"Que triste sería, ¡por el amor de Dios!, que desperdiciemos esta maravillosa oportunidad que nos ha dado Dios, nuestra historia, el despertar de nuestros pueblos".
Hugo Rafael Chávez Frías
El Papa Francisco no cesa en su peregrinar por el mundo y continua en su empeño por desenmascarar el engaño y la opresión que caracteriza al capitalismo que explota y castiga a los hombres de la tierra.
En sus homilías, el sucesor de Pedro mantiene como uno de sus legados y más agudos proyectiles, su directo mensaje en defensa de los pobres con quienes se identifica y los defiende, como lo ha reiterado en sus discursos de su actual visita a México.
Si alguien está desnudando ante los ojos del mundo la realidad y el paisaje desolador, al cual ha sido sometido el pueblo mexicano por la violencia, el narcotráfico, el secuestro, la violación de los derechos humanos y todas las formas de injusticia conocidas, es el Pontífice de la Iglesia Católica.
No es por casualidad que el máximo prelado argentino preparó esta visita a la tierra de la Virgen de Guadalupe. Esta patrona – venerada por los mexicanos - pareciera ser lo único que sostiene al pueblo azteca frente a la injusticia, gracias a su fe y a la esperanza de que no todo está perdido.
Si bien como hombre de Estado, el Papa ha tenido que dialogar y escuchar al acartonado presidente Enrique Peña Nieto, también como líder de la Iglesia Católica del mundo, ha tenido que emplazar al mandatario mexicano a ser portador de la justicia y la paz para su pueblo.
El Sumo Pontífice ha sido directo con los obispos y la alta jerarquía eclesiástica de la iglesia católica mexicana, a quienes ha invitado a estar más cerca del pueblo de Dios y a dar el verdadero testimonio del mensaje del evangelio:
"La Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar. Vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad; no se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa; no pongan su confianza en los «carros y caballos» de los faraones actuales, porque nuestra fuerza es la «columna de fuego» que rompe dividiendo en dos las marejadas del mar, sin hacer grande rumor" (cf. Ex 14,24-25).
Otro tanto hizo el Papa Francisco en su homilía de Ecatepec, donde afirmó: "Quiero invitarlos nuevamente hoy a estar en primera línea, a primeriar en todas las iniciativas que ayuden a hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad. Donde no haya necesidad de emigrar para soñar; donde no haya necesidad de ser explotado para trabajar; donde no haya necesidad de hacer de la desesperación y la pobreza de muchos, el oportunismo de unos pocos.
Una tierra que no tenga que llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de los traficantes de la muerte".
Más claro no canta un gallo - diríamos en nuestro país – al interpretar el mensaje y las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en México, las cuales también son para los pastores venezolano.
Más al sur del Rio Grande de México, en la República Bolivariana de Venezuela, nuestra Iglesia Católica guarda silencio; sobre todo el más alto nivel de las cúpulas y la alta jerarquía, expresada en la Conferencia Episcopal Venezolana.
Si somos sinceros muchas veces la preferimos calladita, para así dejar que sean los curas o sacerdotes en sus humildes parroquias, quienes se limiten a la liturgia y a la prédica del auténtico Evangelio, antes que escuchar a algunos Obispos con sus sermones políticos, que contradicen los postulados del Papa Francisco, dejándose arrastrar como las serpientes detrás del sistema capitalista y la burguesía de orilla.
En Venezuela sería muy oportuna una visita de su Santidad el Papa Francisco y en especial, para que exorcizara algunos obispos de la CEV, quienes han apoyado descaradamente hasta golpes de Estado en nuestro país.
Igualmente, porque no tenemos ninguna duda, que la cúpula de la Iglesia Católica venezolana se inclina ante cualquier presidente encartonado de la TV como Enrique Peña Nieto y por eso verían con agrado en Miraflores, hasta un patiquín del "reggaetón" como "Nacho" Mendoza, quien por cierto ni siquiera sabía que Canadá no es un país Latinoamericano, sino que está ubicado geográficamente en Norteamérica.
El Papa Francisco debe ser conocedor – de buena fuente - de la conducta de la mayoría de los obispos y altos prelados de la CEV, de la cual algunos, no todos, han ido hasta con "chismes políticos" a los pasillos del Vaticano, dizque para tratar de impedir una entrevista entre el Presidente Nicolás Maduro y el Jefe de Estado de la Curia Romana en la Plaza de San Pedro.
En Venezuela la iglesia de los pobres y las congregaciones de monjas, sacerdotes y laicos - muy distantes del Opus Dei - hacen su apostolado en los barrios y en los campos del país y esperan con agrado una visita del Papa argentino Francisco, quien nos traería paz pero por ahora nos bendice desde el templo de la Virgen de Nuestra Señora de Guadalupe, en la capital mexicana.
¡Amanecerá y veremos!