Difícil haber sospechado que la derecha fascista venezolana retomaría el camino golpista en un escenario político que a todas luces parece favorable para derrotar a la revolución Bolivariana electoralmente, gracias a la profunda crisis económica a la que está siendo sometido nuestro pueblo producto de la crisis global y la baja de los precios del petróleo, la guerra no convencional que dificulta el acceso a los productos y a los errores y omisiones cometidos por el gobierno que a pesar de su magnitud no desmeritan los grandiosos avances en inclusión social, bienestar social y redistribución de la riqueza , ni su empeño por empoderar a los excluidos de siempre.
Pareciera evidente que la derecha, ahora con el poder político y contralor que representa la Asamblea Nacional asumiría una tarea de obstaculización de la gestión, de sancionar políticamente a los principales líderes de la izquierda basados en investigaciones amañadas, acusándolos de cualquier cosa y con agitación permanente, tal como lo vienen haciendo, pero con la paciencia suficiente para lanzarse por la vía electoral en el momento de mayor asfixia de la revolución, en cuyo caso no requerirían demostrar la naturaleza de su ADN de desprecio al pueblo pobre y a la voluntad popular de las mayorías y así continuar con el engaño. Pero todo parece indicar que los números no le cuadran por problemas internos o porque su amo del norte tiene otros planes y les está recortando el tiempo de ejecución del enésimo plazo que le dieron para acabar con la revolución.
A pesar de que todas las lecciones previas le han demostrado lo difícil que es derrotar por la vía violenta a la revolución y que cada intento a terminado fortaleciéndola, dándole oxigeno y nuevas oportunidades que primero Chávez y ahora Maduro han sabido capitalizar electoralmente, la contra revolución empieza a hablar abiertamente de "la salida 2 o la salida de voluntad adeca", "puntos blancos" , especialmente por los voceros más fanfarrones de la Jurásica Acción Democrática y los de Voluntad fascista, porque los lechuguinos y petimetres de primero fascista permanecen como caimán en boca e caño esperando el desgaste de los más bulleros por si la estrategia vuelve a fallar decir como siempre " yo no fui".
Todo parece indicar, creyendo que esa derecha ha aprendido algo, que el Imperio tiene el "apuro " de ejecutar la salida de Maduro antes del verano en el norte al igual que en 2002 golpe de Abril, 2003 paro petrolero, 2007 la guarimba 1, 2 014 la guarimba 2 o "la salida" y ha dado la orden de apresurar la salida de Maduro, ya sea porque no pueden seguir forzando los bajos precios del petróleo o porque Obama quiere llenarse de gloria de ser él quien derrote a la revolución bolivariana antes de abandonar su "histórica" por nefasta presidencia o porque sospechan que las acciones emprendidas por el presidente Maduro junto a la coyuntura económica mundial pueden favorecer electoralmente a la revolución bolivariana.
Independiente de la razón que los mueve, la justificación de la vía golpista que hace el editorial del NY Times, junto a la línea editorial de CNN justificando anticipadamente a nuestra derecha por acudir a una salida inconstitucional ya que según sus análisis, el régimen no les deja ninguna opción constitucional, como preámbulo a la renovación del decreto que considera a Venezuela como una amenaza extraordinaria e inusual para los Estados Unidos por parte del presidente Obama, la solicitud del Senado Brasileño de aplicar la carta democrática, la visita de diputados opositores a parlamentos de Chile y Uruguay para pedir la activación de la Carta Democrática Interamericana y muchos otros escenarios mediáticos que irán apareciendo sucesivamente muestran un ambiente de guerra no convencional para desestabilizar al país sin descartar un escenario bélico de invasión o enfrentamiento armado.
Hoy la oposición más soterrada que nunca apuesta por calentar la calle, pues esta vez no saldrá un Leopoldo o una María Corina llamando directamente a la violencia, ponen de nuevo de carne de cañón a los estudiantes y a su avanzada de mercenarios con llamados constantes a la violencia para adelantar la salida inconstitucional del presidente Maduro, surgen algunos focos de violencia en Táchira y Lara, los sindicatos de transporte apuestan a ser el detonante de una explosión social y aumentan el pasaje de manera inconsulta en más de un cien por ciento en diferentes ciudades a nivel nacional, llenan la redes sociales de mensajes con llamados a la violencia. Esto hace ver que buscan el "derrocamiento" del gobierno al más camuflado estilo del yo no fuí de tal manera que si falla no debilite sus opciones electorales.
Pero solo el pueblo salva al pueblo, con todo y la justificada arrechera que tiene el pueblo pobre por las dificultades económicas, en un escenario golpista, sin intervención militar extranjera, la derecha apátrida sería nuevamente derrotada por la movilización popular chavista y la férrea unión cívico militar, por lo que debe activarse la defensa activa, crítica y leal de la unidad alrededor del presidente Maduro participando con contundencia en la reactivación del aparato productivo y en toda actividad de calle por él convocada sin caer en provocaciones como lo hicimos durante la Guarimba de 2014, ni en la división sectaria. La organización popular debe acelerarse para exigir los cambios en revolución, para avanzar en la contraloría social y en el poder político popular desde los consejos comunales y comunas desde el entendido de que solo en revolución el pueblo pobre encontrará salida a sus dificultades y de que en sus manos no se volverá a perder, por cien años más, el sueño de Bolívar revivido por Chávez de la construcción de la suprema felicidad social que el capitalismo jamás podrá brindar. Demostrémosle que si salimos a "drenar la arrechera" no será a pedir la renuncia de Maduro sino a retomar por la fuerza el control de la distribución y producción de bienes y servicios "para golpear bien fuerte a quienes desde siempre nos golpean" y que hoy quieren cobrarnos la osadía de pretender ser verdaderamente libres.
A pesar de los duros golpes que ha recibido la unión latinoamericana con la derrota del kihnerismo, de evo, el cerco al PT de Brasil y a Correa en Ecuador, el sistema de alianzas internacionales creado o repotenciado por el presidente sigue siendo garantía de que por esa vía el imperio no consolidará ninguna iniciativa intervencionista en Venezuela por lo que solo actuaría creando un gran falso positivo como en Irak y Libia y violentando como de costumbre todo el sistema que regula las relaciones internacionales poniendo a prueba la sangre bolivariana de libertadores que nos corre por la venas y que lleva en su historia la victoria sobre el imperio más poderoso de sus tiempos con un ejercito de pobres "pata en el suelo".