Del pacto de Punto Fijo al pacto de Escarrá

Han pasado ya 15 días desde las elecciones del 6 de diciembre y aun esperamos las medidas que el presidente Maduro dijo que tomaría. Pidió la renuncia a su gabinete solo ha designado un ministro, es decir que el resto está como en un limbo administrativo.

Mientras tanto un río de pueblo representado en movimientos sociales, gremios, colectivos, inunda Miraflores de amor y propuestas, demostrándole apoyo a su Presidente, resistiendo a la escasez, las colas, la inseguridad, la falta de medicamentos, la inflación y el golpe moral que supuso la derrota comicial, la primera en 17 años porque el referéndum para la reforma constitucional fue una victoria pírrica que el presidente Chávez se negó a aceptar en un discurso que decía de su grandeza.

Pese a todo eso lo único que vemos es a un abogado constitucionalista, académico, científico del Derecho, en un viacrucis por diversos foros explicando lo que está muy claro en la Constitución. Eso no está mal porque el conocimiento siempre es bienvenido, aunque en este caso son sus "interpretaciones" con las cuales, en algunos casos, no estamos de acuerdo. Pero, pareciera que ha sido autorizado por el alto gobierno pues desde VTV anuncian su agenda y hasta invitan para que la gente vaya a verlo. Hablamos de Hermann Escarrá.

Sin negar su formación (pues sería mezquino no reconocerlo) nos sorprende una nota de prensa según la cual este abogado está sugiriendo un "pacto de Estado" a la Fuerza Armada Nacional. Un pacto que lo haría la FANB (no el Presidente de la República) con todos los sectores de la vida nacional. Es decir, una reedición del puntofijosmo que el presidente Chávez pulverizó en 1998.

¿Por qué Escarrá asume ese rol? ¿Quién se lo ha dado? ¿Es que acaso lo van a meter en el gabinete luego de las tres denuncias que hizo contra el presidente Chávez y de toda su campaña antireforma constitucional?

Hay una escritora mexicana, Viviane Brachet-Márquez, que ha estudiado esto de los "pactos" y en su libro "El Pacto de Dominación: Estado, clase y reforma social en México", explica que es muy común en América Latina hablar de "pacto", es decir, que es casi una característica de nuestra historia y que está alejada de las palabras "acuerdo" o "consenso".

Brachet-Márquez define pacto como una forma que tiene el Estado de "hacer concesiones a las clases subordinadas a pesar de su poder coercitivo superior". Y agrega que ello "suele ser su supuesta necesidad de legitimidad". Thomas Hobbes, por su parte, dice que esos pactos facilitan a un estado "gobernar sin trabas". Es decir que un gobierno que no se siente "legítimo" busca ese acercamiento a los grupos de presión también para garantizar su gobernabilidad. ¿Es que el gobierno de Maduro perdió legitimidad?

Pacto implica negociación, resolución de conflictos e institucionalidad pero para que sea "exitoso" debe crearse una serie de estructuras, construir reglas burocráticas de juego que "regulan" las relaciones entre el Estado y esos grupos específicos de la sociedad que en algún momento se vuelven una amenaza. Todo ello bajo estas premisas: quién debería obtener qué y finalmente quién obtiene qué.

La definición de la autora encaja perfectamente en lo que se conoció como pacto de Punto Fijo, el cual se mantuvo durante 40 años en Venezuela, y todas sus acciones mantuvieron muy al margen al pueblo. Es la historia de exclusión, marginalidad, desconocimiento del otro, y la poca o nula participación en las relaciones de producción y en la justa distribución de la riqueza del país.

¿A eso iremos de nuevo? Lamento estar de acuerdo otra vez con Pierre Bourdieu cuando dice que los medios, especialmente la TV, influyen sobre otras estructuras de la sociedad y extiende sus efectos ante las urgencias informativas. Es decir, lo que sale por TV es "creible", vende una concepción del mundo y facilita comprender una parte de la realidad. Al salir Escarrá por TV, y ser ampliamente difundido por VTV, se hizo "viral" y la gente hasta se olvidó de su pasado político enfrentado de manera violenta, además, a Hugo Chávez. "Ahora está con nosotros", escuché decir; "nos aclara y nos da fuerza", leí por ahí…

¿Y es que esos 131 constituyentes (lamentablemente no están ni Willian Lara ni Eliécer Otayza) sólo sirve Escarrá? ¿Por qué VTV y Telesur no entrevistan a Isaías Rodríguez, por ejemplo?

Volver a los pactos (que no se contemplan en la Constitución) sería un retroceso en la revolución bolivariana y depender de las decisiones de grupos de poder.

El presidente Maduro no necesita de eso porque pueblo tiene, en esos más de cinco millones de votos que la oposición no podrá ignorar. Digo como Calle 13: "perdono pero no olvido"



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Luisana Colomine

Profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Comunista.

 @LuisanaC16

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