Como todavía estamos reuniéndonos y presentándonos por televisión para decir ‘cómo es que vamos a producir’… y el hecho REAL no pasa -todavía- de que un "hashtag" que dijo: < #quieroserproductivo > haya tenido (o no) alguna medición importante, y, por tanto, "lo que vamos a producir", todavía no sabemos cuánto es, ni qué es, ni cuánto va a representar para la economía del país… y tampoco sabemos -aún- cuánto va a ser el retorno verdadero de dólares (divisas) obtenidos por las exportaciones ‘que -también- vamos a hacer’, a pesar de que nos los van a pagar a Simadi (200 bolos por dólar), en vez de a Sicad II (12 b.p.d), ya que -ahora- ni los tendremos que ‘registrar’ previamente como ‘cantidades a recibir…’; y como ya el precio de nuestro petróleo cayó por debajo de los 20 dólares, lo que según algunos quiere decir que llegamos al precio que nos cuesta producirlo… y, también, que vendiéndolo a ese precio o por debajo, NO nos produce ganancias sino pérdidas… y, entonces, necesitamos ingresar más divisas por otras vías… ¡ VAMOS A VENDER GASOLINAAAA… !
Vamos a vender gasolina y otros combustibles (gasoil, gas…), que sí sabemos que los producimos…
Bueno, en primer término, procedamos con el mercado interno. Como el costo de producir un litro de gasolina equivale a 35 veces más que el precio en que se vende (como lo asegura José Gregorio Piña, y yo le creo), para compensar las pérdidas estimadas de 12.500 millones de dólares anuales, (gracias a la necedad -continuada en el tiempo- de subsidiarla), ésta debe venderse en Bs. 3,50 el litro, la de 95 octanos; y Bs. 3,25 la de 91 octanos. Y a estos precios debe venderse para el uso de los automóviles particulares, es decir, autos de uso privado. Y mantener el subsidio actual para todo aquel transporte de personas (en combustibles para aviones, automóviles, busetas, autobuses, ferrys, etc.) y para todo aquel transporte de mercancías, materias primas, etc. (en combustibles para camionetas de carga, camiones, cavas, gandolas, etc.).
¿ Y cómo hacemos estas ventas diferenciadamente ? Pues utilizando una ‘tecnología’ que no tiene nada de novedosa, y que quienes han venido al Táchira y a algunas zonas del estado Zulia, deben conocer o haber oído hablar de ella, y que popularmente llaman TAG o Chip, para la compra de gasolina. Que no es otra cosa que un código de barras que se coloca en el parabrisas de los vehículos, que es captado por unos lectores electrónicos (como los de los supermercados), y que luego de "leerlo", autoriza la venta del producto. En este caso concreto, autoriza el combustible que utilice el vehículo registrado con su Chip (para gasolina o gasoil), en las cantidades diarias, semanales o mensuales con las que debe contar ese vehículo para prestar SU servicio.
Este ‘sistema’ debe ser utilizado y colocado en vehículos de transporte de pasajeros y mercancías, exclusivamente. Y lo proponemos así, para conjurar el ‘complejo’ o temor de que aparezca cualquier tipo de protesta por parte de usuarios de busetas, autobusitos, autobuses, o autobusotes, al quitar de por medio la excusa que usan los dueños de estos transportes, para subir el precio de los pasajes, al subir el precio del combustible. E igualmente lo proponemos así para el caso del transporte de mercancías, y así evitar alzas injustificadas que puedan incidir en la estructura de costos de diversos bienes, a cuenta de los fletes.
De acuerdo con las estimaciones hechas en cuanto a costos de producción de la gasolina, que en el caso de la más costosa, es de Bs. 3,15 , quedaría un diferencial o excedente que serviría para compensar los subsidios que se mantendrían para el transporte de personas y mercancías, y hasta para cualquier otro ‘costo’ referido a fletes y seguros, del traslado de los combustibles desde las plantas refinadoras y distribuidoras, hasta las estaciones expendedoras… (estaciones de servicio o ‘bombas’ de gasolina).
A los vehículos particulares, que son los que mayoritariamente constituyen el parque automotor en Venezuela, se les cobraría la gasolina como ya lo hemos dicho: a Bs. 3,50 la de 95 octanos y a Bs. 3,25 la de 91 octanos. Estos, por supuesto, no tendrían que llevar colocado chip alguno.
En el caso de la venta de gasoil, deben establecerse analogías en cuanto a los aumentos de precios. Pero sabemos que mayoritariamente este tipo de combustible irá a parar a los tanques de vehículos de transporte de pasajeros y de mercancías (que tienen motores diésel). Por lo que el "programa" con chip, que funcionaría para surtir de gasoil a las gandolas -que cargan bastante en sus tanques-, deberá contemplar o tener en cuenta la rutas específicas que cada transporte de estos cubren para trasladar "sus" mercancías. Esto, para evitar -por ejemplo-, que una gandola llegue con una importante carga de combustible sobrante a las zonas de fronteras, y surgiera la "tentación" de ‘ordeñarla’ para llevar de cualquier manera ese combustible a donde no debe ir.
La correspondencia del aumento de este tipo de combustible, se calcularía y se establecería análogamente al aumento del precio de la gasolina, para los pocos vehículos particulares que lo utilizan en nuestro país. Como es el caso de mi vecino Javier, que tiene una camioneta china, con motor diésel, pero no tiene como "uso" el transporte de mercancías…
GASOLINA PARA LA EXPORTACIÓN A PAÍSES VECINOS
Hace un par de días leí en algún medio, que desde que se cerró la frontera (apenas 5 meses) nos habíamos ahorrado la bicoca de la extracción de 327 millones de litros de gasolina… (lo cual me pareció ‘un poco’ exagerado). Las malas lenguas aseguran que sigue saliendo por trochas y otros ‘caminos verdes’, en menor cantidad, claro, pero esto se debe al enorme margen de ganancia que deja ese negocio de compra-venta ilegal, y a la gran cantidad de kilómetros lineales de frontera que tenemos con Colombia (más de 2.000 kilómetros), que hace imposible cuidar ese tránsito y ese tráfico, metro a metro. La Guardia Nacional Bolivariana asegura que el contrabando de extracción de gasolina se ha reducido en un 70 %. Y eso es bastante probable.
Pues bien, para recibir divisas por esta nueva vía, tenemos que dejarnos de pruritos y aprovechar que la frontera está oficialmente cerrada, para abrirla ‘RESTRINGIDAMENTE’. Abrirla sólo para vender gasolina y gasoil a Colombia, en dólares. En ese país vecino, no comen cuento para aumentar el precio de la gasolina, y usualmente lo hacen dos y tres veces por año. Actualmente se vende en 0,66 dólares el litro. Por tanto, planteo yo, para que no deje de ‘ser negocio’ para aquellos que la compran aquí para llevarla a Colombia, que podemos vendérselas a 0,50 dólares el litro. Y establecer igualmente un sistema de identificación de vehículos que vengan desde ese país vecino, exclusivamente a adquirir combustible. Podrán venir en vehículos con placas venezolanas y colombianas, conductores colombianos y venezolanos, que casi con seguridad residen en Colombia. Hacerle un seguimiento con nuestras autoridades fronterizas a esas compras, para garantizar que quienes vengan a hacer ese negocio, vengan solamente a eso. Deben venir a utilizar solamente las vías carreteras que llevan a las estaciones expendedoras de gasolina conocidas como "SAFEC", o, popularmente, como "bombas internacionales", que por los momentos son nueve (09) solamente en Táchira (y existen otras en el Zulia). No pueden ni deben venir sus conductores a comprar víveres de ningún tipo. Y de ser encontrados tratando de contrabandear (sacar) bienes que necesitamos para comer y vivir aquí, pues se les impedirá volver al país, excluyéndolos del registro que autoriza la compra de gasolina. Para eso tendrá que servir el registro automotor que deberá diseñarse al efecto. Incluso podría establecerse un registro doble, de vehículos y personas… que para eso es que debe servir la tecnología. Porque vendrán indiferenciadamente vehículos colombianos y venezolanos, con conductores (o dueños) igualmente colombianos y venezolanos.
Como la vamos a vender exclusivamente en dólares, los conductores, al entrar, deberán mostrar en billetes verdes (dólares) la cantidad de 25 dólares, para adquirir -máximo- 50 litros de gasolina, tratándose de autos. Y mostrar 50 dólares en efectivo, para adquirir 100 litros -máximo- de gasolina, en el caso de camionetas, pick-up, rústicas y similares. De no contar con los dólares necesarios, no se les dejará ingresar al país, ya que en esos expendios nuestros no venderán sino en dólares. Se establecerá el número de viajes por día que pueda hacer cada comprador y se establecerá un horario determinado para que funcionen estos expendios, además de que tendrán que crearse mecanismos seguros, tanto para el traslado de las remesas de dinero (dólares), desde los expendios de gasolina a los bancos que se designen para recibirlo, como para la detección de dinero falso.
Con esta modalidad comenzamos una venta de gasolina (que es un bien que sí producimos), pero en divisas y no en bolívares. Y eso mientras se abre la frontera nuevamente, cuando este mercado de compradores va a aumentar, debido a que en él entrarán también autos y conductores venezolanos que quieran dedicar y dedicarse a este negocio, pero que de ahora en adelante estaría regulado y dejaría -en gran modo-, de ser ilegal.
Para vender en la frontera con Brasil, podemos intentar algo similar, haciendo las analogías y cálculos respectivos. Y para el mercado de las islas del Caribe, podemos iniciar la venta de gasolina, haciendo igualmente un registro de compradores/vendedores, que utilizan lanchas y pequeños y medianos barcos para ello, vendiéndoles el producto a razón de un dólar el litro, ya que en Aruba, por ejemplo, un litro de gasolina cuesta 1,22 dólares… Podremos revisar los precios de venta de gasolina en Trinidad, Tobago, San Vicente, Bonaire, Saint Martin, Barbados, Grenada, y otras islas, e igualmente establecer a futuro los parámetros para vender combustible a los barcos que vengan en la modalidad de crucero y ‘toquen’ alguna de nuestras costas o islas.
Y, de todos modos, cualquier nueva forma que se establezca para vender combustibles en y desde nuestro país, no debe adquirir el formato traumático de ser ‘inamovible’. Todo puede cambiarse para mejorar, tanto los negocios, como los servicios de suministro, y debe pensarse seriamente en ir desarrollando la movilización de vehículos a gas, que en este país también tenemos pa´ botar, pero incluso es más barato (y de hecho lo botamos, al igual que la gasolina)…
Cambiemos para bien… aumentemos el precio de la gasolina en el caso del mercado interno, para ahorrarnos unos cuantos millones de dólares y también para ir aprendiendo a no desperdiciar este bien que tanto hemos derrochado y que, al quemarlo, le hace tanto daño a nuestra atmósfera… Y vendamos gasolina para surtir un mercado externo vecino, fronterizo, para proveernos de dólares, que ahora nos entran menos, por la caída (que viene en picada) de los precios del crudo.