Para que jodernos tanto trabajando si ahora que el precio del petróleo bajó estamos apelando a otras riquezas minerales que seguirán ofreciéndonos la vida que merecemos.
El Presidente decreta la Semana Santa completa de asueto, para públicos y privados, y el mismo viernes de concilio se anuncia un incremento del 75% del pasaje urbano. El mes pasado se anunció el incremento del 20% al salario mínimo, ya comenzamos a entender porque.
Ya se anunció el plan de fortalecimiento del sector automotriz. Veíamos por la tele un corolla que un profesional que se gane 45.000 Bs. mensuales deberá reunir su "sueldo íntegro" durante 37 años para alcanzar el "precio justo" que tiene, en pocas palabras este profesional no podría comprar nunca el tal vehículo sencillamente porque están ensamblándolos en Venezuela, con dólares preferenciales otorgados por el gobierno, para exportarlos.
Los neoliberales lograron imponer su tesis de liberar los precios y vemos como los anuncios de precios de productos de consumo masivo (arroz, café, aceite, etc.) preocupa más al pueblo que el hecho de que aquí se ensamblen carros, con dólares del Estado, "only to export".
El vicepresidente, tan activo como el camarada Pérez Abad en la construcción de este "modelo productivo" de la mano de empresarios, nos invita a que renovemos la fe y la esperanza en estos días de tanta desesperanza. La verdad es que estamos faltos de esperanzas.
Seguro que después de la semana mayor Pérez Abad anuncia que los cupos en dólares se reactivarán de nuevo y nos vendrá el alma al cuerpo y ni es imposible que comente que se hicieron alianzas con Amazon para reactivar la importación como un nuevo motor del modelo económico que está en marcha.
La verdad es que nos preguntamos por qué Chávez no puso de ministro antes a este hombre que en pocos meses nos convertirá en la potencia que Chávez siempre anunció que seriamos.
Que dejen de quejarse los extremistas, de un lado y de otro, Pérez Abab es el único hombre en el horizonte que puede mantener el rumbo de este país, claro está, el pueblo, como siempre ha sido, debe hacer los mayores sacrificios para que salgamos de la terrible crisis. Ya el pueblo lo agradecerá y votará unánimemente porque el camarada Pérez Abad continúe el legado que otros no pudieron, muchos porque no quisieron y otros porque no se atrevieron.
