Sin duda que la gran pregunta que tienen que estarse haciendo todos los venezolanos es: ¿cuál será la situación económica de nuestro país dentro de seis meses? Esta es una pregunta que deberá tener una respuesta en términos concretos. Es decir, principalmente relacionada con el tema de la inflación y con el tema del desabastecimiento. Porque seis meses son un tiempo suficiente como para que los índices en ambos temas muestren una mejora o un empeoramiento.
El caso es que seis meses puede ser un tiempo suficiente como para que surtan efecto algunas medidas correctivas ---si técnicamente es posible---, o también un período de tiempo que transcurra aceleradamente y haga que la situación económica se agrave considerablemente. La verdad es que se puede llegar a estar en una situación como la del cuero seco, al decir de Carlos Matus, que al ser pisado por un lado, se levante por el otro, y así sucesivamente.
Los venezolanos estamos, por decirlo de alguna manera, en una suerte de apuesta de lotería, donde se juega un cupón de seis meses. Dos grandes fuerzas que combinan factores sociales, económicos, políticos, comunicacionales y militares son las poseedoras de un cupón de seis meses que tiene doble cara: escudo y cruz. Una de las fuerzas pareciera estar nadando contra el tiempo, como intentando atajar una avalancha. La otra fuerza pareciera simplemente estar navegando con el tiempo, dejando que se precipite la avalancha. Al cabo de seis meses se tendrá el resultado del sorteo: será escudo o será cruz.