Para ser sincero, debo decir que no soy ahora un especialista en el programa o misión “Barrio Nuevo, Barrio Tricolor”. Cargo en esto una ignorancia que la asumo. Sin embargo, me di la oportunidad de conocer con las limitaciones del caso, pero con mi libreta de registros dos corredores en Anzoátegui e hice mis anotaciones.
Los Adecos y copeyanos se destacaron con su misión ABC. Supongo yo ahora, que era un negocio que daba un margen seguro de un 20%. Solíamos ver barrios con ABC y con absoluta ausencia del servicio de agua. En estos programas ABC, los objetivos estaban invertidos. Lo prioritario estaba en completa armonía con los intereses del alcalde –Presidente del Concejo Municipal- del gobernador, pero eran muy distintos a una prioridad social.
En el caso de Barrio Nuevo, Barrio Tricolor, uno supone por lo que está a la vista, que el objetivo es el cemento, la pintura y que el cemento y las pinturas de fachadas, transformarías a las personas. El asunto se vio así, como de fachadas y de casas y apartamentos muy coloridos. Debo decir, que las obras en esos dos corredores fueron pensadas antes y posteriormente hubo contactos “formativos” con los miembros de esa comunidad. Pregunté a muchos por esos procesos formativos y salí enredado.
En los dos vi fachadas de casas pintadas, techos acomodados, aceras nuevas, brocales nuevos. En fin una misión ABC, como las de los adecos y copeyanos. Pregunté a muchos beneficiarios sobre situaciones que me llamaban la atención. Pregunté por ejemplo, que me contaran un poco la historia de su barrio y supe que no la conocían, aunque tenían muchos años viviendo en el barrio, cuya historia es la historia de la exclusión. Un barrio en Venezuela es la historia real y viva de la exclusión.
Un barrio sociológica y filosóficamente hablando, es una expresión concreta y territorial de la exclusión y de luchas sociales. Un barrio, cualquiera que sea, es en primer lugar una invasión anárquica, porque no había otra opción. Estas invasiones muchas de ellas fueron muy reprimidas y fue en externo entrar y salir.
Siendo así, me parece un gran contra sentido, que una misión como Barrio Nuevo, Barrio Tricolor, deje de un lado que la propia gente de ese barrio tenga la oportunidad de reconstruir su historia como persona y como colectivo para verse fotografiado en la exclusión.
Muchos techos reparados, muchas aceras reconstruidas, mucho asfalto y fachas pintadas, pero probablemente pocos “cocos” reconstruyendo sus historia como barrios y a través de esa reconstrucción, viéndose como seres excluidos. Barrio Nuevo Barrio Tricolor, pudo haber sido un programa para profundizar en la consciencia del Barrio y de las personas y después de esa labor, era posible gastarse un millones en pintar y echar cemento a las aceras y cunetas. Se olvidó a los diseñadores de política que la guerra le metió a la gente del barrio una idea. Hay montones de personas en los barrios que “piensan” mejor que Lorenzo Mendoza.
Hay mucha gente en los barrios que piensa y cree que Polar es de ellos y es Venezuela. Esta para resolverle sus vidas. Así piensan. Así, aunque se pinten todas las fachas de las casas de los barrios no se gana esa guerra.
@ClaudioElcuaco