La Directiva de la Asamblea Nacional decidió desincorporar a los diputados electos por el Estado Amazonas, aparentemente en acatamiento a la decisión dictada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y luego de una gran perorata en la que desafiaban las decisiones del poder judicial.
La respuesta inicial de la Directiva de la Asamblea Nacional apuntaba a un grave conflicto de poderes cuyas consecuencias podrían ser de incierto pronóstico ya que de acuerdo al belicoso discurso que esgrimían hasta hace un par de días, su disposición era de total negación de los fallos que constitucionalmente el máximo tribunal había dictado.
La respuesta del resto de los poderes, aunque siempre estuvo en el marco de las formalidades institucionales y legales vigentes en el país, no careció de contundencia, sin embargo, como muy bien la oposición lo dijo en boca del presidente del poder legislativo, Henry Ramos Allup, ellos "sabían lo que hacían al juramentar a los diputados de Amazonas".
Creo que ciertamente la dirigencia opositora no previó totalmente la magnitud de la respuesta que tendría tal acción, ni tampoco el impacto que podría tener en la opinión pública, intentaron manipular a la gente con el cuento de que "se debe respetar la soberana decisión del pueblo que eligió a esos diputados", pero lo cierto es que habían bastantes dudas sobre la legitimidad de los votos obtenidos por esos nuevos legisladores.
Quizá esa sea la razón por la cual suspendieron la sesión prevista para el martes 12 de Enero, por un lado estarían los verdaderos jefes de la "alternativa del cambio" –entre ellos la embajada gringa- reventándoles el teléfono a los mandamases que tienen de monigotes en el capitolio para que presionaran hasta el final o bien para que retiraran su decisión y adoptaran las disposiciones del máximo tribunal, y por otro estarían algunos personeros del gobierno (Allup mencionó a Aristóbulo), tratando de convencerlos (o de ofrecerles más cuotas de poder de las que ya tienen) a fin de evitar un conflicto adicional al país.
Sin embargo, este incidente da para examinar los escenarios donde se diriman en los próximos meses las grandes decisiones nacionales e incluso el futuro del país:
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El Tribunal Supremo de Justicia y la misma AN. La asamblea por ser la fuente de donde se originarán las decisiones que probablemente tenga que examinar el máximo tribunal y utilizar su poder de veto, de acuerdo a la naturaleza de los proyectos que esta asamblea pretenda aprobar.
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La Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Que la derecha no tenga un sólido apoyo dentro de los cuarteles pudiera ser un factor que los haya hecho retroceder en su aspiración inicial de juramentar a los diputados electos por el estado Amazonas, desafiando abiertamente al resto de los poderes. Las próximas acciones de la derecha apátrida venezolana apuntan a permear la moral de los militares de este país con miras a un eventual cambio de gobierno, tal y como ellos mismos lo han planteado. Quizá el impacto a nivel de opinión pública y especialmente de opinión castrense influyó en alguna medida sobre la decisión finalmente adoptada respecto a los legisladores suspendidos.
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La economía nacional. Este escenario es donde más éxito ha cosechado la derecha, porque de hecho es el único donde hasta ahora ha actuado en solitario y a su antojo (o combatido, si utilizamos el argumento de la guerra económica), es previsible que en los próximos meses la situación económica empeore con el objeto de desmoralizar aún más a las fuerzas bolivarianas y justificar mediáticamente la necesidad de un "cambio de rrrrrrrééégimen"
El ejecutivo hasta ahora ha logrado hacer ver como una victoria la desincorporación de los diputados objeto de la decisión del TSJ. Ciertamente es saludable que el poder legislativo decida acatar los dictámenes de otro poder de la República, sin embargo, este episodio puede ser solo el inicio de un espiral que busque mermar la legitimidad de un gobierno que a pesar de contar con el control de buena parte de las instancias del Estado, se muestra débil y en algunos casos cómplice ante las acciones de quienes inconstitucionalmente quieren desplazarlo.