“yo me hundo, tu te hundes”

Titanic Velázquez

Hay que tener cuidado porque ahora que el gobierno se está investigando a sí mismo, corremos el riesgo de que ocurra un “todos contra todos” y que de eso no nos quede nada sino el puro desprestigio de unos pocos mientras las cárceles siguen vacías de corruptos…

Luis Velázquez reaparece en ese escenario, chillando su inocencia mientras un clarísimo e infantil “¡yo no fui!” delata que más de uno podría ya a estas alturas haberse ensuciado las manos con los dineros del erario nacional. ¿Recuerdan aquella frase célebre de Rómulo Betancourt? “Que se me quemen las manos…” y…¡Zas! Se le quemaron…

El caso del suspendido Magistrado, otrora hombre fuerte del TSJ, con tantos títulos en su haber que su Currículum Vitae es casi un libro de texto, villano favorito de los medios de comunicación social en nuestro país, se torna cada vez más interesante porque ahora no se trata de él. No, señor. Se trata de que a la luz del escándalo de Ciudad Lebrún se pone de manifiesto otra vez una lucha de tendencias dentro del propio chavismo, encabezadas por Nicolás Maduro y Pedro Carreño.

Lo del chavismo sin Chávez no es nada nuevo, como tampoco lo es el hecho de que vinculen a Maduro (y a Cilia Flores) con ello. Eso viene desde mucho antes del golpe de estado del 11 de abril de 2002, desde aquellos días en los cuales Don Luis Miquilena se le volteó al Presidente cuando éste no aceptó negociar nada con los promotores del paro comercial ni con los banqueros (bueno, acaso una de las tantas volteadas de Miqui).

Así que en la Asamblea Nacional se pueden definir muchas cosas. El Poder Moral acaba de dar la señal que necesitaba el pueblo chavista duro, el que pide a gritos que se cumplan los postulados del Presidente. Pasaron muchos días antes de eso, y hubo muchos escándalos que no lograron echarle humo al asunto. Las dudas sobre ese novísimo mecanismo de revisión (Poder Moral) que ideó Simón Bolívar, hicieron rabiar a más de uno y justo en el momento preciso, se anunció la decisión…Velázquez hizo inútiles cabildeos en el TSJ, también ante los pocos fieles que le quedan en el MVR, e incluso dentro de la oposición, y lo único que hasta ahora ha logrado es una ardorosa defensa de los aboga…perdón, reporteros que cubren la fuente judicial.

Pero en medio de su desespero uno tiene que preguntarse ¿adónde irá a parar todo esto? ¿Será verdad que existe una sociedad de cómplices? ¿será verdad que en el gobierno lo que hay es una caterva de pillos enceguecidos por el poder y el dinero? ¿será verdad que ahora la Comisión de Contraloría de la AN y el Poder Moral sólo servirán para hacer razzia dentro del mismo chavismo, o peor aún, para pasarse facturas entre ellos mismos, quedando la lucha contra la corrupción como mera excusa para esto?

Al caso Velázquez debemos hacerle seguimiento, porque allí está en juego la credibilidad de nuestro Poder Judicial, la eficiencia de la contraloría que se hace desde el Poder Legislativo y, en general, la confianza en las instituciones que nacieron con la nueva Constitución. De eso tiene que quedarnos algún resultado. ¡Aunque sea un enano preso, señores!, y que terminemos con otro pleito mediático, a punto de convertirse en un nuevo filme: Titanic Velázquez o “yo me hundo, tu te hundes”.


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Luisana Colomine

Profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Comunista.

 @LuisanaC16

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