Te comento 2016, que en nada me gustó el 2015. Muy temprano se llevó a mi madre, cuando aún tenía tanto que dar. Es una nostalgia que no pasa.
Mas en el plano nacional, te cuento, que la ira de muchos en el exterior contra mi Venezuela es inconcebible. Tanto odio porque un pueblo no se les arrodilla, no les entrega sus riquezas y porque se atrevió a quitarse el yugo de la falsa democracia que impusieron desde el norte, al que Simón Bolívar predijo que plagaría a América de miserias.
Oye, en el 2015, un grupo de venezolanos, que no merece la nacionalidad, terminaron de convertirse en mercenarios del norte para aplicar una llave de estrangulamiento contra sus propios conterráneos.
Todas las máscaras se cayeron en 2015. Estados Unidos, apostó sus recursos a recuperar para sí a Venezuela, y en ello alineó a sus socios de Europa Occidental y a sus transnacionales del petróleo.
Para la derecha y sus seguidores no vale nada los logros sociales, salir de la pobreza y la desnutrición, la educación, las viviendas…Vale es saquear nuestro petróleo, minerales, materia prima y para ello les basta una clase lacaya que les haga el mandado y una parte de la población que se duerma y descuide la defensa de la preciada independencia.
Vas a ser un año de lucha férrea, 2016 “O se rompe la zaraza o se acaba la bovera” (Pedro Zaraza). Porque ahora vienen con todo, para regresarnos a las cavernas. Y no lo vamos a permitir.
Cero boberías. 2016, es tiempo de valientes. La Patria no se vende, la Patria se defiende.