El pueblo venezolano que votó por el chavismo, los que usaron el voto como castigo y los grupos sociales que apoyan el proceso político, estuvieron esperando que usted, Presidente Maduro, utilizara el poder habilitante, que le concedió la Asamblea Nacional, para frenar la crisis económica que recorre a Venezuela, y eliminara de su pensamiento político ese disparate conceptual, llamado guerra económica. Nada de eso ocurrió, al contrario, dilapidó esa herramienta jurídica, concedida por el parlamento, haciendo leyes intrascendentes, y dejó a un lado el abordaje jurídico de la crisis económica, más desastrosa que ha vivido Venezuela, y que seguirá creciendo en el 2016, hasta convertirse en un vendaval político-económico, que podría ser el inicio de una lucha violenta y desgarradora, entre opresores y oprimidos, que no quisiéramos que ocurriera, y que usted puede evitar antes de que los 112 centuriones fascistas, lo defenestren políticamente.
Los chavistas nos reclaman a los marxistas que los criticamos, pero que no damos salidas para vencer la crisis económica; auspiciada y acariciada por el imperialismo norteamericano. Eso no es cierto. Los marxistas venimos denunciando los desafueros del gobierno, desde la óptica de la crítica constructiva, pero lo menos que se nos ha dicho, es que somos traidores o agentes de la CIA. Hagamos una retrospectiva y encontraremos que la gente de MAREA SOCIALISTA, hizo grandes esfuerzos para que los oyeran, cuando todavía militaban en el PSUV. La gente de MS hizo valiosos aportes para que usted, presidente Maduro, dejara de cometer garrafales errores en el ámbito político y económico, y la respuesta de la dirección del PSUV fue echarlos y utilizar a Tibisay Lucena para que le cerrara a Marea Socialista, la vía electoral. Tampoco usted le ordenó a la Fiscalía General de la República, que abriera una rigurosa averiguación sobre la seria investigación hecha por MS sobre el desfalco y fraude a la nación por la friolera de 400 mil millones de dólares, hecho atribuido a los Amos del Valle y a los Amos del Guaire.
El economista Marxista del Instituto Bolívar-Marx, Manuel Southerland, lleva más de tres años advirtiendo sobre la crisis engendrada en el seno del capitalismo venezolano y sus terribles consecuencias sobre la economía venezolana. Southerland dio salidas: Estatizar el comercio exterior, nacionalizar la banca usurera, suspender el pago de la deuda y utilizar esa masa de dinero, no para dar créditos baratos a la pequeña y mediana industria, sino para utilizar ese dinero en obras de infraestructura. Pidió que cesara la entrega de dólares a la burguesía, añeja y a la Lumpen-Burguesía que floreció en los pasillos de Miraflores y de PDVSA, dólares que fueron a parar al mercado negro, con lo cual surgieron como hongos venenosos, gigantescas fortunas a la sombra de la renta petrolera. ¿Qué hizo usted?. Negar la crisis y decir que aquí lo que había era una guerra económica. Concepto que avalaron los dirigentes del PCV, con bombos y platillos. Sobre esta peregrina afirmación, otro intelectual marxista e historiador le recordó a usted, que para que haya una guerra se necesitan dos bandos, y si el otro bando lo conforman los grandes capitales nacionales y extranjeros, ¿Cómo es que usted mismo le entregó a la Polar cuatro mil millones de dólares y cantidades semejantes a: la Ford, General Motors, Toyota, Chevrolet. Como si esto fuera poco, la burguesía venezolana recibió más de trescientos mil millones de dólares para importar bienes materiales. Si usted conocía bien a su contrincante guerrero, por qué no le cortó ese río de dólares, y asumió el control de los medios de producción, declarando un estado de excepción, debido a esa guerra.
Los marxistas venezolanos, y algunos militantes del PSUV, están conscientes de que no se puede hablar de Socialismo, y a su vez, haciendo lo que usted hace, llamando a los capitalistas venezolanos para que produzcan bines materiales, o es que usted no sabe que ellos tienen cien años viviendo y mamando de la renta petrolera. Yo, en particular, no me explico cómo es que usted no mandó presos a todos lo que hablaban y practicaron una cosa llamada LA SALIDA. En esa movida andaban Primero Justicia, Acción Democrática, Copei y un Nuevo tiempo.
Usted para hacerle frente a la crisis, creó leyes que sólo eran “pajaritos en el aire” una ley de precios justos, que después no pudo aplicarla, porque en Venezuela hay en manos de las empresas privadas cien mil puestos de distribución, que nunca le pararon a sus leyes demagógicas. Las empresas del Estado, usted se negó y Chávez también, a ponerlas en manos de la clase obrera, para que las administraran.
Le nombro algunas: Lácteos Los Andes, Sidor. Café Fama de América. Todas las agrupadas en la CVG, PDVSA, y pare ud. de contar. Los legisladores del PSUV se negaron a que apareciera en la ley del Trabajo, los Consejos Socialistas de Trabajadores. Hace algunas horas, en vez de decretar el aumento de la gasolina, estatizar el comercio exterior, ud. gastó lo que le queda de leyes habilitantes, en cosas de menor importancia.
Presidente, aún “le quedan primaveras en las manos” como dice la canción, el fascismo tiene el poder legislativo, pero usted tiene en sus manos: el poder ejecutivo, el Judicial, un buen número de militares patriotas y cinco millones seiscientos mil venezolanos que votamos en Diciembre. Échele un camión de bolas y usted verá que a Pájaro Loco, como le decía el finado Betancourt a Ramos Allup, le entra culillo y deja de hablar de referéndum y constituyentes. Frente a la crisis económica, que hará explosión en el 2016, no hay otro camino que profundizar, a toda máquina el socialismo, y habrá que pelear, porque la derecha siempre acude a la violencia, es hora presidente Maduro, o se rompe el maduro o se acaba la gringuera. Y si llueve, nos mojamos, pero nos mojamos todos, peleando. Por la patria de Bolívar y de Chávez.
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