"¡Independencia o nada¡ ¡Comuna o nada¡" enfatizó el Comandante Eterno. El pasado 14 de mayo, nuestro poder popular organizado marchó contundentemente hacia el Palacio de Miraflores para dejar activado, junto al Presidente Obrero Nicolás Maduro, el Motor de la Economía Comunal. Esta herramienta fundamental de la Agenda Económica Bolivariana para enfrentar la guerra que nos han impuesto, es un Motor transversal a los otros 14 motores que integran el plan para la transformación productiva del país, ya que aporta al desarrollo y fortalecimiento de aquellos.
El Motor de la Economía Comunal constituye la esencia transformadora de nuestro Socialismo Bolivariano, no solo en lo económico sino también en lo político y lo social. Únicamente el Estado Comunal, tal y como aparece en el Plan de la Patria, resulta "capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana" y "configurar una nueva sociedad desde la vida cotidiana, donde la fraternidad y la solidaridad corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de planificar y producir la vida material de nuestro pueblo".
Como lo demuestran los logros alcanzados en estos años, y que debemos consolidar y ampliar, el socialismo se construye desde lo local, desde lo pequeño. Es en las comunas donde vamos a engendrar el socialismo, a adelantar la guerra sin cuartel contra la burocracia, la corrupción, las desviaciones del camino de la revolución. Y en esta batalla por transformar nuestro modelo productivo, las comunas son la clave: todo se puede hacer en la comunidad. El pueblo no solo está en capacidad de producir, sino también de planificar, de hacer contraloría social, de tomar el control de las empresas nacionalizadas o que se han sumado al boicot de la burguesía apátrida contra el pueblo, y ponerlas a funcionar.
El reto es grande, pero sabemos que ese es el camino. Pongamos pues, todos nuestros esfuerzos y compromiso para redoblar el paso, tenemos que ir al galope. Junto al líder histórico de esta Revolución, hagamos realidad su mandato cuando dijo: "La comuna es como la célula, y las células tienen que irse ramificando, enlazando, tienen que ir formando un sistema, articulándose, para darle forma a un cuerpo. Es el nuevo cuerpo de la nación". Adelante pueblo, adelante comuneros, todos los motores a máxima potencia.
II
"La paz será mi puerto, mi gloria, mi recompensa, mi esperanza, mi dicha y cuanto me es precioso en este mundo", escribía nuestro padre Bolívar a Santander el 23 de junio de 1820. Y precisamente porque amamos y valoramos la paz, no nos apartaremos, menos ahora cuando toda la saña criminal imperialista nos amenaza por los cuatro costados, de aquel sabio principio: "Si queremos la paz, debemos prepararnos para la guerra".
Las inaceptables amenazas del expresidente de Colombia Álvaro Uribe, quien pidió públicamente el envío de un ejército armado para ocupar Venezuela, lo cual fue denunciado por nuestro Presidente Nicolás Maduro, constituyen la máxima expresión del accionar fascista que promueve la oposición vendepatria que nos adversa; esa, cuyos diputados y voceros viajan a Washington, a Miami, a pedir una intervención militar en Venezuela y la aplicación de la llamada Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA). Esas amenazas son parte del libreto preconcebido por el imperialismo, actuando en complicidad con la oligarquía apátrida, y vienen de alguien que odia a Venezuela y dijo en una ocasión que "le faltó tiempo para bombardear a nuestro país".
Estamos en presencia de la más grande ofensiva del imperio en contra de Nuestra América. De manera simultánea, se gestan intentos de golpe de estado para derrocar gobiernos progresistas y de izquierda. Allí está Brasil, en pie de lucha, enfrentando el "golpe institucional" contra la presidenta Dilma, electa por más de 54 millones de hermanos brasileños.
En poco más de una década, han sido incuestionables los logros en la región y eso es una espina en la garganta del imperialismo y sus aliados de las oligarquías nacionales. El poder emergente que surgió de las bases populares, dio vida a un nuevo proyecto histórico continental trazando el camino hacia nuestra definitiva independencia, que es también el camino hacia la más perfecta unidad de nuestros pueblos. No dejaremos que una nueva escalada neoliberal eche por tierra el futuro de paz, justicia social y unión de Venezuela y de la América Nuestra.
En esta confrontación, cada quien se está ubicando en el lugar que le corresponde. Encontramos quienes están a favor del imperio yanqui, para que siga dominando nuestros países, imponiéndose a punta de cañones, de chantaje y de violencia; y quienes nos alineamos por la defensa de la Patria, la paz, la soberanía y la felicidad del pueblo.
¿Qué responden las fuerzas políticas de oposición, gobernadores, alcaldes y diputados de la derecha, a este llamado de Uribe para la ocupación extranjera y armada de la nación? Los reto públicamente a que expresen su posición, a que asuman una postura frente al pueblo.
En este momento decisivo, la condición básica para la preservación de la Revolución y la transición de Venezuela hacia el socialismo es la defensa, la conservación, la expansión y la profundización de la independencia nacional. Para ello, debemos continuar fortaleciendo la alianza cívico-militar, garantizar la participación activa de la FANB en el desarrollo económico del país y la incorporación del pueblo, organizado y consciente, a la defensa de la Patria.
Llamo a nuestros compatriotas a estar alertas y en pie de lucha. Nuestro Presidente lo ha advertido. El nuevo Decreto de Estado de Excepción y de Emergencia Económica, que apoyamos plenamente, va en ese camino. Como combatiente revolucionario, como patriota, estoy en la obligación de llamarlos a todos y a todas a prepararnos para defender la Patria de Bolívar y Chávez, la Patria de nuestros hijos e hijas, nietos y nietas, de las futuras generaciones. Si no lo hiciéramos, estaríamos cometiendo un acto de alta traición con nuestra amadísima Venezuela.
Venezuela nunca más volverá a ser colonia de nadie, nunca más estará de rodillas frente a invasor o imperio alguno. Y nuestra Fuerza Armada Bolivariana, el pueblo en armas como un todo, es y tiene que seguir siendo el garante por excelencia de la paz bolivariana: la paz verdadera.
Frente al nuevo embate imperial, viene una hora de prueba para nuestra soberanía y nuestra independencia. Hora de prueba que afrontaremos con la misma vocación pacifista que nos ha caracterizado. Pero debemos dejar claro que paz no es, y nunca será, equivalente a sumisión.
Quienes bajo cualquier pretexto intenten invadir el suelo sagrado de la Patria, deben tener presente que aquí se conseguirán a los hijos e hijas de Bolívar y Chávez, junto a Maduro, dispuestos a defender con la vida cada centímetro de esta tierra guerrera, cada conquista alcanzada. Aquí hay un pueblo resteado, valiente, consciente, que combatirá hasta derramar su última gota de sangre, junto a nuestra heroica Fuerza Armada Nacional Bolivariana, contra cualquier cuerpo armado, venga de donde venga, para proteger y defender la independencia y soberanía de la Patria.
José Martí nos dijo en una ocasión: "Es la hora de los hornos"…Hoy, en este momento de definiciones, de nuevas amenazas, de amor patrio, digo también: ¡Es la hora de los pueblos! ¡Es la hora del futuro! ¡Aquí no se rinde nadie¡ ¡Por Bolívar y Chávez, con Maduro y nuestro pueblo, sin vacilar, Venceremos!.
¡Viva nuestra Venezuela Bolivariana y Socialista!
¡A la calle, a la carga, a la Victoria!
Barinas, domingo 15 de mayo de 2016.