Los desplantes del tipo aquel y la premura de la oposición por salir del Presidente Nicolás Maduro parecen indicar que Goliat les ha dado un último chance a los apátridas criollos para que dobleguen a David, aplasten al chavismo y le entreguen el control de nuestro país al capital - sionismo trasnacional.
Pero eso no hace mella en David quien, luego de décadas de engaños, ha pasado al centro del escenario a interpretar un papel principal que le exige no perder de vista a su competidor Goliat y sopesar bien el entorno donde le toca actuar. Lo primero le resulta fácil pues sabe que para avanzar hacia la Venezuela soñada conjuntamente con el Comandante Chávez, debe enfrentar enemigos abiertos y encubiertos. Pero la comprensión del entorno chavista sí se le está haciendo bastante más cuesta arriba.
David sabe que se requieren medidas especiales para salir de la difícil coyuntura que está atravesando Venezuela y está dispuesto a posponer sus prioridades en función de la emergencia, pero está muy desconcertado.
Goliat y sus cómplices le han puesto la vida de cuadritos y no encuentra como superar sus problemas. Nadie le explica la lógica de las decisiones que se están tomando a diario, en muchos casos contradictorias con el proyecto que desde hace rato viene defendiendo. Y no termina de comprender en qué contribuyen tantos lineamientos, orientaciones, motores, vicepresidentes, viceministros, consejos, estados mayores y afines al fortalecimiento y la consolidación del poder comunal, eje central del proyecto socialista bolivariano.
El desconcierto y la incomunicación con los jefes del gobierno y el partido le hacen más daño a David que las agresiones de Goliat pues tiende a paralizarlo. Sus enemigos lo saben y astutamente utilizan todos los medios a su alcance para inyectarle dosis extras de mentiras y contravalores a fin de confundirlo más. Con la ayuda de algunos mandos chavistas, poco a poco lo está logrando.
Desconcertado pero rodilla en tierra, David necesita confiar. Exige participar, ser escuchado y contar con información precisa y actualizada sobre el sustento y alcance de las decisiones que se están tomando y los proyectos que se están realizando.
Mas, por encima de todo DAVID EXIGE SER RECONOCIDO Y RESPETADO COMO SUJETO COLECTIVO DE LA REVOLUCIÓN.