La crítica es el punto central de la revolución. Sin crítica no hay revolución posible, y sin críticos no hay revolucionarios, como tampoco hay revolucionarios sin crítica.
Pero ¿Qué entendemos por crítica revolucionaria? ¿Cuál es la diferencia entre la crítica revolucionaria y la crítica reaccionaria, la crítica de la derecha?
Por los años de 1868, se establece una polémica entre Proudhon y Karl Marx sobre los postulados económicos del capital, en torno al papel histórico del de proletariado en la lucha de clases y que Proudhon plasma en su libro "La Filosofía de la Miseria". La crítica de Marx fue demoledora, y la expresa en su obra "La Miseria de la Filosofía", no obstante, en otra obra señala que al "Sr. Proudhon no puede tratársele como a un perro muerto", contra aquellos que quisieron hacer de Proudhon una triste figura. Marx se enfrentó políticamente a los anarquistas, pero no por ello dejaba de reconocer los aportes del anarquismo al pensamiento socialista.
Lenin, en la Segunda Internacional, tuvo muchos encontronazos desde el punto de vista práctico y de concepción con Rosa Luxemburgo, no obstante, al referirse a Rosa exclamó "Las águilas pueden llegar al lugar de las gallinas, pero a donde llegan las águilas no pueden llegar las gallinas" reconociendo así la grandeza y profundidad del pensamiento de la revolucionaria. Igualmente tenía diferencias con Trostky, sin embargo el trato era de respeto, de camaradas, de amigos.
Las contradicciones entre los revolucionarios no son antagónicas, por eso la crítica revolucionaria es fundamental, porque agudiza las contradicciones dialécticas haciendo que emanen soluciones, emane la síntesis enriquecida por el debate, la praxis intelectual. La discusión seria, la crítica revolucionaria debe centrarse en los principios, valores, de respeto y camaradería.
En tanto la crítica contrarrevolucionaria es una crítica basada en la calumnia, el desprestigio del oponente, la desacreditación. Más que crítica es diatriba, sin respeto por el contrario, ni por su persona ni por sus ideas. Es la típica crítica fascista que se basa en la mentira, el engaño, la trampa, la falacia. Es aquella crítica que se centra en el interés personal, el personalismo exacerbado, el protagonismo pervertido.
En tiempo de crisis, de agudización de las contradicciones la crítica se nutre de las contradicciones en movimiento, surgen la síntesis que a su vez, entran en contradicciones emanando teoría-praxis: es el momento revolucionario.
Pero también se aprovechan del momento los oportunistas, los reformistas, los reaccionarios, los contrarrevolucionarios, la derecha, presentándose como militantes de izquierda, aplicando con su práctica nociva de hacer críticas perversas, enlodadoras, personalistas, ofensivas. Su misión confundir, dividir, enfrentar a los militantes, desmovilizar al movimiento revolucionario, debilitar las bases, aniquilar cuadros, desintegrar el proceso.
Desde diversos espacios se ha llamado la observación a este tipo de discusión, de debate. Se trata de hacer un llamado a elevar el nivel de la discusión a la altura de los revolucionarios. No otorgar ni conceder tregua a quienes merecen llamados de atención, a los que han mostrado ineptitud, a quienes han traicionado su papel como revolucionarios. Pero utilizando un lenguaje respetuoso, un lenguaje propio de personas conscientes. Lo cortés no quita lo valiente dice el dicho.
Muchas de esas críticas, sobre todo aquellas que se usan como críticas sin fundamentos, son utilizadas por la derecha, por los oportunistas, por los reaccionarios para legitimar sus denuncias, por ello, son más beneficiosas a la oposición, a los contrarevolucionarios, que a la revolución.
No se trata de cercenar ni prohibir las críticas. Se trata de morigerar el lenguaje, de recomendar, primero que sean críticas serias, segundo críticas con fundamento, tercero, críticas con un lenguaje y sentido basado en el respeto.
Para ejemplificar (muestro el pecado mas no el pecador), hace poco fue publicado un artículo denominado ¡Nubarrones de guerra…....! En dicho artículo, además de hacer un conjunto de acusaciones irresponsablemente, utiliza un lenguaje poco apropiado para dirigirse a quienes son el Pte. de la República y quien era, hasta el 5 enero, el Pte. de la Asamblea Nacional, además de ser camaradas, compañeros revolucionarios, aunque el autor de dicho artículo lo ponga en duda.
Lo peor, es el llamado, solapado, al Golpe de Estado. Es decir, para corregir, lo que él califica como un error constitucional, invoca cometer otro error, como lo es la violación del estado de derecho.
Por lo que ahí se lee, es un claro artículo de corte fascista, de infiltrado, de oportunista. Un provocador de oficio, un descarado golpista que llama al ejército a tomar partido por la golpe militar, al igual que lo hicieron "supuestos camaradas" en los últimos días del gobierno de la unidad popular, en Chile, llamando al salvador de la patria, que al final consiguieran al "ejecutador" de la democracia popular, en la persona de Augusto Pinochet.
Artículos como este (de los cuales hay bastante por cierto) deben publicarse pero solicitar la modificación del lenguaje y la forma de plantearse la denuncia, de lo contrario son artículos que lejos de ayudar a corregir los errores, caen en el error de la provocación, las acusaciones irresponsables, la falta de respeto y la confusión entre los revolucionarios.
Creo que ya basta con los infiltrados en el gobierno, con los ineptos, con los burócratas, con los corruptos, para que ahora los "pescadores de rio revuelto" empantanen más la atmosfera que se respira en el ambiente de la revolución.
Patria, socialista o muerte. Venceremos
carrodcas@gmail.com