitución de 1999 blindó a la Revolución Bolivariana y la dotó de leyes inspiradas en la Constituyente que le dio poder al pueblo. La democracia participativa y protagónica no es letra muerta, es un auténtico sentir del legado del Comandante Chávez.

El pueblo chavista comienza a tomar las calles, junto a los barrios, los campos, las universidades, las empresas, las fábricas, los liceos, los consejos comunales y los colectivos de espacios públicos para decirles a los nuevos asambleístas, que sólo el pueblo salva al pueblo.

A los farsantes ahora se les caen las máscaras y muestran sus verdaderas cualidades de lacayos al servicio del imperio. La fiesta que quieren comenzar el próximo 5 de enero, al estilo de la IV República, se les puede volver agua de bollos. En Venezuela la Revolución llegó para quedarse y existirá Por Ahora y Para Siempre la democracia participativa y protagónica… ¡Amanecerá y veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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