Para nadie es un secreto, que atravesamos tiempos difíciles, que estamos a prueba en nuestro concepto de lealtad, (aunque algunos confundan lealtad con sumisión), que somos objeto permanente de guerras psicológicas, económicas y políticas; eso para nada es un secreto. Las últimas apariciones mediáticas de portavoces de agentes de publicidad de empresas transnacionales, van dirigidas a posicionar en la opinión pública, las bondades de explotar los recursos existentes en el arco minero, la bola de plata que eso generará, el desarrollo que lograra nuestro país y un sinfín de beneficios que nos dejara, volver a la imposición de CAMBIAR ESPEJITOS POR PEPITAS DE ORO.
Los índices de violencia y criminalidad, el repunte de ataques a componentes de los cuerpos de seguridad del estado, la reaparición de supuestas guarimbas con saldo trágico, la difusión de contenidos audiovisuales en los que se observa pobladas haciendo justicia por mano propia, colas interminables para adquirir productos de primera necesidad con su componente de angustia que deriva en comportamientos violentos y enfrentamientos que también están siendo difundidos por todos los medios existentes, el bombardeo intermitente de este tipo de información, nos va sumiendo en una especie de postración, que da la sensación de estar viviendo un capitulo continuado de "CARCEL O INFIERNO"
Poderes del estado que se regodean en sus parcelas y tratan de ganar la guerra en las pantallas, sin sufrir bajas y sin pelear una batalla, así vemos a una asamblea nacional que parece estar tejiendo la mortaja legal, con que envolverá los despojos de una revolución a la que le ha dado seis meses de vida. A un poder ejecutivo maniobrando para salir de esta crisis con el menor daño posible, y en ese intento, todos los días inventa una estructura, un plan, una política, una línea de acción que no impacta de manera definitiva en la realidad que vivimos todos. Un poder judicial ajustándose a las circunstancias y tratando de lograr el papel de árbitro en una pelea donde vale todo. Un poder electoral intentando dar imagen sobria ante las amenazas constantes y el desconocimiento. Un poder moral y ciudadano al que han atado de manos y vendado sus ojos aparece dando tumbos cual GALLINA CIEGA.
Son estos algunos de los escenarios que hoy vivimos en nuestro país y que requieren del concierto de todos para resolverlos, hacemos llamado permanente de concientización de nuestra realidad y abogamos por que se tomen a tiempo las medidas necesarias. Nadie que quiera de verdad a su patria, puede estar pensando que alguna de esas circunstancias le favorece, de ser asi; es tiempo de radicalizar los parámetros históricos políticos y sociales que sustentan este proyecto revolucionario… ¡PATRIA O MUERTE VENCEREMOS¡