Alquimia Política

Alonso Graterol, en la hermenéutica del espíritu

El Alonso Graterol al cual me refiero, es el que es economista, filósofo, docente universitario, investigador, venezolano, comprometido con las causas nobles y transformadoras del pueblo, ese hombre que hoy, más que nunca, se erige como el hacedor de pensamiento y acción, en un mundo que se está consumiendo de nostalgia y  desesperanza.

El pensamiento de Graterol se podría resumir en tres aspectos de lucha y de victoria: una, relacionada con el entendimiento de la racionalidad humana, desde la postura post-positivista, entendiendo la realidad como producto de una causa-efecto permanente, en la que se van dando respuesta a las incertidumbres; un segundo aspecto, está relacionado con la percepción vitalista de la condición humana, se aparta de la creencias místicas y esotéricas, para ceñirse a la idea de que el hombre precede su existencia; y por último, un tercer aspecto que resalta su personalidad curiosa e indagadora, tiene que ver con su actitud hermenéutica hacia el espíritu. No vislumbra una concepción corpórea que esté aislada de la energía vital, todo se transforma y se disipa; crece, evoluciona y se reintegra a la vida.

Graterol tiene investigación inédita que quizás por su visión prospectiva aún no tiene la madurez necesaria para ser entendida en el ahora histórico; es un pensamiento crítico-reflexivo, que confronta con dureza las posturas de quienes superficialmente han querido responder a los fenómenos sociales como una verdad dada. Él recrea esa verdad y la deconstruye, mostrando sus debilidades y por ende su falsedad.

En este aspecto, el pensamiento de Graterol no es ideológico, sino meta-vitalista; es decir, se caracteriza por su afirmación y exaltación de la vida en toda su magnitud y con todas sus consecuencias; Graterol concibe la vida como la realidad principal, sin mayor uniformidad doctrinal, dado que entiende las diferencias en la manera de concebir la vida, desde dos dimensiones: la biológica y la  biográfica. Aquella  concibe a la vida en su contexto natural, esto incluye la obediencia y respeto hacia las leyes naturales, así como su aplicación práctica con el fin de obtener una mayor vitalidad que beneficie al ser humano en su existencia; y esta, “la biográfica”,  considera la existencia humana en cuanto es vivida, teniendo un acercamiento a la ecología como conciencia vital.

Graterol, a diferencia de los que interpretan la vida como producto de desviacionistas sugerentes de un destino, la asume como expresión de una lógica moralista, en defensa de la vida y seres vivos, y de su derecho intransferible de auto determinarse. Graterol está en sintonía con el pensamiento  vitalista de Friedrich Nietzsche, quien afirmaba que era necesario  extirpar los elementos perjudiciales para la vida como un todo. Nietzsche sentenciaba: "Los débiles y los malogrados deben perecer: principio primero de nuestro amor por los hombres".

En concreto, Alonso Graterol, desde la disciplina de la economía y la filosofía vitalista,  es un exponente del  conocimiento de los fenómenos sociales en el marco de un proceso de desarrollo vitalista, en el que importa la vida pero en el contexto de estado ideal, para lograr explicaciones objetivas, sin descuidar la comprensión psicológica y subjetiva que mueven la esencia humana.  Como consecuencia de sus ideas, problematiza el conocimiento, es decir, plantea que de la creencia en la realidad exterior, hay que partir, siguiendo el ejemplo cartesiano, de una base firme; lo que denominó  Dilthey la llama "el principio fenoménico";  penetrando en la razón humana y advirtiendo que todo lo que está presente para un sujeto se halla bajo la condición de ser un hecho de su conciencia.

Graterol, visualiza todo como enlace de hechos o fenómenos de la conciencia; ésta es el espacio espiritual desde donde las cosas flotan hacia la imagen del mundo, de la valoración de la vida, de la orientación de la voluntad, que resulta del carácter gradual de la evolución psíquica. Tanto la religión como la filosofía, y en eso es certero Graterol, buscan firmeza, eficacia, dominio, validez universal. Pero la humanidad no ha avanzado un solo paso por este camino, es por eso que necesita revisarse en el fondo de su valor vital y en contraste con todo cuanto le rodea, en la anhelada búsqueda de equilibrio y trascendencia.

Hoy día el intelectual y pensador venezolano Alonso Graterol, residenciado en Guanare, estado Portuguesa, tiene un delicado estado de salud. Damos los votos por su pronta recuperación y esperamos seguir leyendo sus impulsos vitalistas en una sociedad que lo ha incomprendido pero que terminará valorando su legado escritural y científico, porque es un pensador que va más allá de las circunstancias.



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Ramón Eduardo Azócar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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