Quinto malo

Romper las cadenas sobre un yunque de amor

Aunque las cadenas han derivado en funciones sociales que las convierten en objetos estéticos, ellas no dejan de ser emblemas históricos de esclavitud. El acto violento de romperlas, ofrece la idea de libertad, de emancipación.

Nuestro canto popular, enaltecido como Himno Nacional de la República Bolivariana, señala en uno de sus versos un clamor de libertad que reza textualmente: "abajo cadenas, muera la opresión". Esta frase imperativa ha sido utilizada siempre en función de la independencia, la igualdad y la libertad, haciendo referencia a opresiones, como la del analfabetismo, yugo éste del cual Venezuela ha quedado libre gracias a la Misión Robinson y a la aplicación del método "Yo sí puedo".

Los esclavizados, generalmente arrebatados de pueblos y territorios africanos para ser traídos a Venezuela y otros pueblos de Abya Yala en calidad de "objetos para servir", también supieron de cadenas atadas a sus tobillos, al cuello u otras partes de su cuerpo, hasta el momento cuando lograban forzar sus eslabones, refugiarse en cumbes o emprender abiertos cimarronajes en contra de sus opresores y oligarcas.

La independencia, firma, declaración o batalla en campo como impronta, son refrendadas por acciones que simbólicamente se recogen en una ruptura de cadenas que lleva a ser a las y los liberados, iguales ante quienes les oprimían. Es Antonio José de Sucre, Mariscal de Ayacucho y presidente de Bolivia quien lo expresa en estos términos que recoge claramente el Comandante Hugo Chávez en uno de sus tantos discursos (Iguazú, Argentina. 8 de julio de 2004): "Cuando la América española se fue a la guerra y derramó la sangre lo hizo, no sólo por la independencia sino por la igualdad. Sin el disfrute de ambas no hubiere tenido sentido tanto sacrificio". La independencia política, pero la igualdad social. Los dos, sabemos, son factores fundamentales para que haya verdaderas Repúblicas, sociedades".

Ahora, cercanos a la conmemoración de los 205 años de la Declaración de Independencia en Venezuela, del yugo imperial español -ante la imagen cimera de Sebastián Francisco, el Generalísimo, Miranda, muerto en la prisión de La Carraca, en la ciudad española de Cádiz, 11 años y seis días después de aquel 5 de julio- independencia e igualdad siguen siendo deudas por las que nos batimos en esta Revolución Bolivariana y Chavista, en la esperanza de que ambos horizontes aunados nos resulten definitivos.

Lo demás son batallas y batallitas. Lo esencial es la conquista de la independencia, la libertad e igualdad que han de caracterizar a la Patria socialista.



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

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