Las elecciones del pasado 6 de diciembre dan pie para variedad de interpretaciones, donde cada bando pretende sacar la mejor tajada ganadora. En las elecciones nacionales, aquí o en cualquier país, ningún bando acepta haber perdido. Las explicaciones abundan para justificar la votación obtenida, sea o no favorable.
En los análisis electorales que los entendidos en esas lides realizan, especulan sobre las causas que condujeron a los resultados que entrega el Consejo Nacional Electoral. Especulan sobre los factores que influyeron en el triunfo del ganador o la derrota del perdedor. Las demás cifras pasan a un plano secundario.
Nos causa admiración, cómo, una vez pasada la euforia de los resultados en las pasadas elecciones del 6 de abril, la atención de los análisis se ha volcado sobre la trascendencia que tiene el Gran Elector, por las nostalgias que despierta en uno y otro bando. ¿Y quien es el Gran Elector? Vamos a desglosar las cifras para identificarlo:
Elecciones presidenciales 2013
Nicolás Maduro: 7.575.506 votos
Henrique Capriles: 7.302.641 votos
Diferencia: 272.865 votos. (A favor de Nicolás Maduro)
Elecciones Parlamentarias 2015
MUD: 7.726.066
GPP: 5.578.834
Diferencia: 2.147.232 (A favor de la MUD)
Otros Partidos: 889.841
Votos Nulos: 683.406
Participación de electores
2013: 15.057.480 79.68% De 18.904.364 Electores inscritos
2015: 14.476.000 74.25% De 19.504.106 Electores inscritos
El Gran elector está representado por:
Abstención 25% 4 876.025
Votos nulos 683.406
Gran Elector 5´ 559.431
El GPP (chavismo), le gana al Gran Elector por tan sólo 19.403 votos.
¿Qué hubiera sucedido si la Abstención y el Voto Nulo hubieran realizado alguna campaña electoral? ¡Aterradores resultados!
Por causa del Gran Elector, las cifras no le cuadran a la MUD, por cuanto pretende atribuirse una votación abrumadora, pero, las cifras dicen que tan sólo creció en 424.425 votos.
Y de parte del GPP (chavismo), la rabia los carcome al pretender atribuirse como propios los votos del Gran Elector. ¿Por qué esos votos no le pertenecen? Veamos:
Cuando el presidente Kennedy estaba en campaña electoral para la presidencia de Estados Unidos, le preocupaba el abstencionismo de más del 50% del electorado. Se interesó por conocer la razón y con su equipo de campaña realizó el estudio. Se formularon la pregunta ¿Por qué, ese numeroso sector del electorado permanece indiferente y no se deja atraer por la intensísima campaña de cada uno de los bandos (demócratas y republicanos)? El estudio demostró que el electorado abstencionista tiene mayor conciencia política que los electores atraídos por la campaña de alguno de los bandos. No se dejan rebañizar por la campaña. Esa gran conciencia política es que los distingue, y constituyen el Gran Elector que decide las contiendas electorales. Como cada bando tiene su votación rígida, atraer votos del abstencionismo es lo que decide los resultados electorales.
En la reciente campaña electoral, por los medios de comunicación a nuestro alcance (El Joropo), denunciamos que el sistema electoral venezolano es antidemocrático por cuanto al elector no se le ofrece la oportunidad de votar nulo, de manera que su voto sea contabilizado y respetado como actitud militante y no como equivocación. En esa denuncia exigimos que la máquina de votación deba tener la Tecla para votar nulo. De esta manera retomamos la campaña por la Tecla Nula que hace cuarenta años realizamos junto con Domingo Alberto Rangel, Manuel Vadell, Pedro Duno y otros militantes de izquierda.
Por esos años (década del 70), Acción Democrática y Copei presentaron el proyecto de mecanización del sistema electoral, lo cual dio origen a la campaña por la Tecla nula, lo cual despertó, tanto interés a escala nacional, que los proponentes desistieron del proyecto, ante el temor que les suscitó la avalancha de votos nulos. Con la Tecla Nula, el país se hubiera ahorrado la tragedia del "caracazo", por cuanto en las elecciones, las mayorías nacionales les hubieran dicho a adecos y copeyanos –"¡No los queremos!" Fue necesario el transcurrir de 25 años, con la esperanza de encontrar un camino. Pero, al cabo de 17 años de gobierno chavista, el desastre anterior se multiplicó al ciento por mil.
En la reciente elección, además del llamamiento, personal, a la abstención y el voto nulo, encontramos que OPCIÓN OBRERA, en un documento, publicado en su página digital, también hizo el llamado. Otros grupos de izquierda deben haberlo hecho. De manera que la cifra de
5´559.431, entre abstención y voto nulo, tiene padres putativos, no está huérfana, tiene dolientes, la reivindicamos. En esa cifra está comprendido tanto el abstencionista militante, como, el abstencionista indiferente. Para identificarlos y separarlos, es necesario colocar en la máquina, la Tecla Nula.
Para nadie es un secreto que la situación económica y social actual es la misma, crescere in crescendo, de 1998, que condujo a la salida del gobierno adeco/católico/militar/copeyano. Si estos son los hechos ¿Por quién votar? ¿Continuar con el desastre actual o volver al desastre de los gobiernos adeco/católico/copeyanos de cuarenta años? El voto nulo y la abstención al rechazar las dos opciones, demuestran claridad en la actitud asumida
La TECLA NULA es el instrumento de protesta pacífica de quienes no estamos de acuerdo con la forma como se conduce la política. En la década de los 70 del siglo pasado, pedimos la Tecla Nula, en lugar de volver a empuñar el fusil.