Nicolás Maduro no renuncia y punto

Venezuela está inmersa en una profunda y muy seria crisis que está afectando a toda la sociología nacional y a partir de esta escueta frase buscaremos desarrollar nuestro argumento en título tratando de alcanzar la más estricta objetividad por muy dura que de ella lo expresemos pero estos tiempos históricos en los cuales estamos inmersos no nos permiten ejercer la generosidad, la complacencia, la comprensión, ni asumir la adhesión por razones ideológicas a errores de futuro históricos porque además de estar en acto la realidad y futuro de la Patria, Venezuela, estaríamos encontrándonos con nuestras propias contradicciones y conflictos conceptuales.

En nuestro criterio, la sociología venezolana está subdividida en tres sub-conjuntos, a saber: aquel que lo podríamos titular como la oposición, es decir, sencillamente, la derecha criolla; un sgundo sub-conjunto cual, supuestamente, lo definiremos como las izquierdas en sus diferentes expresiones conceptuales y manifestaciones políticas más que entrando en la diatriba lógica ideológicas; y, por último, el aspirado grupo a ser controlado por los políticos de ambas aceras en mención, ese sub-conjunto de aquellos a quienes, frecuentemente, lo hemos titulado como los "ni-ni" quienes, en estos momentos, están girando más hacia las tesis propuestas e inmediatistas puestas en mesa pública por el primer grupo, es decir, por las susodichas derechas.

Actualmente lo que está realmente sobre la mesa con la mayor insistencia posible es la propuesta proveniente desde las derechas de la salida de Nicolás Maduro Moros como Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela sin, aparentemente, importarles las muy probables consecuencias inmediatas en reacción lógica desde el chavismo.

En una reciente conversación alguien nos comunicaba en serio tono en los contenidos de sus ideas y frases que la incógnita de una hipotética salida de Maduro Moros de Miraflores podría ser el desconocimiento absoluto de una posible reacción de "la gente" (suponemos que se refería al chavismo, bien al Poder Popular).

Al tiempo y en ese mismo orden de ideas, el señor Henry Ramos Allup expresaba en un extenso e importante aquelarre por el número de alumnos y profesores presente realizado en la Universidad Simón Bolívar que el problema a considerar en referencia al escenario actual en curso en Venezuela pero, en viendo el escenario, en "lo real urbano" más que en "la provincia campesina" era lo significativo de "la geopolítica" (la maldita pero verdaderamente inevitable: geopolítica) que era obligante de consideración real y objetivamente y donde habría que considerar tangibles realidades de Poder global como la de los EEUU de América, nuestros incómodos e históricos vecinos, y el dialogante e insistente que significa, realmente, la presencia de El Vaticano. Es decir, aparentemente, además de lo significativo en objetividad de "alta política", se estaría presentando una "curiosa" contradicción en las filas de las derechas lo cual no es de extrañar cuando penetramos en un muy serio análisis del escenario cuasi similar a aquel que se había desarrollado con respecto a la realidad histórica de Cuba como, al mismo tiempo, el escenario de aquella imagen no impresa para la Historia que se desarrollaría en el Despacho Presidencial de Miraflores durante el desarrollo del "Golpe de Abril" (2002).

No es un tema menor, lo contrario, es una realidad objetivamente muy seria y de necesaria y obligante consideración en los correspondientes análisis actuales dejando en la cuneta toda la literatura oral y escrita que se viene expresando, públicamente, desde esa mezcla social de los adeptos de las derechas más ese interesante mundo de los "ni-ni" que son, fundamentalmente, anti-Maduro y anti-Revolución-Bolivariana-Chavista como desde las fronteras de las representaciones totales adscritas a la Revolución Bolivariana y Chavista.

Es decir, la fuerte e inclusive sólida y evidente contradicción que se está expresando en el sub-conjunto de las derechas venezolanas, claro, son todas las solidaridades de las derechas internacionales, es una seria y peligrosa realidad objetiva cuando se viene exponiendo dentro de ese mencionado sub-conjunto socio-político de derecjas, principalmente, dos realidades político-ideológicos en sus praxis correspondientes cuales son por un lado las derechas social-demócratas seriamente cercanas a Washington y las derechas cristiano-católicas cercanas a ese extraño y complejo mundo que pulula permanentemente por los pasillos conspirativos de El Vaticano en sus propias y objetivas realidades internas en permanente conflicto histórico post-moderno.

Ello nos obliga a expresar que ante ese discurso en referencia de Ramos Allup en la USB aún desconocemos sí el aparato ideológico de la Revolución Bolivariana ha expresado opinión alguna sobre lo arriba descrito cual nos consideramos de fundamental necesidad e importancia ante el real significado en los contenidos de lo expuesto por el Presidente del Poder Legislativo.

En el fondo de esa exposición de Ramos Allup se encuentra, fundamentalmente, la realidad donde se encuentran inmersas, al menos, un muy importante sector de las derechas venezolanas en las actuales circunstancias temporales. Nos permitimos una necesaria explicación.

En relación al escenario referido a Cuba se había expresado en una seguidilla y durante años dos propuestas tesis encontradas: por un lado, la propuesta por Washington más cercana al Pentágono lo cual no obsta escenarios por años de conversaciones conocidas mientras que en contrario se expresaría, también, permanentemente, propuestas más de diálogo que de confrontación directa. Es decir, por un lado las propuestas provenientes desde el campo de los halcones quienes se enfrentaban con aquellos a quienes titulamos como los "inteligentes sacavadores".

Ese mismo escenario se presentaría en Miraflores durante el "Golpe de Abril" cuando estaban sentados los ya mencionados y conocidos embajadores como obvia representación de los grupos de derechas en permanente conflicto. Es decir, actualmente, aparentemente, se están debatiendo en las huestes de las derechas criollas, fundamentalmente, dos tendencias: la de los teutones y aquellos que se ubican en "la temporalidad terrenal inteligente" independientemente que ambos sub-conjuntos estarían aspirando la decisión que, supuestamente, tomaría Nicolás Maduro Moros, motto proprio, de renunciar a sus responsabilidades constitucionales con lo cual en consecuencia se les acabarían los permanentes "dolores de cabeza", es decir, "las migrañas", desaparecerían, al menos, en los espacios temporales de las realidades venezolanas, las "alegrías de tísico".

En este contexto no evadimos las realidades actuales por las que está atravesando objetivamente toda la sociedad venezolana cuando, de principio, nos consideramos que se vienen expresando en pleno desarrollo los serios errores en ejecución desde antes inclusive del propio triunfo electoral de Maduro Moros como candidato a ejercer las responsabilidades que significan e implican la Presidencia de la República más cuando consideramos que estamos inmersos en un muy original proceso político-ideológico que significa, realmente, la Revolución Bolivariana.

En este orden, debemos precisar que la Revolución Bolivariana ha venido transitando por varias etapas de y en su desarrollo en permanente conflicto y contradicción lo cual significa el objetivo tránsito de la superación realmente significativa del Estado rentista hacia un Estado social. Es cierto que se ha logrado ir discutiendo y aprobando una serie de paradigmas jurídico-legales que han impactado, seria y objetivamente, a la super-estructura del Estado rentista introduciendo importantes cambios en esa estructura que se podrían corresponder con lo significativo de la realidad conceptual en objetividad de ese necesario e histórico desarrollo en perfectibilidad de los necesarios y obligantes cambios profundos por lógica histórica cuales, en nuestro comprender, es probable, que muchos cuadros adscritos al proceso revolucionario aún no han conceptualizado por lo cual se estarían expresando "radicalidades a-temporales" que, consideramos, estarían entorpeciendo al propio proceso revolucionario de cambios profundos propuestos como las contradicciones y diatribas que se presentaron en la discusión a lo interno de la Revolución Bolivariana y Chavista sobre las denominadas como "medidas económicas" cuales, en nuestros entenderes, han debido expresarse más profundas y radicales.

Es decir, en el sub-conjunto revolucionario también se están presentando fuertes contradicciones, sólidos confrontaciones ante los cuales "jamás" un revolucionario debe tener y expresarse en miedos y sí ellos aparecen, los miedos, debemos confrontarlos como reales y comprometidos revolucionarios; pero, debemos aceptarlo porque estamos en revolución, dentro del propio proceso revolucionario también hay y se expresan demonios con fuertes y sólidas influencias quienes cruzando "la línea roja" convierten el pensamiento revolucionario en un pensamiento personalista de camino "hacia la cumbre" del poder fáctico.

Nos consideramos que los radicalismos a-temporales destruyen a la Revolución Bolivariana en la expresión real de un sencillo "infantilismo de izquierda", un "menchevismo de interés personal", haciéndole un "flaco servicio" al actual proceso revolucionario en etapas revolucionarias que significan las medidas alcanzadas desde Miraflores para enfrentar el proceso contra-revolucionario en la cual está inmersa la realidad socio-económica y política en Venezuela; podríamos ir más allá en considerando que "las ideologías", supuestamente, están marcando el camino por cierto para nada discutido en ambas expresiones ideológicas, las de las derechas como las de las izquierdas venezolanas.

Pero el tema en cuestión es lo referido a "la renuncia" de Maduro Moros. En el marco de la norma, Maduro Moros está en la obligatoriedad de cumplir y ejercer las responsabilidades que significan el ejercicio de la Presidencia. Curiosamente, en un serio análisis sobre la argumentación desde las derechas, objetivamente, no podemos encontrar ninguna razón más allá de "las buenas y preñadas intenciones" que salen desde las opiniones de esas derechas. Es, sencillamente, la continua repetición de una falacia y ello es extremadamente grave para la República. Cualquier persona con solamente "dos dedos de frente" cuando en la "paz del guerrero" analiza las solidaridades internacionales a las tesis de las derechas, debería alcanzar la opinión de la in-solidez de eseos argumentos esgrimidos más cuando los conocimientos sobre las realidades venezolanas son además de débiles extremadamente subjetivos y cargados de ideologías contra-revolucionarias pero es de obligación desde las trincheras de la revolución responder pero con conocimiento, cultura, educación social y conceptos sólidos.



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Miguel Ángel Del Pozo


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