“Si queremos sobrevivir, veamos los pájaros, pero si queremos hacer Revolución, veamos las hormigas”

Si de verdad queremos una sociedad más justa y más humanista --- con Maduro, sin Maduro, o lo que sea --- no podemos seguir esperando que el gobierno, o algún líder de la Revolución, nos diga qué y cuándo, o cómo hacerlo, creo que debemos empezar a hacerlo, ya, de una vez, antes que todo se eche a perder, no solamente aquí en Venezuela, sino a nivel mundial.

Cuando Chávez vivía éramos cómodamente flojos, podíamos confiar en él, podíamos depender de él, casi para todo, seguíamos sus sugerencias, sus ordenes, sus suplicaciones, esencialmente, solamente nos movíamos cuando él nos decía de hacerlo --- pero hoy la cosa es muy diferente --- es obvio ahora que como Revolucionarios no podemos confiar en Maduro.

Maduro se dejó secuestrar por el poder financiero internacional y por la corrupción interna.

Tampoco podemos confiar en el PSUV ya que el nivel de porquería de politiquería e infiltración de elementos nefastos y enemigos de la humanidad lo han destruido desde adentro.

Me recuerdo cuando Chávez en el 2006 o 2007 esencialmente disolvió su partido político MVR, probablemente por la misma razón, es decir, porque por dentro se llenó de aprovechadores, corruptos, traidores, y porquerías de sinvergüenzas, pero Maduro (jefe del PSUV) no ha hecho la misma cosa con el PSUV, no lo hizo, no se ocupó lo suficiente, y dejó que el PSUV se pudra por dentro, y por esa razón, entre otras, el PSUV perdió de manera abrumadora las elecciones del pasado 6 de diciembre para la Asamblea Nacional.

Maduro no hizo el cambio necesario a tiempo, y todavía no ha hecho absolutamente nada al respecto, es decir, el PSUV, lleno de cáncer, enfermo de codicia, sigue siendo desafortunadamente el partido político principal representante de la Revolución.

Pero ha llegado la hora, donde como Revolucionarios tampoco podemos confiar en el PSUV.

Ahora nos viene encima el infierno del pasado, lo sabemos, lo olemos, lo sentimos.

El pobre regresará obedientemente a su “justo” lugar de la esclavitud forzada, el de la clase media regresará voluntariamente a su rol tradicional de sirviente recompensado, y la elite retomará con armas su posición exclusiva del pasado.

Los pobres morirán de hambre y enfermedades, mientras que las clases pudientes y de profesionales corruptos harán sus compras en Miami, cada fin de semana, todo bien ordenadito.

Durante esta transformación venidera hacia el pasado, no tendremos el apoyo necesario de Maduro, ni del gobierno, ni del PSUV --- ni quisiera ese apoyo --- ni de algún líder revolucionario en particular, ni tampoco de los otros partidos políticos, viejos o nuevos, que siempre apoyaron a la Revolución, ya que me parece que la percepción general es que todo ahora se trata principalmente de pura porquería de politiquería sucia, al estilo de la cuarta republica (los gobiernos antes de Chávez que llevaron el país a la ruina, aproximadamente entre 1960 y 1998).

Esto no significa que no exista algún Revolucionario que pudiera ser el nuevo líder de la Revolución, no, es que bajo las presentes circunstancias sociales podridas, la maquinaria política entera está tan corrompida que cualquier líder Revolucionario tipo Chávez, honesto, no mentiroso, no prepotente, brillante, creativo, no materialista, humilde, ejemplar, y listo para dar su vida por los desposeídos del mundo, se encontraría muerto, muy muerto, mucho antes de llagar a cualquier elección.

Entonces, tomando todo esto en consideración, esto significa que estamos esencialmente solos, abandonados en un sentido, pero no verdaderamente ya que actualmente creo que somos unos 5 millones de adultos Revolucionarios quienes en general estamos en la misma onda, de alma, corazón, y mente, quienes formamos el corazón de la Revolución. Sabemos lo que está pasando, aunque no conozcamos cada detalle, pero sabemos que todo es “por ahora,” y sabemos que este actual “por ahora” pudiera durar años, y aun generaciones, pero también sabemos que ese “por ahora” dependerá de nosotros, no de Maduro, no de algún líder en particular, no de algún partido político, ni de ninguna organización social, ni nada de eso.

La Revolución depende ahora enteramente de nosotros.

Depende de cada uno de nosotros, como millones de hormigas trabajando juntas, poniendo en acción los mismos principios de vida, cada día de nuestras vidas, practicando con sinceridad y honestidad los mismos valores humanos, 5 millones de hormigas simultáneamente, sin jefes ni intermediarios, con solamente un líder supremo, Chávez.

A partir de anteayer, cuando Maduro se empató con el poder financiero nacional e internacional, la única manera práctica de asegurar la Revolución es de no depender de ningún líder, es de llevar la Revolución a cabo nosotros mismos, pero con constancia y plena consciencia.

De todas maneras, ¿Para qué necesitamos líderes?

No necesitamos a líderes que nos digan que deberíamos estar siempre sembrando pimentones y cebollines en nuestros patios. Sabemos cómo hacerlo, y si no sabemos, imitamos a alguien que sepa.

No necesitamos a líderes para decirnos que es falta de consciencia botar comida, o botar basura a la calle.

No necesitamos a líderes para decirnos que es Revolucionario compartir, y ocuparse de los más débiles, enfermos, y necesitados.

No necesitamos a líderes para decirnos lo que ya sabemos …

… de parar de comprar productos de marca, como Nike, Adidas, o McDonald’s, o Wendy’s, porque de cada 1000 bolívares que gastamos en esos productos, doscientos o trescientos van a los bolsillos de los violentos racistas y explotadores ricachones como María Corina Machado, Capriles Radonski, Leopoldo Lopez, Ramos Allup, y Julio Borges.

Solo debemos mirarnos en el espejo, cada día, con valentía.

No necesitamos a líderes para recordarnos que el capitalismo --- contra el cual estamos peleando --- depende enteramente de nuestro consumo, entonces, consumamos menos, mucho menos, eliminando de nuestras vidas todo lo innecesario, y así estaremos, cada día, haciendo Revolución, juntos, 5 millones de hormigas.

Revolución en acción.

Así estaremos haciendo la verdadera Revolución, no la Revolución de palabras bonitas, sino la Revolución en acción real y verdadera, efectiva, ofensiva, y no defensiva al estilo Maduro, estaremos orgullosamente dándole 5 millones de patadas entre las piernas todos los días al capitalismo, 5 millones de hormigas rojas, de esas que pican duro, entre las piernas, donde les duele más.

Jesucristo dijo que si queremos saber cómo sobrevivir, que veamos a los pájaros, si hacemos como ellos, no tendremos ningún problema de sobrevivencia.

Yo agrego, veamos las hormigas, ellas tienen solamente un líder supremo, la reina --- o en nuestro caso Chávez --- a nadie más.

Las hormigas no tienen ningún otro líder de ningún otro tipo dentro de sus sociedades, ni por sectores, ni por ámbitos de actividad, tampoco tienen grupos antagónicos a esa sociedad en particular, no tienen sectas, etc., todos saben exactamente lo que deben hacer, sin que nadie les diga qué hacer, o cuando, o cómo, pero si una hormiga no sabe, entonces simplemente imita a una hormiga que sabe los que hace.

Yo no sabía eso hasta hoy --- la reina no tiene ni el poder de decisión ni de mandar, entonces, es un asunto muy interesante ya que básicamente todas las hormigas dentro de esa sociedad en particular están en la misma onda.

Más interesante todavía es que la reina puede vivir hasta 30 años, o más, no se sabe exactamente, mientras que la típica hormiga macho solamente vive algunas pocas semanas, digamos 4 semanas, entonces, la reina vive alrededor de 360 veces más tiempo que el macho común y corriente de esa sociedad. Matemáticamente, de comparar Chávez a la reina, esto significaría que nuestro líder supremo vivirá 360 veces más tiempo --- en nuestras vidas --- que algún varón común y corriente de nuestra sociedad.

Digamos entonces que ese hombre común y corriente viva 70 años, esto significaría que Chávez vivirá siendo nuestro líder supremo durante más de 25.000 años.

¡25.000 años con Chávez!

En ese tiempo --- si no nos hemos exterminado antes --- deberíamos haber podido llegar a crear a nivel mundial una sociedad comunal justa y humanista, sin divisiones, sin racismo, sin egoísmo, sin propiedad, sin violencia.

Otra cosa, de lo que sabemos hoy, nosotros los humanos hemos solamente existido en sociedades organizadas desde hace unos 250.000 años, mientras que las hormigas han existido en sociedades organizadas desde hace millones de años, comunalmente, tranquilamente, en paz, perfectamente sincronizadas, siendo siempre productivas, construyendo sociedades, en vez de destruyéndolas.

Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Formicidae

¿No podemos aprender algo de estas maravillosas criaturas?

Entonces, digo yo, “Si queremos sobrevivir, veamos los pájaros, pero si queremos hacer Revolución, veamos las hormigas”.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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