Yo no sé si dentro de unos siglos, la Venezuela que pueda sobrevivir a esta trágica prueba, dará los poetas necesarios para crear un nuevo mito con el recuerdo de su trágico presente. Porque la Venezuela de hoy tiene su Minotauro histórico (...) el petróleo
Arturo Uslar Pietri – El minotauro -
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No niego que la ministra de relaciones exteriores en el cumplimiento de las órdenes emitidas por su gobierno vaya hasta una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) con el propósito de defender la administración de Maduro. Esa es una consigna política. Pero una cosa es que la canciller argumente a favor del Ejecutivo Nacional y otra es que ofenda al pueblo de Venezuela.
En efecto, a partir de ello, han resultado infelices las declaraciones de la mencionada funcionaria en ese recinto diplomático, al afirmar que Venezuela tiene alimentos para dar de comer a tres países, (¿sería que se refirió a tres pequeñas islas de El Caribe?) cuando simplemente no tenemos que comer, y lo poco que encontramos, se logra luego de pasar horas y horas de agobiantes colas debajo del sol o la lluvia, o comprando los indispensables alimentos a los llamados "bachaqueros", quienes representan una red de malandros que venden la comida con precios especulativos que en algunos casos superan las barreras porcentuales de las cuatro cifras ¿Estado cómplice o delincuente?
Lo paupérrimo de esta historia se encuentra en un gobierno que destruyó por completo el aparato productivo. Maduro desde su llegada al poder en vez de corregir las fallas que podía tener el llamado rentismo (minotauro en voz de Uslar Pietri), acentuó las importaciones acabando con las pocas divisas que nos quedaban, bien a través de la propia renta petrolera, o en su defecto en las bóvedas del Banco Central de Venezuela (BCV), siempre con la demagogia de fines electorales que en nada lograron diferir lo criticado en los tiempos de la llamada cuarta república.
Ignoro si Maduro ha leído la historia en tiempos de Hitler (1945) cuando presintiendo lo inevitable, es decir, su posible derrota, giró instrucciones desde el bunker de la cancillería, en relación con la aplicación de un grupo de medidas suicidas para tratar de imponer dentro o fuera de su territorio el avance de sus enemigos. ¿Son acaso las declaraciones de la canciller venezolana en estos tiempos, medidas de vida o muerte en términos políticos para el gobierno de Maduro? ¡No lo sé! Pero lo que si puedo afirmar es que de ser paralelismos estudiados en su aplicación en distintos contextos y épocas, ningún desenlace con sindéresis nos espera de persistir esta semántica provocadora y violenta desde el poder.
La canciller habló que Venezuela tiene comida para alimentar a tres países. Es posible que ella en sus distintos viajes fuera del país, ha visto el cómo Venezuela alimenta a tres grupos de países: Los primeros al regalarle nuestro petróleo, los segundos al recibir nuestras divisas en "papeles" ilegales y hechos de corrupción, y los terceros a quienes les hemos condonado diversos préstamos como producto de la propia renta petrolera. Por ello, tal vez su confusión como parte de aquel "lapsus" de alguien quien dijo hace algunos años que todo estaba "excesivamente normal", horas antes de un golpe de Estado. En otras palabras, de ser cierta nuestra presunción, Delcy Rodríguez habló con parte de la verdad.
No obstante, la otra verdad es que Venezuela, desgraciadamente, ni siquiera tiene alimentos para dar de comer a millones de venezolanos porque al ser una economía con el síndrome del minotauro (petróleo) con sus campos sin sembradíos y menos con la posibilidad de producir suficientes alimentos en ilusos cultivos "urbanos", así como el emplear los pocos dólares que nos entran para cancelar la deuda a Wall Street, en vez de ahora importar por razones obvias los alimentos que necesitamos para comer, podemos establecer que vivimos espacios similares con los últimos días del poder de Hitler. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.