Dos discursos acerca de la guerra económica y la incapacidad política para derrotarla: Una mirada crítica-compleja

Luego que la derecha venezolana y sus aliados internacionales se alzaran con el triunfo electoral en las pasadas elecciones legislativas celebradas el 6D 2015, las fuerzas de izquierda y chavistas (con cargos o no en el gobierno) han dado sus explicaciones (marxistas a su manera) sobre el porqué de dicha derrota.

A través de los medios de comunicación (especialmente en Aporrea) es posible observar dos visiones explicativas marcadamente contrapuestas: una visión discursiva oficialista y otra denominada crítica.

La primera versión (discurso oficialista)

En términos generales, esta versión sostiene que la derrota tiene como responsable directo a tres factores, jerarquizados de mayor a menor: la guerra económica, la guerra psicológica y debilidades políticas.

Primero: la guerra económica- según el discurso oficialista- es a su vez una guerra política. Un ejemplo patético es el de la guerra de los precios del petróleo en el mercado mundial. Asegura esta versión que el petróleo es el principal recurso energético del imperialismo yanqui para mantener la dominación dentro del sistema mundo. De allí que suele presionar la baja de los precios de este importante recurso, lo cual ocasiona una amenaza directa contra la gobernabilidad económica de Venezuela y a otros países como Rusia e Irak, entre otros miembros de la OPEP. Como se sabe, en el caso de nuestro país, el gobierno es dependiente fundamentalmente de los ingresos petroleros para cubrir sus gastos en proyectos sociales (Misión alimentación, Misión Barrio Adentro, Gran Misión vivienda, etc.), y al no contarse con un robusto ingreso fiscal se reduce lógicamente las posibilidades del desempeño de una eficaz gestión gubernamental basada en la redistribución de la renta petrolera. Pero además de este factor (reducción del ingreso fiscal por la baja de los precios del crudo), existen otros más que desestabilizan la economía nacional, están la manipulación del sistema cambiario para sobrevalorar el dólar paralelo (efecto dólar today), inflación inducida, especulación por parte de empresarios de derecha, acaparamiento, bachaqueo, etc.

Segundo: la guerra psicológica. La derrota del 6D, según el dirigente socialista Julio Escalona- uno de los impulsores de este discurso-, no es un hecho aislado y circunstancial, es un hecho provocado con fines imperialistas de los Estados Unidos en contra de la república bolivariana de Venezuela y uno de los mecanismos de esta guerra está inspirada en la doctrina del shock impulsada desde un complejo comunicacional internacional, súper mediático de manipulación de la mentira para convertirla en verdad, p.e, hacer ver que para que desaparezcan las colas y los bienes estén de nuevo en los mercados, etc. es necesario derrotar al chavismo(ver http://www.aporrea.org/actualidad/a218827.html). Para el Oscar Figuera (dirigente del PCV), estos dos factores (guerra económica y guerra psicológica) deben ser entendidos como una agenda de agresión sistemática y sostenida del imperialismo contra la revolución bolivariana.

Tercero: existencia de ciertas desviaciones y errores políticos internos. El discurso oficialista no deja de reconocer, aunque en un tercer plano, al desenfreno del burocratismo, divorcio con el pueblo, falta de activación del poder popular, entre otros vicios y desviaciones propias de estilos de gobiernos de derecha.

Esta versión o perspectiva analítica es sostenida generalmente por ciertos funcionarios activos del gobierno y también por importantes piezas partidistas y analistas de izquierdas y chavistas; a manera de autocrítica, ellos consideran la derrota una especie de bofetada que debe conducir a las fuerzas chavistas hacia un despertar de conciencia social y proponen de inmediato una rectificación e impulso del proceso revolucionario y potenciar la revolución a la cuádruple: ¡revolución¡, revolución¡ revolución¡ ….y más revolución.

La segunda versión (discurso crítico)

Esta perspectiva analítica (denominado discurso crítico , según sus principales exponentes) aparece totalmente invertida a la anterior, pues el conocido revés electoral propinado por la derecha es explicado principalmente por un estilo de dirección burocrático y aburguesado del PSUV y una mala gestión política gubernamental por parte de los actuales conductores del llamado "proceso revolucionario bolivariano". Así, aquellos vicios practicados en la cuarta república, léase: clientelismo, prepotencia, nepotismo, formación de nuevas oligarquías políticas (boliburguesía), corrupción - ver las denuncias formuladas por conocidos dirigentes del chavismo crítico, a saber corrupción en PDVSA (Juan Barreto), fuga de divisas hacia el exterior, p.e, más de 200 millardos de dólares tienen los venezolanos en los Estados Unidos (Jorge Jordani)-, son reveladores del ocaso político del gobierno bolivariano.

En el siguiente orden de jerarquía explicativa, este discurso crítico sitúa en un plano secundario a la "guerra económica" o agresión imperialista; es decir, no desconoce que exista una declarada guerra imperial (también denominada guerra de cuarta generación) destinada a dar al traste con el actual proceso de cambio iniciado con la asunción de Hugo Chávez a la presidencia de la república en 1999. Al igual que la primera visión analítica, este discurso también reconoce perfectamente que a lo largo de estos 16 años de gobierno bolivariano han existido variadas intentonas golpistas, desestabilizaciones (guarimbas), breves golpes de estado y políticas injerencistas fomentados por Washington, España, paramilitares colombianos, entre otros asedios; todo ello muestra con veracidad y contundencia sobre la existencia de una guerra contra la estabilidad política en el país. Si bien, el discurso crítico se pasea por esta perspectiva, no la considera determinante ni principal, sino en un plano secundario, como ya hemos afirmado.

Algunos de las cabezas del discurso crítico se encuentran los ex ministros J Jordani, H. Navarro, además de una legión de articulistas que a menudo escriben por Aporrea.

Interpretación de las dos versiones explicativas

Comenzando por el primer discurso- el oficialista- podemos observar que su método para explicar la situación problemática (la derrota electoral 6D) consiste en encontrar los elementos o factores generadores de dicha derrota, no dentro de la organización partidista y liderazgo gubernamental ni intrínseco a su accionar gubernamental, sino fuera de estas maquinarias políticas, esto es en aquellos factores externos y fuera del control del gobierno (ver artículo "la arremetida imperial" de G. Peña en Aporrea 15/12/2015, entre otros).

Por esta vía metodológica, el discurso oficialista aterriza en apreciaciones conclusivas poco creíbles e infelices, como, por ejemplo, la de considerar al tradicional pueblo elector chavista de "traidores" "inconsecuencia política" y "mal agradecidos" a la población que se benefició con la entrega de taxis, tablets y se le dotó de techo y no correspondió con votos; empero lo más inútil y grave es que por dicho camino metodológico se llega a la utilización de procedimientos estalinistas de control y vigilancia a la población, como el de proceder a investigar a dichas/os beneficiarios para determinar si el voto de los electores beneficiarios fue a favor o en contra, o si se abstuvo, ello con la supuesta finalidad de retirar beneficios a quienes sufragaron con el "voto castigo" el 6 D. . De igual modo, por esta vía metodológica, se desprende que las futuras medidas a tomar en defensa del proceso bolivariano no sean precisamente las de convocar al poder popular y todas las fuerzas revolucionarias del país a una jornada seria de reflexión y autocrítica y mucho menos de sumarlas a ejercer posiciones de gobierno, sino de convocar ( de modo improvisado, según algunos críticos) a dichas fuerzas políticas y sociales a defender las conquistas sociales en la calle ante la amenaza real de la derecha nacional e internacional de pretender acabar con el gobierno bolivariano mediante un eventual golpe parlamentario.

En relación al segundo discurso denominado crítico, su enfoque de privilegiar de modo casi determinante al pésimo desempeño en la gestión política y al estilo de dirección burocrático y aburguesado del PSUV, lo conduce irremediablemente a propuestas conclusivas bastante atrevidas y peligrosas, como el de poner en tela de juicio a nada menos que al presidente de la república ( considerado el líder emblemático de mayor carisma y fogueo político de las fuerzas chavistas) y a pedir las cabezas a importantes dirigentes y conductores del proceso bolivariano, lo cual, a mi juicio, podría influir en un desenlace no favorable a la superación de la actual crisis política que atraviesa el proceso bolivariano. No obstante, coincidimos con esta versión la necesidad de activar el detonante para provocar la llama que encienda definitivamente el proceso revolucionario venezolano, que a mi juicio ya ha comenzado con la pluma caliente de los aporreadores.

Hacia una tercera versión explicativa (el discurso dialéctico-complejo)

Mi apreciación crítica sobre los discursos (oficialista y crítico), está expuesta en párrafos anteriores, pero insistimos una vez más, los enfoques utilizados por estos discursos son de naturaleza determinista y reduccionista y, por tanto, la una como la otra versión peca de miradas ortodoxas. Decir, p.e., que la guerra económica es la causa unívoca de la derrota el 6D es una visión intelectual muy pobre, empero también es de poco vuelo intelectual, machacar la idea de que el mal manejo de la política interna del partido de gobierno y de la gestión pública es la variable con mayor peso explicativo sobre la catástrofe electoral sufrida por el chavismo en las pasadas elecciones legislativas. Son pobres intelectualmente ambas visiones, no solo porque relegan en un segundo y tercer plano o dejan por fuera a otros componentes del sistema explicativo, sino por falta de complejidad en el análisis, pues dichos factores determinantes de la derrota del 6D considerados por las dos versiones (oficialista y crítica) no están entrecruzados uno al otro, como se espera que sea toda mirada que observa desde una diversidad de causantes que se sobredeterminan mutuamente.

En este orden de idea, una propuesta explicativa librada un poco de los esquematismos ortodoxos tiene que considerar todos los factores del sistema explicativo en un mismo nivel de importancia y en estrecha interrelación entre ellos, y nunca uno más determinante que el otro. Así por ejemplo, ¿Quién puede dudar que las transnacionales petroleras de Estados Unidos con la utilización del método frackling para la producción del esquisto hayan ocasionado una baja en el precio del crudo de Venezuela, buscando con ello desestabilizar a su proceso político de cambio? Esto es una realidad irrebatible. Empero a la misma vez, es válido preguntarse ¿dónde está la acción inmediata y la pericia del gobierno para que implemente una estrategia comunicacional y educativa y explique al pueblo oportunamente, no sólo la magnitud del desastre ecológico provocado por esta tecnología de extracción minero, sino hablarle con sinceridad al país de la necesidad de cambiar la cultura y la sociedad acostumbrada a vivir de la renta petrolera? Sin duda alguna, esta crisis (económica- política) ha presentado una oportunidad dorada para recalcarle al pueblo que vivienda gratis y bien equipada se acabó y no justamente porque el pueblo no respondió con votos, tal como amenazó hace pocos días el presidente, sino porque los ingresos no son suficientes para seguir regalando y además que con el método de construcción de viviendas implementado hasta ahora enriqueció a unos pocos empresarios de la construcción y liquidó al pueblo constructor. Puede apreciarse, entonces, que ante una arremetida imperial a nuestra economía- salvo en contadas excepciones- no hemos respondido pareja y paralelamente como debe ser, es decir en el mismo momento y con la misma intensidad con que lo hace el imperio. A veces reaccionamos de modo tardío y en otras ocasiones solo nos lamentamos y no actuamos. Tal es el caso con el ataque del llamado dólar today, el gran artífice- según algunos expertos de la materia- de haber depreciado nuestra moneda nacional a niveles vergonzosos frente al peso colombiano, cuando se sabe que en el Banco Central de Colombia (BCC) el bolívar tiene mayor valoración monetaria que la moneda colombiana. Si esto es así los expertos se preguntan por qué entonces el Banco Central de Venezuela (BCV) no le compra los bolívares al BCC? ¿Dónde está el manejo político acertado frente a este atropello económico-monetario?......no hubo respuesta por parte de los voceros oficialistas, he allí una explicación de la llamada crisis política gramsciana, entiéndase el gran descontento social que .se tradujo en castigo electoral al gobierno bolivariano el pasado 6D.

He aquí pues sólo dos ejemplos categóricos que niegan las versiones explicativas antes expuestas, y a la misma vez éstos nos ayudan a entender que a la par de la "guerra económica" y del ataque imperial, coexiste también situaciones que nos deja suponer una falta de visión y voluntad política para responder adecuadamente a cada arremetida de los factores de poder que pretenden desestabilizar nuestra economía y modelo político bolivariano.

Llegamos a esta conclusión, gracias a un enfoque multifactorial y complejo que supera a los anteriores discursos (con enfoques deterministas) que conducen a diagnósticos políticos infructuosos. Son errores de tipo tácticos que no permiten visualizar con claridad el camino de la revolución; aunque es importante destacar que todos los discursos antes analizados coinciden en lo estratégico: la construcción de una nueva sociedad soberana, de hombres y mujeres iguales y de justicia social, sola que en lo táctico existen diferencias.

Finalmente, no es tiempo de enclaustrarse en posiciones maniqueas que nos llevan a exclusiones y a dueños de la verdad absoluta, se trata, a mi juicio, de confrontar tales perspectivas analíticas y avanzar hacia la discusión y reflexión en torno al camino a tomar hacia una revolución auténtica, en donde el poder popular por sí mismo (sin que lo tutele nadie) tome mayor protagonismo en la conducción del proceso político de cambio que ya empezó a caminar y difícilmente se detendrá.

 

Franc2604@gmail.com.



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