Chávez, el gran perdedor

Son muchos los analistas quienes han afirmado que el gran perdedor del 6 de diciembre fue Nicolás Maduro, aseveración que en la práctica pierde valor al recordar la forma como el Psuv utilizó la imagen de Hugo Chávez, fue su rostro el que aparecía en los pendones, vallas y afiches, abrazando niños y viejitas, otras veces de pie bailando.

En ningún momento el presidente obrero se convirtió en el icono de la "revolución", le dejaron toda esa responsabilidad al "comandante eterno" a sabiendas que en el staff del partido no existen liderazgos, y las pocas veces que alguien pretendió sobresalir, Chávez se encargó de recordarle que el líder era él.

La promoción de su existencia se hizo tan fuerte, que fueron los directivos del proceso, los primeros en creer que el hijo de Barinas seguía vivo, hecho que los sacó de la realidad llegándose al extremo de tomar como propia la frase de "Chávez somos todos", iniciándose así la organización de la derrota del líder supremo, cuando gobernadores se creyeron dueños de la verdad y de un liderazgo, al responder cuando les preguntaban por qué determinada persona era candidata: "Porque yo quiero que sea así", esas fueron supuestamente las palabras de Aristóbulo Istúriz , al tratar de explicar el nombramiento de Filiberto Martínez en el circuito correspondiente a la ciudad de Anaco en el estado Anzoátegui. Puesto que el también profesor apenas era conocido en Barcelona, y luego de proteger un falso liderazgo en la capital, lo sacan de la zona por complacer un antojo del ciudadano gobernador.

En este caso al menos contestó, pero con las candidatas Marypili y María Cristina, casi prohibió comentarios, simplemente ordenó que las apoyaran sin importar para nada que no estuvieran conectadas a la región, mucho menos que no fueran residentes de sus circuitos. El profe se quedó en el tiempo cuando Chávez decía: "es tal persona porque lo digo yo". Pareciera que Maduro dio la mayor libertad a los jefes regionales. Aristóbulo Istúriz, otro culpable de la derrota de Chávez, no ha perdido la astucia a pesar de haber confundido el legado, muy hábilmente presentó su renuncia a la vicepresidencia regional del Psuv, no al partido ni mucho menos a la gobernación. Bastaría saber si a sus calladas intenciones de reelección. Siempre tuvo buen olfato, no pensó mucho para irse de Acción Democrática, de La Causa Radical o del PPT. Ahora por más que sepa nadar o por mejor saltador que sea; ya sabe que el único barco que le queda por abordar es la Nave del Olvido.

urbanorodriguez@gmail.com



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