Desde Cuzco, con fecha del 12 de julio de 1825, Bolívar, responde a una misiva de un poeta temoso, como el mismo lo llama: porfiado, insistente, a José Joaquín Olmedo, que le hiciera llegar el 15 de marzo. Le dice:
Anteayer recibí una carta de usted… que no puedo menos de llamar extraordinaria, porque usted se toma la libertad de hacerme poeta sin yo saberlo,… Al autor de Canto a Junín, agrega: … haré como aquel paisano a quien hicieron rey en una comedia y decía: ya que soy rey, haré justicia. No se queje… de mis fallos,… como no conozco el oficio daré palos de ciego por imitar al rey de la comedia. Urge sus reparos, entre encomios y loas, pero inmediatamente precisa su posición: dejaré mis panegíricos para el fin de la obra,… y prepárese usted para oír inmensas verdades o verdades prosaicas, pues usted sabe muy bien que un poeta mide la verdad de un modo diferente a nosotros los hombres de prosa. No tengo oído musical, o son… o son renglones. Páseme usted el atrevimiento; pero usted me ha dado este poema y yo puedo hacer de él cera y pabilo. Con la palabra poética se alcanza a internalizar lo qué significa la primera escritura, la inspiración. Luego viene el descanso del poema. Lo dijo Baudelaire: La inspiración es trabajar todos los días.
Le expresa: Usted debió haber dejado este canto reposar como el vino en fermentación, para encontrarlo frío, gustarlo y apreciarlo. La precipitación es un gran delito en un poema. La introducción del canto es rimbombante… La estrofa 360 tiene visos de prosa. Luego de recorrer el canto del bate, y hacer cotejos monumentales, le escribe: Y cuando habla de La Mar, me acuerdo de Homero cantando a su amigo Mentor…; no será La Mar un Mentor guerrero. Finalmente, le expresa: siga usted, mi querido poeta, la hermosa carrera que le han abierto las musas… Confieso a usted humildemente que la versificación de su poema me parece sublime. Perdón, amigo, la culpa es de usted que me metió a poeta.