Fedeagro le quiere robar el "home" al ministro Castro Soteldo

Durante varias veces en este día escuché declaraciones y análisis de la noticia cuya fuente FEDEAGRO anuncia al país que se requieren diez años para disponer de buenos resultados en la agricultura nacional. Es a todas luces una sentencia pesimista por cuanto los analistas de esa institución gremial-patronal bien saben que los tiempos de respuestas tempranas varían de acuerdo al rubro, unos son más elásticos que otros a la hora de estimar los incrementos de superficie a sembrar. También es cierto que un plan de expansión de la agricultura nacional debe centrarse en un grupo relativamente pequeños de rubros priorizados de acuerdo a su aporte calórico y proteico; y esa posibilidad de expansión de corto y mediano plazo existe. Ahora bien, si el problema fuese consolidar un plan de desarrollo de la ganadería doble propósito y de la producción frutícola nacional, ambos muy relevantes, los plazos pueden exceder lo planteado por FEDEAGRO. Entonces más que una gran mentira, tales declaraciones son de un atrevimiento impropio. Los cereales, por ejemplo, responden rápidamente a políticas de precios y de almacenamiento.

¿Qué interés priva en estas declaraciones? Mi "supongo" es que le quieren robar el "home" al ministro y a sus principales miembros del equipo de gestión que saben mucho de tácticas militares, pero tienen limitaciones que se pudieran considerar del común de la gente, que no se formaron en y para la agricultura, y pudieran incluso atreverse a desmentir a FEDEAGRO diciendo que en 90 días tendrán resultados impactantes en la disponibilidad de alimentos, en nuestra Patria. Esa sería tan impropio (viniendo del alto gobierno) como lo planteado por FEDEAGRO.

La situación actual es muy particular, así como FEDEAGRO arrecia en su discurso, la oposición utiliza estos argumentos para continuar su política de deslegitimación del Presidente Maduro, y la única forma de ripostar, en el caso de la agricultura, es presentando un plan coherente pero a su vez agresivo, en algún rubro de alta prioridad, y que he sugerido en varias oportunidades sea el maíz. Si al menos pudiésemos pasar de 1,7 a 2,5 millones de toneladas cosechadas, vendrá el renacer de la esperanza por una revolución productiva en la agricultura. Esa sería una victoria temprana que no está reñida con las metas de mediano y largo plazo, en otras cadenas.

Las respuestas en la producción de hortalizas son menos elásticas pero hay toda una organización emergente del poder comunal que disponiendo de tierras, semillas y riego estratégico, puede superar con creces la actual producción del llamado guiso (tomate, pimentón y cebolla); y por las hortalizas en ramas no hay que preocuparse, allí hay un éxito de la revolución que logró aumentar de 50 mil a 600 mil toneladas/año con diversos programas de patios productivos y ahora con la agricultura urbana se potenciará el autoconsumo de hortalizas en ramas.

Finalmente, lo que es verdaderamente sabio en la agricultura, es saber escuchar. Al presidente Maduro no se le puede engañar con los extremos pesimistas ni los cortoplacistas.

mmora170@yahoo.com



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Miguel Mora Alviárez

Profesor Titular Jubilado de la UNESR, Asesor Agrícola, ex-asesor de la UBV. Durante más de 15 años estuvo encargado de la Cátedra de Geopolítica Alimentaria, en la UNESR.

 mmora170@yahoo.com

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